Hace unos meses, en unas historias de Instagram y Facebook, colgué una foto estando en el parque. En ella decía algo parecido a que íbamos poco al parque y me llegaron decenas de mensajes preguntando “¿por qué? ¿cómo lo haces? ¿es posible no ir al parque? ¿y no se quejan?»
Como era algo largo de explicar, os prometí un post. Así que aquí me tienes, dispuesta a contarte por qué vamos poco al parque.
Este post no es para decirte, ni mucho menos, lo que tienes o no que hacer. Cada familia es un mundo y cada niño también.
Así que solo tú sabes si os funciona y os es adecuado para vosotros ir al parque cada día o una vez a la semana. En esto no hay un BIEN o un MAL. No eres peor madre si llevas al parque cada día a tu hijo o si no le llevas nunca y optas por otras actividades.
Insisto: este post es solo para contarte por qué nosotras vamos poco y lanzar algunas reflexiones y mi mirada al respecto. Nada más.
Cuando la mayor tenía unos dos años y medio, ya me di cuenta que el parque no era santo de mi devoción. Veía, demasiado a menudo, conflictos y situaciones un tanto desagradables que me incomodaban.
La mayoría de veces no iban conmigo, pero no me hacían sentir bien. Ya sabes, esas situaciones en que los niños no saben compartir porque son pequeños y no quieren, pero los padres les obligan y acaban todos llorando y los padres enfadados. Y muchas otras situaciones que seguro que has vivido y que no es necesario que te haga una lista porque las has visto o vivido.
Hice, con tono de humor, un video sobre ir al parque… quizás te sientas identificada/o. Lo puedes ver aquí:
En donde vivimos, la mayoría de los parques son ultra aburridos. En todos hay las mismas cosas, en muchos no hay ni arenal y me parecen en muchas ocasiones, poco atractivos. Muchos están sucios, extremadamente sucios con cacas de perro y colillas por todas partes, etc. Viajar a otros países europeos te ayuda a ver que los parques de aquí tienen mucho que mejorar.
Pero no es por eso que no vamos al parque. Hay otras razones:
EL CANSANCIO
La verdad es que durante los 3 años en que tanto una como la otra pasaron conmigo (mis dos hijas empezaron el cole hasta los 3 años), íbamos muchísimo más que ahora. Íbamos al parque algunas mañanas a la semana, cuando había poca gente, tocaba el sol, se estaba tranquilo y podíamos disfrutar de ese espacio con calma.
Pero cuando una empezó el cole con tres años y luego la otra, los ratos de parque se redujeron.
La razón es simple:
Los niños pequeños se cansan mucho en el cole. Pasan, a menudo, más horas allí de las que son capaces de tolerar/gestionar/aceptar y salen con un buen cóctel de emociones dentro. No solo eso: salen cansados, a veces también estresados y con cierto malestar interno que se manifiesta a veces en forma de malhumor, de rabietas, o de mil otras formas.
Imaginamos que vamos al parque al salir del cole para compartir con más niños (llevan horas compartiendo espacio y actividades con niños, a veces más de lo que les gustaría), se cansan todavía más. Sigue siendo un rato de actividad y a menudo de estrés por la dificultad de compartir, o por conflictos varios que suceden en el parque.
En este punto hay quien me dice que mejor, que así llegan más cansados. Pero piensa que más cansancio a menudo implica más situaciones complicadas: cuando decimos que hay que irse del parque no quieren y tenemos pollo para marcharnos, o pollo antes de irnos porque por culpa del cansancio (como ya están pasados de rosca) algunos niños pegan, o empujan, o empiezan a molestar.
Ahí ya tienes un montón de situaciones que te complicarán bastante la salida del parque y la llegada a casa.
Además, son escenas en público, que sabemos que a menudo cuestan más de gestionar que cuando estamos tranquilamente en casa. Ahí muchos adultos se sulfuran y se sienten mirados, juzgados… desde ahí es difícil gestionar de forma asertiva esa situación, sea la que sea. Vamos, que lo mínimo que pasará es que vamos a sudar la gota gorda.
