(Si sois mujeres y tenéis hijos, seguramente estaréis conmigo en que, en general, los sujetadores de lactancia son muy feos. Si sois hombres y tenéis hijos, seguro que también estaréis conmigo en que los sujetadores que llevaba vuestra mujer después de parir eran bastante poco excitantes…
Pues bien, unas amigas y yo no nos conformamos con los típicos de color carne, blanco o negro. Declaramos la guerra a los sujetadores feos porque, aparte de madres, nos queríamos sentir atractivas, sexys y guapas. Ahora que teníamos los pechos grandes, era el momento de lucirlos, no?! Y nos fuimos de excursión…)
14.4.2011
El post de hoy hacía muchos días que tenía ganas de escribirlo. Os quiero contar una historia, una historia muy real que viví cuando Laia tenía sólo un mes y medio… y el hilo conductor de la historia son los sujetadores de lactancia.
Antes de empezar, quiero hacer un pequeño inciso; pequeño pero muy importante. Señores y señoras que fabricáis ropa interior… ¿podéis hacer el favor de hacerla guapa, sexy y atractiva para mujeres que hace poco que han parido? ¿Podéis hacer sujetadores de lactancia bonitos, de colores, atractivos (y puestos a pedir que no valgan una riñonada),… vaya, que dé gusto llevarlos.
Que sean cómodos, que sean prácticos para sacarte la teta en cualquier momento, pero que, al mismo tiempo, tengan las tiras monas, sean bonitos y huyan de los colores beix, negro o blanco? Las mujeres que hemos parido hace poco tiempo, ya nos cuesta sentirnos guapas y atractivas… ¡no nos lo pongáis más difícil!
Dicho esto:
He tenido la suerte que las chicas con las que compartí la preparación al parto se han convertido en mis amigas. Mucha suerte. No es fácil que en un grupo tan heterogéneo como el nuestro, las nueve parejas de preparto hayamos terminado siendo amigos… y digo «amigos», que puede parecer un poco fuerte, porque hemos compartido experiencias tan íntimas, nos hemos ayudado tanto y nos hemos contado tantas cosas que… ¡sí, para mí ya son amigos!
Total, que después de parir, nos prometimos seguir viéndonos y así lo hicimos hasta hoy, que el niño mayor ya tiene dos años y un mes. Nos hemos continuado encontrando cada semana, los jueves por la tarde… Pero de eso ya hablaré otro día. Volvamos a los sujetadores …
Cuando empezamos a vernos ya con los bebés en brazos, todas llevábamos sujetadores más bien tirando a normalitos-feos-sosos. Todas menos una. Una que siempre los llevaba de colores, bonitos… vaya, como si no fueran de lactancia.
El resto de mujeres, admiradas con sus sujetadores y cansadas de dar vueltas por las tiendas de lencería viendo sujetadores feos y caros, le pedimos de donde demonios los había sacado. «De Igualada«, dijo, «¡Veníd un día, y os acompaño!«. Las otras no lo pensamos ni diez segundos y dijimos: «La semana que viene, todas a Igualada«. Y sí, con nuestros bebés, (3 de un mes, Laia con un mes y medio, 3 de cuatro meses, y uno de siete) quedamos un jueves para hacer LA EXCURSIÓN… ¡así, con mayúsculas!
Salimos de Manresa en caravana, con dos mamás y dos bebés en cada vehículo. No hace falta que os diga que fue una aventura, cuando uno quería mamar, el otro se había cagado. Cuando el primer coche conseguía arrancar, entonces tenía que parar el segundo… y así hasta Igualada.
¡Yo estaba tan emocionada! Nerviosa y emocionada a la vez. Desde que había parido, lo más emocionante que había hecho había sido dar el pecho, cambiar pañales y pasear. Ah, y recibir visitas. Pero eso de ir de excursión con siete mamás y siete bebés más… era todo un reto. Y una incógnita.
Me he olvidado decir que con nosotros venía un amigo de una madre, brasileño, que no hablaba en absoluto ni catalán ni castellano; era alto, robusto y negro como el carbón. Macio (creo que se llamaba) flipaba. Nos veía a todas riendo, gritando… con los bebés arriba y abajo, y no hacía más que reír.
Reír y cuidar a los bebés cuando alguna tenía que ir al baño, pagar en el restaurante donde comimos o lo que fuera. Tuvimos suerte porque resultó tener encanto con los bebés; era sensible y atento con ellos. Si flipó todo el día, imaginaos cuando a las 5h de la tarde entramos todas en una tienda de lencería, ¡ni os lo cuento!
