14.12.2011
Hay cosas que me indignan y ayer pasó una de ellas. A una mujer recién parida, le dijeron a la clínica donde estaba ingresada que quizás ella no tenía leche, ni calostro, ni nada de nada. Me quedé de piedra… Encontré que era la mejor manera de hacer sentir bien a una madre, tranquila, segura de sí misma y con la autoestima por las nubes! Por el amor de Dios, pero ¿que están locos? Las mujeres después de parir tenemos calostro y al cabo de unas horas (de pocas o de algo más dependiendo de los casos) nos sube la leche y si el bebé va mamando, vamos produciendo. Así de sencillo.
Me fascina la cantidad de cosas que llegan a decir desde lugares donde se debería tener toda la información posible. Una pediatra dijo a una amiga con un bebé de 1 año que su leche ya no le alimentaba y que era ella, la madre, la que estaba enganchada a dar el pecho, ¡como si se tratara de cocaína! Otro, dijo a otra amiga que su leche se había convertido en agua y en consecuencia, ya no aportaba ningún tipo de alimento a su hijo. Puedo llegar a pensar que es casualidad y que justamente mis amigas dan con malos profesionales. Pero entonces navego por Internet y me encuentro cosas más alucinantes y me doy cuenta que no soy yo o mis amigas, sino que es algo muy generalizado. Que hay mucha ignorancia. Muchísima.
Hoy he leído el post de Vivian Watson en Nace una mamá que os recomiendo. Un pediatra le escribe un comentario en el blog con un tono como mínimo, despectivo, diciéndole que no generalice, y de alguna manera, poniendo en cuestión que sea bueno dormir a los niños en brazos, con amor, etc… no sea que un día no estemos. ¡Entonces sí sufriría, aquel niño! Por tanto, según deduzco de su comentario, lo mejor es no darle nunca lo que podríamos darle, y así, si nunca lo tiene, tampoco lo echará en falta. Recuerdo una madre que un día me contó que había ido al pediatra y le dijo que tenía que echar a su hijo de la habitación enseguida, ahora que había cumplido cuatro meses, porque sino, se malacostumbraría y le tomaría el pelo. U otra, que me pidió, compungida, si dándole el pecho a demanda convertiría su hija en una tirana y déspota; justamente eso es lo que le había dicho la enfermera. Recuerdo que en mi post «LACTANCIA PROLONGADA» explico lo que me dijo mi ginecólogo: «¿no tienes miedo que se te vicie dándole pecho ahora que ya tiene 2 años ?»…
Y las preguntas que me vienen a la cabeza son estas: ¿qué caray nos pasa? ¿Qué les pasa a los profesionales que tratan con niños y madres (ginecólogos, enfermeras, pediatras, etc) que repetidamente (no todos, por suerte, pero muchos) tienen un cierto interés en que no les demos lo que nos sale por instinto, lo que nos es más natural? ¿Qué demonios de manía tienen en que los alejemos bien pronto de nosotras, en que de alguna manera, no cultivemos el vínculo diario que supone el contacto, la fusión emocional, la leche materna…? ¿Por qué esta manía de convertir en malo, en vicioso, en casi una especie de caza de brujas eso de criar con amor y respeto, atendiendo a las necesidades más primarias de aquel bebé que hace dos días estaba dentro del vientre? ¿Por qué no debemos escucharles? ¿Por qué no debemos escucharnos a nosotras mismas? ¿Por qué desnaturalizarnos y evitar hablar de la maternidad como lo que es, un milagro, una de las cosas más sagradas y más poderosas que hay en la vida? ¿Por qué esta manía de convertir las madres en niñas tontas que creen que juegan a muñecas? Y sobre todo… ¿por qué alejarnos del amor?
