Hay una cosa muy divertida y apasionante de la etapa que estamos viviendo ahora con nuestra hija y es el habla.
Las madres y los padres tenemos la enorme honor y privilegio de ir viendo como nuestro hijo/a se adentra en el mundo del lenguaje, primero de forma tímida pero de repente, y casi sin avisar, se lanzan a la piscina y entonces, no paran, como si tuvieran un ansia feroz en aprenderlo todo, en decirlo todo bien, para comunicarse mucho mejor.
Un día aprenden y saben que la palabra les es útil, que sirve de algo, y entonces perseveran hasta unos límites que los adultos ya ni recordamos, hasta aprenderlas todas. Les faltan horas.
Hasta el año y medio sólo decía tres palabras, «mamá«, «papá» y «teta«. Al poco, muy poco, empezó a decir palabras sorprendentes como «cuatro«, por ejemplo. Pero ha sido este verano cuando ha habido la auténtica explosión no sólo de palabras sino de unirlas y empezar a hacer frases.
Ha aprendido a hacer bromas y disfruta diciendo una palabra por otra para hacernos reír.
Y con todo esto… yo no me canso de mirarla, de escucharla, de estar con ella y aprender, e intentar retenerlo todo, para no olvidarlo nunca. Tengo una libreta y apunto algunas cosas pero hay tantas que se me escapan…
Con las palabras, ha comenzado a ser todo más fácil, porque ella misma ha podido poner nombre a lo que siente o a lo que vive o ve. Hay palabras que un buen día han salido de su boca como «¡Contenta!» O «Enfadada«. Este verano me ha dicho: «No te vayas… ¡Quiero aquí! «, o «Quiero mamá!» cuando me tenía que ir a trabajar.
Pero también ha aprendido a decir: «Besos… Te quiero… Mimos» haciéndome feliz cada vez que su voz dulce las pronuncia espontáneamente, sin ni siquiera haberme preparado para escucharlas.
Con el lenguaje, que poco a poco se va incorporando a su vida, ha empezado a hablar mientras juega sola, y tiene auténticos diálogos yendo a «comprar» peras o manzanas, o fresas, ampliando el abanico de juego simbólico, el abanico de posibilidades que le permiten la combinación de imaginación y palabras.
¿No es fantástico? Es natural, lo sé, y sé perfectamente que lo hacen todos los niños, pero yo no lo había vivido ni visto de tan cerca, con tanta conciencia, con tanta presencia y me apasiona.
Me fascinan… no sólo los pasos que va haciendo nuestra hija, sino los pasos que hacen los niños, los que conozco y los que no. El otro día quedamos con todas las niñas y sus hijos, después del verano en que hemos podido vernos menos… Y por dentro pensaba «como han crecido», y veía como, poco a poco, empiezan a jugar juntos, a lanzarse una pelota y… a hablar.
A besarse cuando llegan y a besarse también cuando se van. A decir: «¡No quiero marchar!» Cuando toca ir a casa o decir: «¡Quiero amigos!» cuando ya estamos en el coche. Ahora ya no sólo se pelean como hacían hace un cierto tiempo.
Ahora ya no sólo se quitan lo que tienen en sus manos. Ahora ya no sólo juegan con sus propias cosas sin darse cuenta muy bien que allí hay otros niños. Todo va cambiando, todo va moviéndose y ellos van creciendo y aprendiendo.
Y a mí me parece que mi tiempo no pasa, porque a veces me quedo embobada observándola porque quiero memorizar cada nueva palabra, cada nuevo movimiento de esta persona que un día quiso venir a nosotros.
No añoro lo que hacía ni tampoco tengo prisa para que llegue una nueva etapa con todos los nuevos retos que habrá alcanzado.
Sólo quiero el momento presente; grabarlo en el lugar más profundo de mi alma, para no olvidarlo jamás y cuando ella ya tenga 15, 20 o 40 años, recordar lo feliz que he sido en cada espacio de no-tiempo en que me he quedado boquiabierta simplemente, mirándola.
8 respuestas
Ostres, sí que hem tingut telepatia, Míriam!
és que és fascinant com de cop, ho repeteixen tot…
aquest estiu em va fascinar perquè normalment senyalaven una cosa i deien el nom…»vaca», per exemple… i després alguna cosa que no entens
doncs aquest estiu érem al cotxe i salta l’Ona i diu, literal: «L’Ona veu una vaca… gran!». waaaaaaala!!!!!
A més nosaltres tenim un recital de «L’Ona vol ….» «l’Estel vol anar a…»… jajajajja és increïble…
Un procés que ara arriba també acompanyat del «Perquè mama?????» aaaaaaiiiii jajajajajajaja
Òstres… l’etapa del «I per què?» també es mereixerà un post, segur! La Laia encara no ho diu… temps al temps. Que guapo deu ser veure com dues persones diferents, alhora, com són les teves bessones, descobreixen cada una a la seva manera el llenguatge! Ets molt afortunada! Gaudeix-ho! Una abraçada
Aisss jo encara no estic en aquesta etapa! em moro de ganes de que xarri!!! només diu paraules, algun nom propi però encara no repeteix.
Això si dona ordres tota l’estona, tu aquí, tu aquí, mama aquí, no no i més no! jajaja
EL seu nom no el diu, sol dir, mama, papa, yaya, yayo, globus, pam, aba, Ahmmm, que vol dir tinc gana! Quico, Uiol, Eloi, tati, i més cosetes….
El que passa es que fa frasses però em dona la sensació de que sempre diu les mateixes paraules… ahhh i tetaaaa! també dona ordres per la teta jejejeje un noi amb caràcter!
Se que parlarà en breu, però a comparació d’algun nen de la seva edat, encara va per radera, però bé passarà com el caminar, va començar el 22 de Desembre de l’any passat i no ha parat!
(als 16 mesos!
Sí, Pilar, no et preocupis… Tot arriba! Cada nen té el seu ritme amb tot; amb el caminar, amb la parla, amb superar la timidesa, etc. Que no t’atabalin els que diuen: «encara no parla?»… Tothom té molta pressa a què ho facin tot ràpid i bé, i a què sigui el «millor!». Paciència! Una abraçada.
totalment d’acord amb el que expliques. Això de parlar és màgic…A mi encara no m’han dit «mama», però veure els ullassos de la Laia mirant-nos mentre xarrem, mentre riem i veient que està amb els sentits al 100% per aprendre… és una experiència increïble, perquè ets conscient que «està aprenent»… I tot d’una un dia diu «Mataaaa»… i ja no se n’oblida,ja ho associa a alguna cosa…és senzillament un misteri meravellós! Per no dir les paraules que t’ensenyen!: queles, culata… i tantes altres que jo ja utilitzo com si res! 😉
Jajajajaja! Sí, crec que hi ha paraules que ja quedaran introduïdes en el nostre vocabulari… No és més maco «queles» que «galetes»? 😉
Miriam, totalment d’acord amb tu i amb el q dius al final del post. En moltes coses em sento molt identificada amb tu xq expliques q fas tu i jo ho estic fent igual, hahaha! Debem tenir un caràcter similar… Potser.
Pd–> jo tb els hi he fet una llibreta d’anècdotes als meus dos fills.
🙂 Me n’alegro! Una abraçada