Quien más quien menos, conoce alguna canción. Quizás no recordamos ni una de cuando éramos pequeños. Y un buen día, nos quedamos «embarazados» y este nuevo estado nos lleva a rincones de nuestra infancia que nunca habríamos ni imaginado. A veces, sorprendidos, nos damos cuenta que nos vienen a la memoria antiguas canciones que (ya decía yo!) me cantaba mamá, o la abuela, o ay, no, que era un anuncio de la televisión… Da igual, sea como sea, es un buen momento para reconciliarnos con el canto. Si hemos cantado siempre fatal, sacudámonos la vergüenza, empezemos a cantar! Si cantamos medio bien y nos gusta, fantástico, porque nos será más fácil entonar alguna canción ya con nuestro hijo en el vientre.
Es un buen momento para buscar música, canciones de cuna, o simplemente, aquellas melodías que a nosotros nos gusten. A partir de la 20 ª semana de gestación tu bebé ya tiene el sentido del oído desarrollado y puede oir. Qué mejor que disfrutar juntos de la música, ¿no crees? Pero ¿por qué pongo énfasis en todo esto? Pues porque a mí, cantar, me ha solucionado la papeleta en más de una ocasión.
Empecé a hacerlo muy pronto, cuando ella aún estaba en mi barriga. Por la noche, que era cuando me dedicaba «mi tiempo», me estiraba y escuchábamos, juntas, la música que a mí me gustaba o que creía que a ella le podía ir bien escuchar. Yo no conocía demasiadas canciones de cuna y aproveché para aprender en aquellos ratos. Mi hija nació y le he continuado cantando, cuando no puede dormirse, cuando se aburre en el coche, cuando está enferma … Reconoce las canciones que le he cantado tantas veces, las asocia y automáticamente se relaja si es eso lo que necesita hacer.
Hay bebés que no soportan ir en coche … Cantad. Quizás llorará igual … o quizás no, quién sabe … Cantad en familia, haced cánones, que vea que es divertido y que reís, que no tenéis vergüenza, que jugáis. Empapémonos de su espontaneidad, dejemos la rigidez, y cantemos … porque dicen que quien canta, sus males espanta!
Un comentario
jo també he recordat alguna d’aquestes cançons oblidades i… qué maques són… «Al vespre tot d’una…»