28.6.2012
Cuando vas de vacaciones passa que eres feliz y que ni el agobio de tener que hacer maletas y pensar en todo para no dejarte nada, te impide estar contenta porque sabes que dentro de unas horas estaréis fuera, todos juntos, para pasar unos cuantos días lejos de todo, rompiendo la rutina, disfrutando de cosas nuevas y lugares por descubrir. Cuando vas de vacaciones a veces pasa que las empiezas con un cierto estrés, porque cuesta llegar, porque parece que esa semana (la última de trabajo), no se tenga que acabar nunca. Parece que hay más del habitual, que no podrás, y estás convencida de que si te pidieran que trabajaras dos días más y retrasaras las vacaciones 48 horas, morirías de agotamiento y de pena.
Cuando vas de vacaciones pasa que llegas a el lugar y lo primero que tienes que hacer es relajarte, porque el nivel de actividad de los últimos días ha sido tan frenético que si no bajas las pulsaciones y los biorritmos, sabes que las vacaciones no valdrán la pena. O sea que intentas recentrarte y empezar a disfrutar plenamente de todo y de todos. Cuando vas de vacaciones tienes que mentalizarte de que la rutina se rompe y no puedes esperar que tu hij@ haga exactamente lo que hacía en casa porque todo ha cambiado. Resulta que ya está tan nervios@, emocionad@ e ilusionad@ como tú, o más, y más excitad@ de la cuenta. Está que se sale y no para de repetir «¡Estamos de vacaciones! ¡Falta mucho para volver!» Y tú y tu compañero sonreís porque no hay nada mejor en la vida que ver feliz a tu hij@, e intentas llenarte de ello mientras, de reojo, ves que los dos ponéis esa cara de «y ahora ¡como demonios conseguimos que se duerma!» porque resulta que ya son las 23h, está reventad@ y sin embargo, no presenta ninguna señal de tener ganas de ir a dormir.
Porque cuando estás de vacaciones, todo es tan fantástico que tu hij@ no quiere que el día se acabe. Por un lado tiene miedo de que aquello tan increïble que está viviendo dure demasiado poco, y por otro, es tan genial tener a papá y mamá las 24 horas contigo, haciendo cosas divertidas, todo el mundo de buen humor y sobre todo, relajados, que no… no quiere que el día se acabe. Porque el día es maravilloso, porque se llena de cada actividad, de cada minuto, de cada segundo… Y empieza a decir cosas nuevas, que no había dicho nunca. Y empieza a hacer cosas nuevas que tampoco había hecho nunca. Como si estar juntos todo el día le diera el empuje para hacer todo aquello por lo que ya está preparad@ y ya ha perdido el miedo. Con papá y mamá al lado 24 horas tiene una fuerza increíble que le permitiría alcanzarlo todo, y te sientes afortunada y una auténtica privilegiada de poder verlo. Porque su energía no tiene límites y a pesar de que hay ratos que te saca de quicio porque va pasad@ de vueltas, verl@ así, feliz al máximo, content@ y viv@… no tiene precio.
Cuando vas de vacaciones y tienes hijos, tienes que mentalizarte de que lo que hacías cuando eráis sólo dos, es muy probable que ya no podáis hacerlo. Harás otras cosas, en otros horarios, en otras formas, pero la historia ha cambiado y va bien tenerlo presente para no sentir frustración a ratos. Las cenas románticas serán diferentes porque es posible que tengáis que explicar un cuento o hacer payasadas para que tu hij@ no se canse de estar en la mesa. Podrás ir a la playa pero nada de lo de dormir o relajarse porque ahora tendrás que hacer castillos de arena y jugar a saltar olas. Deberás mirar la realidad con unos nuevos ojos y disfrutarla porque decidisteis que cambiara y no vale arrepentirse.
Cuando vas de vacaciones tienes que saber que se acaban y por tanto, no permitirte ni un solo día de negatividad. Es cierto, a veces se os hará tarde, no encontraréis restaurante, hará calor y tendréis hambre. Pero… ¿y qué? Estáis de vacaciones, estáis juntos, ¡estáis bien! Improvisar tiene estas cosas e ir a lugares desconocidos, también. Habrá días como una seda y otros que no tanto, como la vida misma…
Cuando vas de vacaciones tienes que llenarte profundamente de ellas para conseguir que el día que se acaben… no sea ningún trauma.
Para los que estáis a punto de marcharos de vacaciones… ¡A disfrutar!
4 respuestas
Buenisima esta entrada.
Yo también noté desde el principio que mi hijo avanzaba más rápido en algunas cosas durante las vacaciones.
Sí!
Es increïble ver cómo avanzan y crecen en la época de vacaciones en que están junto a sus padres…! Gracias por tu comentario.
Besos.
Nosaltres agafem «vacances» la segona quinzena de juliol (i baixem a bcn). No tinc gaires expectatives creades així que espero que tot vagi bé i que l’Eloi s’adapti a totes les noves situacions, que no seran poques!
Gràcies per l’escrit, l’acabem de llegir amb la meva parella i ens ha semblat ideal per preparar-nos una mica la ment.
Raquel,
tot i que encara et queden uns dies per començar-les… que les gaudiu. Relaxeu-vos i disfruteu. Una abraçada