8.12.2008
¡Sí, Sí, Sí, Sí! ¡Estoy embarazada! Tengo una sensación tan bestia dentro… tan intensa, que me cuesta de explicar… Soy feliz, inmensamente feliz; saber que estás dentro de mi, que has venido a nosotros… Hace días que teníamos la sensación de que era así, pero queríamos esperar a hacer la prueba de embarazo. Hace 5 días que me tenía que haber venido la regla, pero ya hace más de una semana que tengo sensaciones nuevas, por suerte, ninguna desagradable. He tenido a menudo un gusto metálico en la boca, me he sentido y me siento extremadamente cansada, con un cansancio que no había experimentado nunca hasta ahora. Es como que te clava en el suelo, como si te costara hacer los pasos, levantarte del sofá, de la cama, de la silla, para obligarte a parar, parar y parar. Como un cansancio que te ancla en el suelo para que aquella semilla tan pequeña y tan vulnerable, termine de arraigar para crecer sana y fuerte. Lo he permitido manifestarse, he permitido que todo el cansancio saliera hacia fuera, sin oponer resistencia. Me he abandonado. Sabía que era por una buena causa y he dejado que se me lleve a las profundidades de la tierra y como quien dice, hace unos días que vivo moviéndome muy poco y muy lentamente porque enseguida me agoto.
Pero el resto ha sido una sensación grande, enorme y absolutamente desconocida de plenitud. Es por eso que un día le dije a mi compañero, «¡Me parece que sí, que estoy embarazada!«. Había algo muy sutil que hacía que me sintiera otra, como si hubiera habido un antes y un después. Con todo ello llegó la alegría. Hace una semana que siento una alegría dentro de mí que me cuesta disimular y no contar a todos que es porque seremos padres, que es porque está surgiendo la VIDA de dentro de mí, que es porque ya soy madre. Sí, ya lo soy, ya me siento mamá.
Hace apenas unas horas que hemos hecho la prueba de embarazo. Estábamos tan nerviosos… que teníamos aquellos ataques de risa compulsivos mientras abríamos el paquete donde había esa cosa que nos diría si sí o si no. Hemos hecho la prueba pero no lo hemos querido mirar enseguida, nos hemos abrazado fuerte riendo, emocionados y al mismo tiempo, con aquel corazón encogido por si finalmente, todo habían sido sólo sensaciones confusas e intuiciones equivocadas. He tenido miedo de no estar embarazada. Sabía que sí, pero a pesar de todo, he tenido miedo. Él ha dicho: «Ya debe de estar, ¿miramos?«. El corazón nos iba a mil. A mil. Hemos mirado el Predictor y había dos rayas rojas claras y marcadas, sin dejar espacio a la duda. ¡¡SÍ!! ¡Estamos embarazados! ¡Nos hemos emocionado, me he puesto a llorar, nos hemos abrazado, hemos saltado, hemos reído y hemos chillado de alegría por toda la casa! Y desde entonces que no me puedo borrar esa sonrisa de oreja a oreja… soy tan feliz… recordaré este día toda la vida.
Gracias, Biel o Laia, por haber venido a nosotros. Acabamos de confirmar que estás aquí y me siento absolutamente madre. Nos quedan nueve meses por delante antes de abrazarnos físicamente. Pero de otro modo, ya te abrazo ahora, te abrazo profundamente… me sumerjo en mi alma y te vengo a encontrar, a encontrar tu esencia para fusionarme contigo y ser uno. Darte la bienvenida, decirte que te reconozco y que te quiero. Hacerte saber que estamos aquí, tus padres, desde hace unas semanas y para siempre. Para siempre.
Gracias, gracias, gracias.
Tu madre.
2 respuestas
I tant que ho recordo. Ho recordo les dues vegades. Com tu, vaig saber que estava embarassada abans de fer-me les proves i no per què em trobés malament, sinó per les sensacions. Ho sabia. El Santi no s’ho acabava de creure i creia que tot eren imaginacions meves, però jo tenia aquella nebulosa mental que em deia que allò no era normal. Bé, sí que ho era, perquè estava embarassada. Amb el segon em va passar igual. Ho vaig saber molt abans de fer la prova i el Santi tornava a dubtar de la meva seguretat. Jo recordo exactament tot el que vaig fer la tarda que vaig fer la prova, hi havia un conseller a Manresa i em vaig fumar la darrera cigarreta que m’he fumat en més de cinc anys. I els nervis d’arribar a casa. Havíem quedat amb el Santi que faríem la prova al vespre i ell mateix va anar a comprar el test d’embaràs. I sí, se’t queda la cara de rialla permanent de l’alegria. Uf, quants records. Amb el segon va ser igual, però jo n’estava tan convençuda que la prova la vam fer molt abans. Aquell mateix dia dinàvem en família. Una meva cosina ens va anunciar que estava embarassada. Nosaltres vam callar perquè vem pensar que era massa aviat per dir-ho. Els dos petits es porten només dues setmanetes.
Aquest dissabte jo també he sapigut que estava embrassada, però com vosaltres no va ser una sorpresa perquè ja ho sabia dins meu!
És molt curiós, sembla que sigui un somni, a vegades penso, això que està passant és de debò? És fantàstic i meravellós. No em paro de tocar la panxa i d’al·lucinar amb els pits que se’m estan posant… com segueixi aquest ritme… dijous tinc la primera visita al metge, i tinc una llista enooooorme de consultes. Per cert, jo també li faig un diar al meu fill/a, em vaig comprar una llibreta preciosa i ja li he escrit la primera notícia!
Gràcies, com sempre et dic, per ser-hi tan a prop.