Al parque vamos si veo que no van muy cansadas (especialmente la pequeña). Vamos temprano y nos marchamos temprano, y si lo piden. En invierno les apetece poco, prefieren ir en bici o hacer otras actividades. En primavera, les apetece más, pero aún así, no vamos más de 2 veces a la semana, más o menos. Ah, y casi nunca vamos ni un jueves ni un viernes, demasiado cansancio de final de semana.
Pero no es solo por eso que vamos poco al parque…
LLEGAR TARDE A CASA
El cansancio hará que luego, el rato en el que estéis juntos al fin, juntos y solos, ya tocarán todas las “obligaciones”: ya sabes, baño, cena, dormir.
Es decir, que el poco rato que están en casa, estará ausente (muchas veces) de calma, juego libre y compartido.
En cambio, habrá órdenes, obligaciones y cosas “aburridas” para ellos que, cansados como estarán, protestarán y podemos tener más pollos de los que nos gustaría.
Supongamos que terminan del cole a las 16:30h o 17h y que cenamos a las 19h. Si vamos al parque, para cuando llegamos a casa ya es prácticamente hora de cenar, están agotados y casi solo queda tiempo para cenar, bañar, acostarse.
Llegar tarde a casa cada día y que el rato de estar en casa sea solo para eso, en mi opinión da poco espacio para el juego en casa, para la calma, para el silencio, para conectar, para ir a otro ritmo.
Yo soy fan de ir a lo slow. De incorporar algunos momentos de silencio, de juego libre, de calma, a diario, y no solo cuando estamos de vacaciones relajados en el campo. Me gusta llevar la vida tranquila a nuestro día a día e ir cada día al parque con los horarios y el cansancio escolar, lo hacen incompatible.
No se trata de tenerlos en una vitrina, sino de ir viendo necesidades, cansancios, gustos, etc. y escoger lo que puede convenir más a cada momento.
Pero no es solo por eso que vamos poco al parque…
FALTA DE TIEMPO DE EXCLUSIVIDAD Y MIRADA
En la primera infancia, cuando es tan importante la mirada atenta y presente de los progenitores hacia nuestros hijos y el pasar tiempo en exclusiva juntos, a menudo el rato de parque diario lo hacen difícil.
Obviamente, si vamos a un parque donde hay muy pocos niños y estamos presentes jugando con nuestro hijo o atentos a lo que hace y nos enseña, seguramente no habrá problema. Pero a menudo, los parques están a tope de niños: ellos juegan y los padres charlan entre ellos o se mantienen a cierta distancia.
No estoy diciendo que no estemos atentos cuando estamos así, yo también lo hago, es absolutamente normal y no lo estoy, para nada, juzgando.
Pero si a lo largo del día no podemos tener momentos de juego, de mirada en exclusiva juntos porque nos ha pasado el día entre cole, parque y obligaciones, es probable que nuestro hijo/a eche de menos ese tiempo. Es inconsciente, claro, pero tendremos poco tiempo para conectar.
Si a eso le añadimos que aumentará el cansancio y que puede aumentar también el conflicto… conectar en estas circunstancias y llenarnos mútuamente de nuestra presencia y cariño puede ser más complicado.
Per no es solo por eso que vamos poco al parque…
JUEGO LIBRE Y RELAJADO
Claro que en el parque pueden tener momentos de juego libre, pero para según qué niños, el parque puede ser de todo menos relajado. Otros niños estarán todo el rato en tobogán, columpio, etc, pero sin tirar de imaginación, de creación de juego “a su bola”. Los habrá que sí, pero otros que no.
Dar otros espacios, como por ejemplo, el hogar, (o bosque, o playa los que vivís en municipios donde la hay, etc.), para crear esos momentos de juego libre, no dirigido por nadie, donde puedan hacer volar su imaginación, desde el silencio interno, desde la conexión con su verdadero ser… puede ser muy revelador para ellos y para nosotros. Es realmente un regalo verlo en directo.
Y sí, en el parque puede haber momentos así también, pero como entran en juego tantos otros factores que no dependen de nosotros que, a veces, ese espacio puede ser más hostil, para conectar de verdad con uno mismo.
NATURALEZA
Pero no es solo por eso que vamos poco al parque, sino porque si nos es posible, preferimos bosque, campo, naturaleza. Así que los fines de semana y también algunas tardes entre semana nos escapamos a pasar un rato entre árboles, caminos de tierra y campo. A veces lo hemos hecho incluso con amigos: quedar en una fuente, ir a merendar al río, o lo que sea, que se salga del cemento.
