Cuando tu hijo/a empiece a decirte «¿Y hoy qué hacemos?»,»Me aburro…» y tengáis planeado un festivo tranquilo para descansar…No te incomodes ni te agobies con su aburrimiento. Es bueno tener días así, para fluir sin más y es bueno que se aburra porque eso estimula su creatividad. Eres su madre/n padre no una monitora de ocio obligada a entretenerle todas las horas del día. Dale tiempo y sabrá qué hacer. Damos demasiado valor a hacer muchas cosas el finde: tener actividades, obligaciones, compromisos, y a menudo lo que necesitamos es parar. Tener tiempo para poder conectar con lo que nos pide el cuerpo y nos apetece o simplemente, para descansar, relajarnos y conectar con los demás a un ritmo más lento y tranquilo. Pero si cuando se quejan con el «me aburro» ya nos incomodamos o nos sentimos mal por no tener planes, vamos a volver a entrar en la rueda de hámster del hacer, hacer, hacer. Puedes responder con un»vaya…ya sé que no te gusta pero aunque no te lo parezca, aburrirse es bueno». Y cuando en un rato está jugando apasionado lo verás claro.
Del aburrimiento salen grandes ideas, y juegos, y momentos maravillosos de conexión. Que no te dé miedo tener días de tiempo libre, de cero planes y de fluir con el día y las necesidades de cada unos. Sin planes, puede haber veces de más intimidad, y más exclusividad, y muuucha creatividad. Los planes te lo dan todo hecho, el aburrimiento, no.
Ojalá resuene. ¿Qué tal lleváis el aburrimiento?