Sólo me viene una respuesta a la cabeza o un motivo. Porque no gusta. Porque la mayoría de seres humanos no hemos sido suficientemente maternados, ni con suficiente leche, ni con suficiente contacto, ni con suficientes brazos, ni con suficiente escucha y empatía, ni con suficiente calor por la noche, ni con suficiente fusión. Y cuando esto no se ha tenido, no se ha mamado, y sobre todo, cuando no se ha puesto conciencia y no se ha podido llorar, ni poner un poco de luz en tanta, tanta oscuridad, ver a alguien fusionado que desprende amor por cada poro de su piel, remueve. Y incomoda, y da rabia, y genera antipatía… Y entonces, desde la posición que nos otorga la bata blanca, o lo que sea, decimos frases crueles, fruto de la ignorancia, de la poca información, pero también fruto del no sabernos (aunque sea de manera inconsciente) maternados como la que tienen delante materna. Y aparece el dolor que debe transformarse rápidamente en ataque, en sembrar inseguridad en aquella madre novata, no sea que fuéramos nosotros (los entendidos) los que nos quedáramos con esa rémora de dolor que nos haría tambalear y nos obligaría a replantearnos millones de cosas en las que no tenemos ninguna intención ni interés en sumergirnos. O sea que atacamos y de alguna manera, también nos defendemos. Porque (inconscientemente) hemos tenido celos de aquel bebé en brazos de su madre con cara de feliz y de plenitud. Porque (inconscientemente) nos gustaría podernos convertir en esa criatura, y tener un poco más de la madre que no tuvimos y que, sí, aún ahora, con 40, 50 o 60 años… añoramos. Y la madre se marcha indefensa, dolida, triste, infantilizada, preocupada, culpable y sintiéndose incapaz de sostener ese bebé, porque lo que le surge de dentro, lo que le daría, le han dicho que no vale. ¿Como lo hará, pues, ahora?
Me indigna, me entristece, me da pena y me duele la ligereza con que se trata y se habla a las madres, y de alguna manera, también a sus bebés. Me duele el poco amor y la poca empatía. Y desde aquí mujeres, madres, desconocidas, conocidas y amigas: haced caso a lo que sois, a lo que sentís, y a lo que os dice el corazón. Tomad el timón y empoderaos. Creed que sois, que lo hacéis bien y que tenéis todo el derecho a sentiros orgullosas. Haced el favor de no dejaros pisar y no creer a ciegas alguien con bata blanca que dice: «será que no tienes leche». Amad a vuestros hijos con locura sin miedo a convertirlos en perfectos inútiles. Respetadlos por encima de todo y caminad juntos lo que os toque vivir con empatía y con amor.
Sólo así podremos ir poniendo luz a tantos siglos de oscuridad.
32 respuestas
No podria estar més d’acord amb tu, Míriam! Que trist i alhora indignant que d’alguna manera es vagin «tallant» els instints i en comptes d’ajudar, els professionals i la gent de l’entorn d’una mare novella (o no) posin entrebancs, fent-nos sentir poca-coses, males-mares i un llarg etc. Sort de gent com tu que escriviu d’una manera regular i estupenda el que penseu i, almenys a mi, m’ajudeu a sentir-me «normal», que no estic sola i que ho faig prou bé. Mil gràcies!! Un petonàs (vaig una mica de bòlid i tinc posts teus pendents de llegir…..aargggg!!)
Hola, Queralt, no t’estressis…! Ja llegiràs, tranquil·la… celebro tornar-te a trobar pel blog. Gràcies per tornar-hi i per dir-hi la teva. Una abraçada.
No puc entendre, no puc com en molts hospitals hi ha professionals assessorant d’aquesta manera.
A més , molts d’aquests són amics dels nens.
Nosaltres vam tenir la sort q la Laia naixés a la maternitat, vam trobar professionals excel.lents i també és cert, q anavem amb el llibre del Carlos Gonzalez llegit.
Una pena, per que només un d’aquests factors diferents i la lactància hagués fallat.
Menys mal q encara hi ha caps a on hi ha grup de lactància q s’impliquen i donen suport.
Olga
Que bé, Olga, quina sort! Que bé, que us trobéssiu aquests professionals, que us ajudessin i que com a mínim, no posessin pals a les rodes! Evidentment hi ha molts llocs o millor dit, moltes persones que fan les coses MOLT bé, només faltaria. Imagina’t que tothom ho fes molt malament, seria un drama! Però encara ens hem de sentir a dir estupideses moltes vegades; amb la lactància, amb la criança, etc… I és una pena. Gràcies, Olga, per explicar la teva vivència. Una abraçada.
Ay por dios!! Cuanta razón tenes!!! Que placer haberte encontrado…
A escuchar a nuestro corazon y a nuestro instinto! No nos dejemos infantilizar mas! Somos poderosas…hagamoslo saber!