Más que entrar, la asaltamos. La señora empezó a sacar sujetadores y más sujetadores, y nosotras, a probárnoslos… a veces, sin ni entrar en el probador. Ella alucinaba pero estaba contenta porque ¡nunca se había imaginado que en una tarde vendería tantas piezas a tantas mamás juntas!
Y justamente eso, el hecho de estar juntas y de pasárnoslo bien, hizo que produjeramos más oxcitocina y más prolactina, las hormonas por excelencia de la lactancia materna y de la maternidad, y claro, los pechos nos manaban.
Sí, nos salía la leche a chorro, así, sin hacer nada, sin que el bebé succionara… y nos pasaba a todas. No os cuento como era de complicado probarse sujetadores sin mancharlos, mientras nos reíamos, nos pasábamos los bebés unas a otras para poder tener las manos libres y vestirnos, etc… ¡y con Macio un poco más allá con unos ojos como platos! Para hacer una película, de veras.
Tras salir de la tienda, todas bien provistas de sujetadores para los próximos meses, aun fuimos a comprar ropa para los bebés. Llegué a casa a las nueve de la noche, agotada pero tan feliz, tan nerviosa y contenta, que me costó horrores dormirme.
¡Como los niños pequeños, que cuando se pasan de vueltas ya no pueden dormir! Fui tan feliz ese día… de pasármelo bien, de reir sin parar, de compartir la vida con otras mujeres como yo,… iba tan colocada de hormonas que la felicidad me duró días. Y lo que es aún mejor, nuestros bebés fueron felices.
Todo el mundo nos preguntaba (en el restaurante, en las tiendas…) «¿Pero que no lloran, estos niños?» Y yo pensaba … «no, no lloran, porque tienen todas las necesidades físicas y emocionales cubiertas y porque además, tienen mamás felices, que se lo están pasando TETA! ¿Qué más pueden pedir?«.
Gracias niñas, por tantos días divertidos como ese.
PD: El de la foto es Macio… y la que está arrapapada en sus brazos… Laia! 🙂
9 respuestas
madre que BONITO lo que acabas de contar no tengo palabras, que anegdota de verdad, no he parado de reirme mientras lo leia, esa alegria que tu sientes me pasa desde entonces a mi cuando quedaba con mamas de la asociacion de lactando y como tu dices, salir de compras con otras mamas, la felicidad me duraba dias, llegaba por la noche y empezaba a contarle a mi marido como un niño cuando viene de excursion al zoo y le cuenta todo lo que ha visto, pues yo me siento asi ,jajjaja viva la maternidad y viva el regalo mas precioso que nos ha dado Dios `nuestros hijos´, bs.
Que guay, molt bé, m’ha fet molta gràcia recordar-ho. Va ser un dia esplèndid.
Ens ho vam passar, com molt bé dius, TETA.
Mares primerenques: Podeu portar sustens «normals» i tirar-los amunt quan el bebe vulgui popar (mamar), per tant, no us compreu 10 sustens pq no fan falta.
Salut marones !!
Que aventura Miriam!
Por favor decidme que sitio, necesito unos sujetadores de esos!
Una Abrazo
Nityaprema
Era en Igualada, en el centro. Averiguo el nombre de la tienda y te lo digo. Un beso!!!
Hola a totes! Ja he trobat quina era la botiga on vam muntar el «número» dels sostenidors. Es diu NU NUA i és al centre d’Igualada. Concretament, l’adreça és: C/St.Jordi, 3. 08700 Igualada. Tel.93 804 43 87.
I ara… a continuar sexys, encara que portem sostenidors de lactància!
Qué divertido!!!! fuisteis unas valientes, por que tiene tela….pero encontrar un sujetador de lactancia que no sea anti erotico lo merece. Muchas gracias. Besos
Si a nosotras se nos hace difícil salir con mi hijo y mi sobrino, no me imagino con 8 bebés, pero es cierto que o te gastas un pastón o los sujetadores son feísimos. Y ya puestos a pedir ¿porque no los hay con los tirantes cruzados en la espalda? Es que no me gusta que se vean las tiras, con lo que tengo muchas camisetas que no me puedo poner e incluso algún vestido, porque las tiras de mis sujetadores son horrorosas
jajajajajaj quin fart de riure m’he fet. JA m’imagino la cara de la dona.
Recordo una anécdota amb les meves amigues. Som 4. Totes tenim nens del mateix any. Vam entrar a una farmacia, jo primera amb el carret i la meva petitona i les altres 3 al darrera cadascuna amb la seva panxota. La noia va dir Sou totes amigues? jajajajajjaajajaj aixi que imagino a la dona d’Igualada