QUÉ TE RECOMIENDO
Que observes cómo es tu hijo y que veas qué es lo que necesita. ¿Necesita parque todos los días o necesita más ratos a solas contigo relajadamente en casa jugando a algo que le guste? ¿Podéis encontrar la fórmula que más os encaje?
Que observes también qué es lo que quieres tú. Porque si vas cada día al parque a disgusto, se nota y qué rollo hacer todas las tardes algo que aborreces, aunque sea porque a él le gusta. Quizás podéis encontrar, algunas tardes, algo que os guste y disfrutéis los dos (o los 3, o los 4).
Que no te compares con los demás. Da igual si tu amiga va al parque cada día y tú no, o al revés. Sólo tú sabes qué os viene bien, y cada una tenéis un niño distinto. Así que procura no agobiarte por eso.
Que comprendas que todos vamos cambiando continuamente y lo que os iba bien hace unos meses de ir al parque 4 días a la semana, resulta que ahora mismo, por lo que sea, no funciona y es un conflicto diario. Si es así, cambia de estrategia, ve cuál es la raíz y busca la manera de encontrar una salida.
Que no hay un «mal» o un «bien» en esto del parque, y que sois libres, obviamente, de hacer lo que más os plazca a cada momento.
Que cada niño es un mundo. Que hay niños que en el parque lo pasarán genial, otros que fatal, otros que a ratos. Unos que necesitarán descargar mucha energía y otros que allí se cargarán de todo menos de cosas buenas. Unos que la casa se les caerá encima y otros que desearán pasar allí la mayoría de las tardes. Está bien. Todo.
Espero que lo que te he contado, de alguna forma te ayude.
Y vosotros ¿vais mucho al parque? ¿Te gusta? ¿Le gusta?
33 respuestas
Nosotros vamos muy poco!!!!A veces ni una vez por semana.La grande tiene 5 años y se puede subir en casi todo pero la pequeña tiene 2 años y quiere hacer lo mismo que la mayor……El cansancio de los padres, el pollo antes de irte, que todo está sucio y me da más fatiga el parque que caminar por la montaña o playa.Los niños insoportables (lo siento pero es así) que empujan, que solo se quieren subir ellos y que los padres no vigilan ni les dicen nada!!!!!Hacer actividades entre semana tan pequeñas es difícil por lo que dices……Llegan aún más cansadas y todo se tiene que hacer a corre-cuita!!!!Lo mejor es ir sin prisa el fin de semana y tranquilos y sobretodo con más paciencia.
Gracias por este post.Pensaba que era la única que casi no iba, ya que muchos compañeros de mi hija van y a veces me sentía mal.
Nosotras no mucho Miriam. Yo soy muy callejera y como vivimos en la costa del sol pues aprovecho cada vez que hay bien tiempo para salir a la calle pero mi hija que no tiene ni tres años todavía y su padre prefieren casa. En cuanto llegan del trabajo o de la guarde no hay quien los mueva de aquí. Son más tranquilos y disfrutan más de la paz del hogar y de todo lo que se puede hacer aquí. Yo tengo que aprender a disfrutar en casa y no tener que salir corriendo a la calle en cuanto veo un rayo de sol. Un beso. Gracias por el post.
Muy reflexivo tu escrito Mirian, y que da mucho que pensar, aunque sea ya tarde, porque mis hijos ya tienen 13 y 10 años y ya casi quedan ellos con los amigos, pero si es verdad, que ellos prefieren estar con nosotros y jugar a un juego de mesa que cualquier otra cosa, y a veces por la presión de salir, les he obligado a ir al parque. Gracias por tus palabras, siempre me hacen plantarme cosas
gracias, me ha servido mucho leerte porque en esta cosa tan habitual en las mujeres y madres de auto evaluarnos constantemente con un listón de requisitos inalcanzables, veía que no llevo casi nunca a mi hija al parque… y es que ninguna de las dos estamos cómodas pero parece que una “ buena madre” ha de llevarles si o si…. y no acababa de sentirme bien con ello, ahora con tu post lo he visto clarísimo!!!!! gracias.