Hola, Bren… yo no sé cómo andaréis en vuestro país en este tema, pero es que aquí, a veces se me ponen los pelos de punta! Y no hay derecho, hombre… al final, al cabo de escuchar no sé cuántas tonterías me indigno! En fin… un beso, guapa, y gracias por tus palabras.
Jo també me’n faig creus de tot el que s’arriba a dir a les dones quan són mares. Sempre he tingut la sensació de que hem desaprès, però que tornar a aprendre només és qüestió de posar-hi consciència, seguir el nostre instint i sobretot donar amor. I possiblement molta gent no n’aprendrà, però sóc optimiste i vull pensar que vénen noves generacions amb molts cànvis, i amb més consciència.
Petó.
Dinma, el que tinc clar és que sí, que hem desaprès com molt bé dius tu en el teu comentari. Hem desaprès i hem deixat que de mica en mica, es vagin apoderant de tot el que és nostre i només nostre. Jo opino com tu, sóc optimista i crec en els nens que pugen, criats amb amor i respecte… confio que ells sabran fer-ho millor i que com a mínim, no deixaran que ningú més els robi el que és seu i només seu.
Un petó.
Si ja se’ns fa complicat a les mares enfrontar-nos a les nostres pròpies pors i inseguretats, les que ens surten de dins, només ens faltaria haver de gestionar les de l’entorn i les dels «professionals» amb qui hem de tractar!!! Jo ja no ho explico, ara predico amb l’exemple i tracto el meu bebè com em surt de dins, li parlo, li explico el que faré, el tracto amb respecte i amor i miro de respondre als comentaris amb la màxima naturalitat i la mínima mala llet. He descobert que quan mirava d’explicar perquè faig les coses acabava justificant-me i que això donava peu a que la gent encara hi posés més cullerada i anar donant més voltes al tema. M’ha ajudat molt parlar amb altres mares conegudes, del grup de suport a la lactància i llegir blogs com el teu. Ha estat un procés intern dur i molts moments de tristesa i mal humor, però cada vegada
estic més segura i en vaig aprenent més cada dia. El Ramon tot just té 4 mesos, segur que encara hem de sentir moltes bestieses i enfrontar-nos a moltes situacions desagradables, però poc a poc anem fent camí…
I jo et felicito des d’aquí, Annuska, per estar criant el teu fill de quatre mesos com expliques; segons el que et dicta el cor i amb respecte i amor. Segur que ets una gran mare, no en tinc cap dubte, i segur que el Ramon així ho sent. Que preciós que ha de ser ser maternat com tu ho fas amb el teu fill. Enhorabona. Que el vostre camí sigui fàcil i estigueu en tot moment ben acompanyats per un entorn que us entén i us respecta.
Una abraçada.
Jo vaig tenir sort de trobar-me a la clínica una «tropa» d’infermeres pro-lactància, potser eren masses persones pel meu gust en aquells moments, però gràcies a elles i la meva insistència, vam superar els primers dies de dificultats lactants.
La resta del temps ha estat una lluita interna per arribar a entendre que havia de prioritzar el meu instint per sobre de tot, cosa que em va costar molt, perque tal com comenteu més amunt, ens fan creure que al ser novelles, no en sabem res de res i em fèien dubtar de tot.
Lo important, crec jo, és intentar estar segura d’una mateixa, creure en el nostre interior, en el nostre instint, i així tota influència externa farà menys mal.
Clarise, celebro que tinguessis també sort just després de parir amb els professionals que et van atendre. I sí, el temps posterior a vegades és una lluita entre el que sentim, el que ens diu l’entorn, el que ens diuen els professionals, els nostres propis dubtes,… allò de: «i si m’equivoco?»… i anem caminant a les palpentes, criant malgrat les nostres inseguretats i preguntes!
Una abraçada.
A mí siempre me ha sorprendido la reacción del personal sanitario ante la lactancia materna. Es increíble…¿no conocen, al menos, las recomendaciones de la OMS?
