Remate final

2.9.2011

Esto no es un post propiamente como los que hago habitualmente en este blog. Estoy tan y tan agotada que he sido incapaz de escribir nada como Dios manda, y lo único que me sale esta noche de jueves es explicaros el día de hoy porque ha sido uno de los días más intensos de los últimos meses.

Ayer trabajé de noche. Vamos, quiero decir la noche del miércoles al jueves. He terminado de trabajar a las seis de la mañana, con un sueño impresionante porque hacía muchas horas que no dormía (con este horario no he conseguido dormir más de 5 horas seguidas nunca. Trabajar de noche se lleva mucho peor que los despertares nocturnos de cuando acabas de ser madre, ¡os lo aseguro!). He llegado a casa, he dado el pecho a Laia y creo que hacia las 7h y poco me dormía. A las 9h me sonaba el despertador: dos horas me han parecido un tiempo absolutamente insuficiente. Me he duchado y mi compañero, nuestra hija y yo hemos bajado hacia Barcelona. Yo con el estómago revuelto (cuando duermes tan poco ya no sabes si lo que tienes es hambre, o ganas de vomitar). A las 11h entraba en directo en Catalunya Ràdio, poniendo energía extra porque me quedaba muy poca… Creo, sin embargo, que mi agotamiento, no se ha notado. Media hora puede parecer muy poco tiempo, si lo comparas con todo un día, pero cuando pones tanta intensidad, media hora te puede dejar hecho polvo. Cada jueves, después de hacer el Tener Hijos, he acabado muy cansada. ¡Hoy ni os lo cuento!

Después Laia ha pedido «¡PARQUE!» y hemos ido un rato en un parque de Barcelona, ​​cerca de la radio, donde había por lo menos, 200 niños y hacía un calor de mil demonios. Imposible estar más de 10 minutos, ¡qué horror! Con el bochorno que hacía, nos ha costado muchísimo conseguir convencer a Laia que teníamos que subir el coche, que nos esperaban los bisabuelos para comer. Finalmente ha accedido y hemos hecho una hora más de coche para llegar al almuerzo de familia. Yo estaba convencida de que podría comer con un arañazo y ponerme a dormir en seguida toda la tarde… pero me ha sido imposible. Hay un anuncio que hacen por la tele que dice «cuando tienes un hijo se han acabado las siestas…». El primer día que lo oí pensé que eran unos exagerados. Pues no sé por qué pero desde aquel día Laia no me ha dejado hacer ni una siesta…

A las 19h nos íbamos del encuentro familiar. Nos ha vuelto a costar horrores poner a Laia en la sillita del coche y volver a casa. Ahora, que ya he cenado y que creo que lo único que me queda es ir finalmente a dormir, me siento muy, muy cansada.

Pero estoy contenta. Porque este verano ha sido bestialmente intenso pero muy gratificante. He aprendido mucho, he disfrutado mucho y sí … también me he cansado mucho. Estoy contenta porque ya no volveré a hacer el turno de noche, porque no dejaré a Laia en casa justo a la hora que menos quiero dejarla en casa. Estoy contenta porque el Tener Hijos ha sido un éxito y ahora mismo vuelve a ser de los programas más escuchados de Catalunya Ràdio hoy. Y con la alegría profunda y la felicidad, el agotamiento horroroso que siento ahora mismo impreso en mi cuerpo es un poco más soportable.

Me voy a dormir, a descansar, a soñar, a recuperarme … A partir del lunes, vuelvo a tope con el blog. Buen fin de semana!