Gracias por el post. Me he sentido identificada totalmente. Vivo en una aldea, y tengo dos niños de edades diferentes (5y 8). Aprovecho cuando el mayor va a actividades o a casa de un amigo a jugar para llevarla un rato al parque, aunque realmente no me gusta nada!
Plantearselo no como una obligación, sino como algo esporadico parece mejor opción, quizas para las dos. Gracias
Hola María, se trata de escucharos y hacer lo que sentís, no lo que hace todo el mundo. Un abrazo!
Yo recuerdo que de peque iba al parque solo los domingos y con eso bastaba.
Aunque me gustaba estar mucho con otros niños (y siendo 15 años menor que mi hermana me aburría bastante) tenía tres o cuatro extraescolares y con eso compensaba.
Ahora siendo madre hacemos lo mismo, salimos al parque una vez a la semana, y los demás días jugamos en casa, vamos al mercado (hay parque de juegos) o a recorrer el barrio en bicicleta.
Muy muy cierto….! Yo me dejaba llevar porque mi hijo de 5 años me pedia cada dia parque, pero me di cuenta que exclusividad y otras actividades lo lleva mejor! Y ahora el pequeño ha empezado P3 y si podemos evitar parque lo hacemos! Porque todos juzgan a todos los niños, porque nunca ves los conflictos y marcharnos es un drama! Gracias por tus palabras! Eres genial! Te veo en la charla en Terrassa de la semana que biene❤️
Quines ganes tenia de llegir aquest Post Miriam! Tinc un fill de casi 3 anys, i quan les mares que coneixia de l’edat semblant al meu fill cap els 6-8 mesos van començar anar al parc em vaig animar, jo de petita mai hi havia anat, de fet mai recordo haver-ho reclamat, però em cridava l’atenció això de les tardes al parc, aixi k per sentir-me bona mare i poder sociavilitzar-me una mica vaig fer-ho, però el meu fill es va anar fent gran i jo veia k les estones al parc no anaven be. Es convertia en un nen amb rabietes, picava als nens… Un desastre! Ni ell estava bé ni jo, així k vaig decidir passar del parc, pensava en tot el k has escrit, però em sentia «mala mare» per no saber gestionar els «problemes» del meu fill al parc, i al cap d’uns dies va venir al teu comentari a IG… Necessitava sentir tot això Miriam, per creure’m a mi mateixa k tot el k pensava podia ser real. Gràcies!
Te voy hacer un monumento!!! Siempre tan reflexiva! Dando palabras a nuestros sentires q tanto nos cuesta descifrar a menudo…. fui una de las que te pedí este post! Mil gracias por este y por todo tu trabajo, nos ayudas tanto en este camino de la m/paternidad! Te abrazo fuerte yo también
Pensava que era un bixo raro perque no anem gaire al parc que bé veure que no! A la meva nena no li desagrada, però, fins al inici d’aquest segon trimestre (fa dos dies literamment) ha estat amb mi a casa, te dos anys i mig, així que, quan hi anavem ho feiem al matí i teniem el parc per nosaltres soles. Aquesta setmana ha començat l’escola em fa pena perque no estarà tanta estona a casa, així que m’he proposat que les estones que hi siguin seràn només per ella, sense omplir-nos de plans, és una nena que li encanta jugar a casa, quan tornem després de passar el dia a fora es posa de seguida a jugar amb les seves coses, ho necessita. Gràcies, veig que no ho estic fent malament observant i valorant les seves necessitats!
A mis tres peques de momento, les cuesta bastante relacionarse con otros niños. Y en el parque sufren más q disfrutan. Prefieren jugar entre ellos, pero a la vez tb tienen mucha energía. Así que nuestro plan favorito es coger las bicis y llevarnos la merienda. Disfrutamos mucho los cuatro. Lo tenemos fácil porque vivimos en un pueblo muy tranquilo.