Yo viví dos experiencias al respecto:
– Cuando nació mi hija una enfermera entró en la habitación, cuando la enana tenía horas de vida y al fin podía verla por primera vez (sí, nos separaron tras la cesárea, y todos mis familiares y amigos pudieron mirarla antes que yo…), y me dijo que yo no podría darle el pecho, porque tenía pezones invertidos. Bueno, pues ya lo creo que pude, a pesar de que me costó muchas lágrimas las primeras semanas…pero una gran satisfacción. Ella se destetó pronto, a los 7 meses, pero esos meses de disfrute de la lactancia no se los quita nadie 🙂
– Con el segundo hijo todo fue más fácil, no hubo dolor en ningún momento. Ahora tiene 11 meses y seguimos…cada niño es diferente, y con él se dan las circunstancias propicias (estoy en casa, y cuando su hermana era peque yo no estaba) y le encanta la teta. En la revisión de los 9 meses me dijo la enfermera: «Pues ya va siendo hora de destetar a este niño, no te parece?» A los 9 MESES. Tremendo.
El tema de la lactancia materna no es fácil. Hay quien no tiene ningún problema y todo va rodado, pero hay otras veces en que por lo que sea, empiezan a aparecer dificultades y es entonces cuando hacen falta buenos profesionales que sepan de qué están hablando. Que sepan cómo funciona la lactancia materna, que sepan cómo es la leche, cómo funciona la ley oferta-demanda, etc… A veces una lactancia exitosa depende de eso, de encontrarte con la persona adecuada que sabe de lo que habla.
Pero todo el mundo se cree que entiende de lactancia y todo el mundo opina. Y entonces empiezan los errores, los miedos… Que tengáis mucho más tiempo de lactancia exitosa con tu hijo. Un beso.
Leo mi comentario anterior y creo que tengo que explicar que mi hija se destetó sola. Cuando iba a trabajar le dejaba bibes de mi leche al principio, luego no era suficiente y le empezaron a dar leche en polvo. Un día empezó a rechazar la teta y sólo quería el bibe. Tampoco lo viví como algo traumático, porque fue decisión suya. Pero sé que hay muchas mamás que pueden seguir manteniendo la lactancia materna a pesar de estar muchas horas fuera de casa!!
Qué pena tener que presenciar y oir semejantes cosas que prefiero no calificar. Es increible como algo tan natural como dar el pecho, abrazar a un hijo o quererlo se ha convertido en un problema
Sí, increïble, tú lo has dicho… Parece mentira, ¿Verdad? En fin, mucha pedagogía y pacie cia, hace falta!
Un beso!
A mí este tema me indigna mucho Miriam.
Mira, tengo una amiga que se negó a darle el pecho a su hijo. Según ella porque los biberones artificiales alimentan igual o mejor que la teta. Es obvio que a mí no iba a escucharme y que con una idea tan clara de la lactancia materna decirle algo para hacerle entrar en razón era como predicar en el desierto.
Me eché las manos a la cabeza cuando en la clinica donde dio a luz directamente le dieron el biberón desde el primer minuto en que lo solicitó; sin una charla previa sobre los beneficios de la LM, sin darle ni siquiera el calostro al bebé… Tenía la esperanza de que los profesionales sanitarios le harían entrar en razón o al menos ponerle las cartas sobre la mesa para que decidiera con toda la información clara, pero ni ellos mismos se molestaron medio segundo en explicarle nada…
Te entiendo Silvia… Supongo que ellos te dirían que no pueden obligar a una mujer a dar el pecho si no quiere hacerlo, y es verdad. Pero sí que deberían dar toda la información necesaria para que, como mínimo, la decisión se tome con toda la conciencia posible.
En fin… no creo que sea el último día que hablemos de esto… Un beso.
Que suerte he tenido! de tener a mi lado un ginecologo y un pediatra que valen tanto la pena! Saben todo de crianza con apego, colecho, bebes canguros (cargadores como el fular), lactancia, etc.! el pediatra de mis hijas es el jefe del banco de leche humana en mi pueblo, el proposito es que sea la unica forma de alimentar a los bebes, con lactancia, y que las mamas que por razones medicas no puedan dar pecho, igual se beneficien de leche materna! Terrible que existan medicos tan ignorantes!
Pues sí, Clau, mucha suerte! Lo celebro. Un beso.
Solo decirte que tengo amigas que han dado el pecho y casi se muere el niño por deshidratacion porque su leche no tenia los componentes necesarios… asi que no critiques a los medicos porque digan eso¡
Aerinha, siento que mi texto te haya molestado y entiendo que te preocupes por los hijos de tus amigas. Los ejemplos que pongo en el escrito son todos fruto de la desinformación y por lo tanto, criticables, a mi entender. No conozco el caso de tus amigas, y por lo tanto, no puedo comentarlos.
