Ya ha empezado: avalancha de niños, niñas, madres y padres enfermos. Virus de estómago, gripes, toses, bronquiolitis… Esas etapas tan “bonitas” de no dormir, mal dormir, y andar como zombies por casa.
Tengo a tantos clientes, conocidos y amigos en esta situación estos días, que quería mandarles a ellos y a ti, si estás así, unas palabras de aliento .
A veces puede parecer que cuando acompañamos en la enfermedad, no hacemos “nada” pero es TAN importante… Sostenerles en la enfermedad, cuando peor se sienten, cuando más nos necesitan. Y puede que te agotes… Normal. ¿Qué hacer entonces?
Dos cosas:
– Pensar que somos, en ese momento, su FUENTE, donde se nutren, cargan y desde donde se recuperan. Sentir que nuestro sostén les ayuda, te mantendrá en tu lugar arraigada/o a la Tierra.
– Sentir que nosotros estamos, a nuestra vez, conectados a la FUENTE. Ella nos nutre. ¿Y qué es ella? Ella es tu esencia, tu consciencia, tu parte más elevada. Ella es el Universo, y la Naturaleza. Ella está en todo y también en ti. Conéctate ahí, tu parte sabia, y confía en que esto, también pasará, y que mientras no pase, puedes ser el sostén que necesita. Y también el sostén que necesitas tú. Puedes acompañar y acompañarte
Y sí, es duro a veces, a días y a ratos, pero si es la realidad que ahora te toca vivir, vívela plena y conscientemente, viéndolo como una oportunidad para crecer juntos. En la enfermedad puede haber, también, mucha conexión. Ojalá resuene
Artículo publicado en Instagram y Facebook el 9 de diciembre de 2019