Sus manos siempre me han ayudado a conectar con ellas. Nos damos la mano al caminar y cada vez que lo hacemos percibo a través del tacto, cómo van creciendo. Es emocionante, ¿no te parece? Observar el paso del tiempo a través de las manos…
Esta madrugada ha venido a nuestra cama la peque. Viene, se mete dentro, nos damos la mano y seguimos durmiendo, sin decir nada. Hoy, mientras tenía su mano en la mía he sido consciente de lo muy mayor que es ya. Su mano ha cambiado. Y he recordado esa mano gordita de bebé que también tuvo.
Las manos de la mayor son más grandes que las mías, y los pies, y… la altura también y me impresiona, me fascina, enorgullece y hace feliz a partes iguales ser testigo de su evolución y crecimiento.
Hay quien les mira su nariz, o la cara, etc para conectar con el paso del tiempo. Yo les miro y toco las manos. Me encantan, desde el día 1. Por eso siempre te he dicho que cuando se te esté encendiendo el volcán, le mires las manos. Hay algo en ellas. Y si no sabes de qué hablo entra en mi canal de Youtube y mira el video “Respira”, de hace muchos años pero que suscribo a día de hoy palabra por palabra.
Ojalá resuene.
¿Qué te conecta a ti?
Artículo publicado en Instagram y Facebook el 20 de Octubre de 2020