Quines ganes tenia de llegir aquest Post Miriam! Tinc un fill de casi 3 anys, i quan les mares que coneixia de l’edat semblant al meu fill cap els 6-8 mesos van començar anar al parc em vaig animar, jo de petita mai hi havia anat, de fet mai recordo haver-ho reclamat, però em cridava l’atenció això de les tardes al parc, aixi k per sentir-me bona mare i poder sociavilitzar-me una mica vaig fer-ho, però el meu fill es va anar fent gran i jo veia k les estones al parc no anaven be. Es convertia en un nen amb rabietes, picava als nens… Un desastre! Ni ell estava bé ni jo, així k vaig decidir passar del parc, pensava en tot el k has escrit, però em sentia «mala mare» per no saber gestionar els «problemes» del meu fill al parc, i al cap d’uns dies va venir al teu comentari a IG… Necessitava sentir tot això Miriam, per creure’m a mi mateixa k tot el k pensava podia ser real. Gràcies! L’únic dubte que tinc és que es pot fer com alternativa a les grans ciutats pq «li toqui l’aire»…
Leo , conecto y aprendo! Tengo una nena de 21 meses y casi nunca la llevo al parque.,y i una de las razones principales es que no tengo uno cerca que me agrade mucho.,tienes razón en muchas cosas que dices porque cuando la he llevado generalmente salgo estrenada y ella también. Mi hija Miranda ya va al colegio (guardería) y su horario es de 7am a 17pm así que yo prefiero pasar lo que queda del día con ella.
Me gusta mucho tu cuenta, un abrazo desde Venezuela
Nosotras vamos al parque de vez en cuando y sin q sea una obligación. Por suerte, al lado del colegio tenemos un parque muy grande, con mesas de picnic para merendar con los amigos, sin toboganes ni columpios, sino arboles y cesped (y algo de cemento ). El ambiente suele ser agradable pq hay mucho espacio y por suerte también, mi hija suele aceptar bien cuando toca marchar. Gracias por compartir tus reflexiones!
Hola Miriam, acabo de descubrir tu blog y me está ayudando mucho. Me siento muy comprendida y eso me da mucha calma.
Mi peque aún tiene 9 meses, pero ya intuyo muchas cosas de las que hablas en ese post. A veces tendemos a hacer lo mismo que los demás y desconectamos de las necesidades reales de nuestros hijos. Como dices, puede que les vaya fenomenal, pero puede que no y sólo nos damos cuenta dedicando el tiempo necesario para observarles.
Muchas gracias por tu labor.
Pues mi hija de 5 años prefiere casi siempre casa y la entiendo y a veces nos quedamos fines de semana enteros metidas jugando. Aunque a veces le digo por dios vamos a q nos dé el aire un rato jeje y lo hace por mí y a ella le viene bien también pero si por ella fuera casa casa casa jejeje un beso miriam
Estoy de acuedo que los niños cuando son pequeños estan cansafo de tantas horas en el cole, sobretodo cuando ya no hacen la siesta, y necesitan ir a casa. Mi hijo mayor de 4 años cuando llega del cole con el autocar quiere ir siempre q casa. Ayer si enfado porqur me pare a charlar con una madr y despues fuimos a la panaderia. Me decia: -Quiero ir a casa-Tambien es verdad que queria ser el primero en llegar a casa, antes que su hetmano perqueño de dos años que lo trae la abuela de la guarde. Se enfado muchisimo porqur llego antes el pequeño y estuvo mucho rato de la tarde de mal humor.
Con esto aprovecho para proponer un tema: “quiero ser siempre el primero”
Como trabajar este problema cuando crea muchisima ansiedad al niño
Hola, ahora me siento más tranquila a veces por la presión de las personas de tu alrededor te sientes obligado a sacarlos al parque como cuentas algunos parque son aburridos o hay muchos niños y uno se estresa en vez de estar relajados, pero en la escuela de mi hijo me recomiendan que después de recogerlo que lo lleve al parque para socializar, estamos en Alemania mi hijo llegó casi de dos años hablamos español y está hace tres meses en el kindergarten y no habla fluido aún dice oraciones cortas ahora tiene tres años.
Totalment d’acord amb el que dius, Míriam. A mi no m’han agradat mai els parcs per tot el que comporten. On vivim només de sortir tenim un parc i uns metres més enllà un altre, així que sí o sí algun moment em toca anar-hi pq la Laia (2 anys i mig) li agrada. Per sort evito les hores full. També, intento portar-la a la Devesa (Girona), però moltes vegades em diu que a la devesa no i em quedo, puf! Però, tal com dius van canviant i hi haurà mesos que m’hauré d’aguantar i anar més al parc i d’altres que potser farem alguna cosa que ens agradi a les dues. Però, si veig que està cansada i tot i així vol anar al parc i s’hi suma que hi ha força mainada, ho evito sí o sí. 🙂
Somos muy afortunados mi hija yo, tenemos un parque a 100 m de nuestra casa, en plena naturaleza y que rara vez coinciden más de 2 niños a la vez.
