Alguien ha perdido los papeles

Tengo la sensación de que el aumento de la crisis económica en nuestro país es directamente proporcional al aumento de tonterías que dicen los políticos.

Lo siento, pero no he podido evitar escribir sobre unas, para mí, más que desafortunadas declaraciones del Ministro de Trabajo, Valeriano Gómez. Juraría que ha perdido los papeles …

Leo en el diario La Vanguardia que el ministro aseguró que para llegar a la conciliación entre la vida laboral y personal en España, «todos» los niños se tendrían que escolarizar «inmediatamente» después de nacer. «Si tuviera que escoger una sola medida por encima de todas las demás para estimular la igualdad y, al mismo tiempo, la eficiencia de la economía, la capacidad, la producción y la riqueza a medio y largo plazo, sería que todos los niños pudieran estar escolarizados inmediatamente después de su nacimiento «. No tengo palabras. Bueno, sí que las tengo:

Otra vez, lo que menos cuenta aquí son las necesidades más básicas, más primarias y esenciales de los bebés. ¿Qué demonios les explicas de la eficiencia de la economía, de capacidad, producción y riqueza a medio y largo plazo? Los bebés quieren estar con sus madres, sobre todo, y también con sus padres. Si ya quieren estarlo siempre, ¡imaginaos cuando acaban de nacer! Por favor… Creo que seguimos tropezando con la misma piedra y que, de nuevo, queremos empezar la casa por el tejado.

Señor Gómez, los bebés necesitan a su madre. Por el contacto, por el vínculo, por la leche, porque es todo lo que conocen después de nueve meses dentro del seno materno. Todo lo que conocen y todo lo que anhelan. Los bebés, durante sus primeros meses luchan por, fuera de la barriga, conseguir el confort, la seguridad y el contacto de que gozaban cuando estaban dentro sin tener que hacer ningún esfuerzo, con todas las necesidades de temperatura, alimentación, etc cubiertas. Supongo que si los bebés nacieran hablando y caminando, justo después de haber escuchado estas declaraciones se habrían organizado por escribir lemas en contra encima de sábanas y salir a la calle en masa, para reclamar que ellos, lo que necesitan, no es entrar en una guardería después de nacer.

Pero claro, es que la cuestión aquí no es lo que necesitan los bebés y los hombres y mujeres que acabarán siendo, sino qué necesita la sociedad de ellos. ¿Qué espera que hagan un buen día ellos, pero sobre todo, sus padres y madres. Madres que, evidentemente, deberían volver a trabajar… que, al día siguiente de parir? Vaya, así se ahorrarían de pagarnos la baja maternal, ¿verdad? Bingo! Si creemos que en la conciliación y la igualdad se puede llegar de esta manera, creo que no pararemos de fracasar una y otra vez. Porque, a mi manera de entender, estamos enfocando continuamente el punto equivocado.

Quizás esto que dijo el Sr.Gómez es sólo una idea que nunca llegará a materializarse (espero), o que le pasó, así, de golpe por la cabeza, sin ni siquiera valorar su significado, no lo sé. Pero el simple hecho de que lo haya dicho así, en voz alta, públicamente, ante no sé cuántos micros y periodistas, me preocupa. A lo mejor, con tanto paro y tantos problemas que tiene encima de la mesa, ha perdido los papeles. ¡Pues que los busque! Hacen tanto daño declaraciones así…

Una sociedad que no respeta a sus bebés, es una sociedad que no se respeta a sí misma y eso… todavía me preocupa más.