Noviembre 2010
Cuando de repente lo veo todo negro, porque aquella noche he dormido poco y mal, pienso «todo pasa«. Cuando vienen días difíciles porque te están saliendo los dientes, las muelas, los colmillos o lo que sea, pienso «tranquila, todo pasa». Cuando te pones enferma y sufro porque te veo con esos ojos brillantes diciendo «mamaaaa» y sólo quieres estar encima mio y mamar, te digo «tranquila, princesa, que pronto pasará y te encontrarás bien y volveremos a jugar al parque».
Cuando en plena noche os oigo respirar a tú y a tu padre, cada uno a mi lado, pienso «disfrútalo, saborea-lo, que algún día Laia ya no dormirá con nosotros». Cuando te oigo reir mientras tu padre te baña, quiero grabarlo en la memoria para siempre, porque todo pasa. Cuando te veo feliz o cuando me abrazas y me das besos, me fundo de alegría que me recorre todas mis células porque sé que es un momento, y que pasa. Un regalo que viene a mí en ese instante, y que pasa. Y qué regalo más bonito …
Un comentario
Cuanta razón! Hace poco yo escribí un post en el que hablaba de esto, la vida esta hecha de pequeños momentos, los malos pasan y los buenos son lo que nos hace felices. Un abrazo!