A mí tampoco me gusta ir a parques abarrotados de niños y padres hablando entre ellos, nos estresa.
En el nuestro «parque privado» que lo llamamos , mi hija juega a que es un castillo, un supermercado, un hospital…. Ella sola se monta sus aventuras y veo que se relaja muchísimo y el día que coincide con otro nene o nena es como una aventura nueva.
De todas formas vamos 1 vez a la semana como mucho cuando hay cole, somos muy caseras y entresemana a todo no da tiempo.
Gracias por tus post, me alegra ver qué no soy un bicho raro insociable
Me alegra especialmente, haber leído este post, Miriam. Tengo dos hijos, un niño de 4 años y medio, y una niña de 15 meses. Con mi hijo he ido muy poco al parque y siempre en horas poco concurridas, en las que hemos podido conectar y jugar juntos. Las veces que hemos ido en «hora punta», reconozco que hemos sufrido momentos muy tensos tanto mi hijo cómo yo. Niños que lo han tratado con cierta agresividad, que le han quitado sus juguetes, etc. Por mi parte, conversaciones tensas con otros padres… es mi hijo el que la mayoría de las veces prefiere no ir y quedarse en casa o salir a la naturaleza. Yo me sentía mal por alejar a mi hijo de esa cultura del parque tan extendida hoy en día… Me tranquiliza saber que no estaba solos.
Muchas gracias.
Un abrazo desde Granada
Yo odio el parque. Para nosotros es una fuente de conflictos. Él me lo pide pero intento ofrecerle otras alternativas.
Mi hijo de casi 3 años acaba sacando lo peor de él y lo peor de mi. Y en muchas ocasiones los únicos que estamos allí intentando que el niño pase del conflicto somos nosotros mientras el resto de padres pasan olímpicamente.
Así que no hay parque. Esperaremos que sea mayor y lo llevemos mejor los dos! 🙂 gracias por el post
GRACIAS! Tengo un hijo de 2 años y medio y MUCHAS veces me he preguntado: ‘No seré muy mala madre por no ir al parque’? ‘Será que lo estoy privando de algo’? Pero AHORA me siento mucho mejor!jajaja Gracias por poner en palabras lo que siento.
Hola a tod@s.
Es posible que después de tanto tiempo ya este post haya quedado en el olvido, pero quiero dejar mi granito de arena.
Soy madre primeriza, mi bebé tiene ya 1 año y desde que nació vamos al parque 2 veces al día porque sacamos a su hermana de 4 patas.
Mi hijo ha aprendido a moverse mucho antes de lo normal. Desde los 6 meses se quiere levantar y a los 8 ya caminaba solo.
Porque lo dejo.
Ahora está aprendiendo a subir y bajar escalones, rampas, toboganes… Y me revientan esos padres y abuelos satélite que impiden que mi hijo se mueva.
Por favor, si alguien aquí se dedica a frenar la movilidad de un niño, deje de hacerlo.
¿Se puede caer? Claro, pero así se aprende. ¿O no?
Y si yo dejo que mi hijo se caiga y se levante, ¿Por qué se empeña el resto de cuidadores en no dejarlo jugar? La madre soy yo. Cada uno que eduque a su hijo como quiera.
Esa es la parte que más me cabrea de los ratos en el parque. Y muchas veces me veo buscando el lugar más apartado, donde haya menos gente, etc para no aguantar las pataletas de los adultos. Porque muchas veces son peores los grandes.
Si a alguien le pasa algo parecido, no duden en decir alto y claro que dejen a los niños en paz.
Y si alguien de los que leen esto es un adulto satélite, espero que esto le haga reflexionar.
Saludos.
Hola Esther, gracias por tu comentario. Es cierto que el post es de hace años y ha llovido mucho desde entonces. Estoy de acuerdo contigo, a veces no les dejamos SER. Te dejo un video con humor que hice sobre ir al parque que quizás te guste: https://www.youtube.com/watch?v=G7TV64HJ_rk
Un abrazo.