Añadiré que este texto no iba sólo de lactancia materna, sinó que era mucho más amplio, y lamentaba la falta de información y las formas descuidadas y poco empáticas con que muchas veces se trata a madres y bebés.
Un beso.
Jo no sóc metge ni infermera, sóc mare. Una mare que lliurement va decidir que no li volia donar el pit a la seva filla. Una filla que és la meva vida, que té tant amor o més que qualsevol fill que ha estat alletat. Em sembla ridícul posar en dubte l’amor d’una mare perquè li doni el pit o no al seu fill. Saps una cosa? El papa de la meva filla ha pogut alimentar a la nena des del primer dia, perquè a banda de mares també hi ha pares. Em sento orgullosa de la meva decisió, ho tornaria a fer sense cap dubte. La meva filla té tot l’amor que necessita i més, el meu amor per ella és incondicional.Creix perfectament i a més és feliç Ningú té dret a jutjar-me com ja va fer una pediatra, perquè també hi ha qui ens critica als que prenem aquesta decisió, quina falta de professionalitat. A mi la única persona que un dia podrà dir si sóc bona mare o no és la meva filla. Jo tinc la millor mare del món i t’asseguro que no recordo si em donava el pit o menjava amb biberó.
Hola Mercè. Repeteixo, no era un post sobre lactància materna i de judici a les mares, al contrari. Lamento que no m’hagi sabut explicar prou bé. Per això, per si algú té algun dubte sobre tot plegat que llegeixi el post «De tetes, biberons, culpes i decepcions» https://www.natural-cs.org/public/miriam/?p=1296 que vaig escriure al seu dia. Espero que els dubtes, aleshores, s’esvaeixin.
Un petó
Míriam, según te leía iba compartiendo tus mismos sentimientos. Primero indignación e incredulidad para después pasar a la tristeza y finalmente esa explosión de amor, de confianza y de unión entre nosotras, reconciliándonos con nuestros cuerpos. Gracias por este post. Un abrazo
Gracias a ti Colo… Un beso!
Bien dicho Miriam!
Yo me llevo muy bien con mi TERCER pediatra, desde que no comentamos nada sobre sueño, alimentación, lactancia o crianza (desde que mi hija tiene unos 3 meses). Siempre que me pregunta sobre estos tópicos, el padre y yo decimos que «BIEN». Y ojo, si mi niña enferma o debo ponerle una vacuna, yo lo sigo todo al pie de la letra, que ese es su ámbito y salvo algo muy grave (que lo consulto con otro) le creo y le tengo mucha confianza.
Además, creo yo que atendiendo, maternando, amando, mimando, abrazando a tu hijo o hija, definitivamente tienes la mejor terapia, para curar a esa niña triste propia que muchas llevamos dentro. A mi me ha pasado eso. ¿Porque? Porque simplemente tengo en todo momento a una niña feliz, pícara, risueña, empática y amorosa, recibiendo de ese ser tan pequeñito, lo que muy probablemente no recibí de pequeña -y ojo que no culpo a mi madre de nada, creo que hasta la comprendo- Si mi hija es feliz y si yo soy feliz haciendo lo que mi corazón me dice, lo que mi instinto me dicta, estoy siendo madre de verdad, no madre perfecta, si no MADRE de verdad.
Grabriela, gracias por contar tu experiencia. Me parece muy bien todo lo que has expuesto y lo que has decidido. Celebro que tengas la seguridad y fuerza suficientes para llevar adelante la crianza que sale de tu corazón sin dejarte influir por el qué dirán y esas cosas. A veces no es fácil…
Un beso.
A mí me da también mucha tristeza que esto pase en una gran parte del sector sanitario, pero no es más que un reflejo de la visión predominante en nuestra sociedad sobre la maternidad y la crianza. Pero para eso estamos aquí nosotras, para contar nuestra experiencia y demostrar a las mamis y papis que nos leen que otra forma de hacer las cosas es posible. Un abrazo.
Sí, Mousikh, ojalá lo que escribimos, lo que contamos, ayude a algunas madres. Y es verdad, lo predominante es creer que dando amor se malcría a los niños. Una pena.
Un abrazo, guapa!