Qué alivio encontrarte y leerte. Llevo un año viviendo en España,mi hija entro con tres años al cole y vivía agobiada por creer que el estilo de vida aquí (según lo que he visto) obliga a pasar todas las tardes en el parque… Yo soy muy de estar en casa y antes de llegar aquí los parques eran de fin de semana y algún día entre semana… Para algunas mamás del cole es un crimen irse a casa en un día soleado y fatal que llueva porque tienen que quedarse en casa…. Yo también abogó por el juego libre creativo y tranquilo que ofrece la casa o un lugar sin juegos de metal plástico y suelo de concreto o sintético…
Me había resignado. Pero ahora con mi pequeño de 1 año me siento un poco juzgada por querer meterlo hasta los 3 años al cole … Y después de leerte voy a retomar aquello que me dicta mi instinto materno.
Muchas gracias Miriam!!
Conecta contigo. Tu instinto te indica las respuestas. Un abrazo.
Buenas tardes,
Me agobia mucho ir al parque. Mi hija estudia en el cole del pueblo de al lado y en el parque del nuestro pueblo, no están sus compañeros. Me veo siempre diciéndole: mira quién está ahí, no quieres jugar? No la veo integrada en el parque. Ella no se siente mal… Creo que es más algo mío que suyo. Pero me agobiado muchisimo
Hola Lucía,
como dices, es algo tuyo. Te remueve que no tenga amigos, pero ella no está incómoda, eres tú. Averigua cuáles son tus miedos y trabájalos para que ella pueda seguir tranquila en el parque y tú dejes de pasarlo tan mal. Un abrazo.
Entiendo todo lo que dices en el post y te doy la razón en que los parques y sobre todo los de las ciudades son sucios, sin sombra y mal pensados para los peques y que se crean situaciones conflictivas que en ocasiones los adultos gestionamos mal…pero sin embargo soy una gran defensora del parque para los niños/as. Creo que es súper beneficioso para desarrollar habilidades sociales y un entorno natural para el aprendizaje de las mismas. Es precisamente en contextos naturales y ante situaciones reales donde podemos enseñar a nuestros hijos/as a resolver conflictos, tolerar la frustración, esperar turnos, empatizar…son lugares de oportunidades para educar. No creo que evitando estas situaciones eliminemos conflictos futuros. A esto sumo que lo prefiero a tener a los niños/as apuntados/as a varias actividades extraescolares y también considero que es un tiempo de calidad para las familias y ellos/as (el poder estar con otras familias en esos momentos y «hacer tribu» en esta sociedad en que la maternidad/paternidad se vive de forma tan solitaria, es positivo porque compartes, te relajas sin dejar de estar presente, te enfadas menos con tus hijos/as porque no hay prisas ni cosas por hacer…). En fin, que lo defiendo y creo que uno de los motivos de mi actual salud mental es el tiempo de calidad que pasé en el parque de pequeña.
Un saludo y aunque esta vez difiera, aprendo de ti siempre.
Hola Berta,
Muchas gracias por tu aportación, te entiendo perfectamente y sí, yo defiendo a cada y espada los entornos naturales, pero muchos parques no lo son, lamentablemente. Como siempre, todo depende del parque, de los ambientes que se creen, de las edades de los niños, de las dinámicas que haya, de las familias que se encuentren y un largo etcétera… A mí no me gustaban demasiado, la verdad, pero quizás es que no tuve suerte con los parques a los que íbamos, quién sabe 🙂 Para gustos, colores! Un abrazo.
Nosotros no vamos a parques a diario, mi hija tiene 18 meses y encima prematura, pesa 7 kilos y medio… Para mí es un rato de tensión extrema… Niños mayores jugando salvajemente y me causa mucha ansiedad… A mí hija no le gustan los columpios, ella se dedica a buscar palos y piedras entonces no lo veo necesario y me ahorro un disgusto. Ahora mismo es pequeña, cuando sea más grande y lo pida pues si la tengo que llevar la llevaré… Pero para mí a día de hoy es un sufrimiento y prefiero evitarlo. Que alguna vez vamos, si, pero por qué quedamos con alguna mamá y amiguita, es más si yo la llevo por algo prefiero llevarla por la mañana que solo hay bebes y es tranquilo ❤️