12.12.2011
Padres y madres «embarazados». Padres y madres que acabáis de parir. Tenéis que saber que a partir de ahora, habrá gente que os dirá cosas sin dirigir-se a vosotros, es decir, que mirarán a vuestro bebé y como si mantuvieran una conversación de adulto le dirán lo que no se atreven a deciros a vosotros mirándoos a la cara. Al principio no lo acabaréis de entender y pensaréis que es sólo fruto de algún tipo de enajenación mental pasajera que desconocéis, pero más adelante veréiss que estamos hablando de un virus que se extiende y se extiende, y que afecta a buena parte de los que, hay que decirlo, creen que estáis haciendo algo mal en esto de criar a vuestro hijo.
Pero pondré algunos ejemplos que los que tenéis hijos seguro que habéis oído o vivido alguna vez. Es invierno y sales a la calle con tu hijo abrigadito que está la mar de feliz dentro de la mochila y la colcha, o dentro del saco del cochecito. Llega X persona y le dice: «Ay, ¡que guapo que estás! ¿No te abriga demasiado tu madre?». En estas ocasiones a mí me apetecía decir aquello de: «¡Hola! ¡Estoy aquí!» Porque temía que no me hubieran visto… (dicen que soy ¡pequeña!). O tu hijo hace un estornudo y le dicen aquello de: «ay que me parece que te estás resfriando… ahora rápido a casa». Señora, ¡que no sabe andar! Lo decidiré yo si vamos a casa o no… En aquellos momentos la verdad es que no me importaba demasiado lo que dijeran o dejaran de decir: yo estaba enamorada perdida de aquella criatura y como veía que ella ponía esa cara de «no conozco a esta señora de nada», pues simplemente, pasaba. Pero ahora resulta que nuestra hija se ha hecho mayor, y lo entiende todo, y habla, y lo dice todo y a veces sí… parece muy y muy mayor. Ahora sí que me fastidia que le digan cosas que, en realidad, me quieren decir a mí.
El otro día fuimos a una tienda los tres. Era por la mañana, una hora que muchos niños están en la guardería, pero… atención, ¡no todos! Uno de los dependientes le dice: «¿Qué haces, que no estás en la guardería?» Y ella no contestó porque claro, en la guarde nunca ha ido. Y venga, para no ser borde y dejar ese silencio matador dije: «no va», ante la cara de sorpresa del señor que no sabía si decirme «pero ¿que estáis locos?» O, intentando reconducir la venta que creo que le interesaba bastante, decir aquello de «ah, mejor… así no se pondrá enferma!» y hacernos un poco la pelota. Adivinadlo. Usó la segunda opción, pero la verdad es que a pesar de que la intención que puso era buena, se veía a la legua que lo desaprobaba. Un rato más tarde pasamos por el mostrador. Había otro chico, de nuestra edad, que la verdad es que no hubiera sido necesario que dijera nada, porque era el otro señor el que nos atendía. Pero no pudo evitarlo: «Vaya, así que hoy haces campana y no vas a la escuela?» con ese rin-tin-tin que Laia no entendió y que a mí me puso de los nervios: «Caramba , veo que tenéis mucho interés en que vaya a la escuela!» ¿Suena desagradable? Quizás sí, pero no lo pude evitar. El efecto fue inmediato, el chico más joven desapareció como por arte de magia y el señor dijo: «Tendrá toda la vida para ir a la escuela…». Punto final de la historia. Ningún comentario.
Al salir, mi compañero me dijo que seguramente lo decían por ser amables. Probablemente. Pero por un lado se me ocurren mil otras maneras de ser agradable con un niño pequeño y no son decirle que hace campana, y por otro… tampoco hacía falta. Unos días después, en casa, me di cuenta de que aquellos dos pagaron los platos rotos, de tantos comentarios hechos a Laia cuando, en realidad, no eran más que un juicio hecho indirectamente a su madre, o sea, a mí. Me di cuenta de que ellos dos debían ser la gota que colmó el vaso… pero es que me da rabia que hagan comentarios así a una niña que ya entiende todo lo que se le dice, y que además capta perfectamente el tono de desaprobación y pone esa cara de «mamá, ¿qué he hecho mal?». Y desde aquí, por favor, no utilicemos los niños pequeños para desahogarnos de cosas que no nos atrevemos a decir a los adultos que son sus padres. Si no tenemos la valentía de decir lo que queremos decir y a quién queremos decirlo, pues callemos, que a veces calladitos, ¡estamos mucho más guapos!
35 respuestas
Tens tota la raó del mon. Els fills es converteixen en un tercer interlocutor al que molta gent mira pero tu, mare o pare, saps perfectament que les paraules te les estan dient a tu i no al petit. Ho has descrit molt bé
Sí, i a vegades et sents obligat a contestar, per defensar el teu fill d’aquelles paraules amb «rintintin»! En fi… molta paciència es necessita quan cries! 😉 Un petó
Ai, m’hi sento molt identificada, però per sort el meu encara no entén res… A mi el que més ràbia em fa es que li diguin «fas molt bé de plorar, perquè de seguida t’agafen, com en saps de pendre el pèl als pares, eh?» argh! Mai m’havia parat a pensar que part de la ràbia que em fa un comentari d’aquest estil és el fet que no m’ho diguin directament a mi…
Ui, aquest comentari que acabes d’explicar es mereix un dard directe, resposta directe, perquè està fet amb molt mala llet, a banda de què tracta al teu fill de «cabronet»! Hi ha molt mala baba a vegades amb això de la criança… i és una pena. I encara fa més ràbia quan la mala baba es dirigeix directament al teu fill abans d’arribar a tu… Si tenen algun problema que te’l diguin a tu, i que sinó, callin, home!
Me paso la mismita situacion en una tienda una mañana (mi nena tiebe 2 años) fue un «hombre,tu tan mayor no vas a la guarderia?» Y la dije «es una de las pocas niñas que tienen la suerte de disfrutar con su madre en casa» y se calló. A veces esta bien cortar por lo sano.
Tambien me ha pasado ahora q estoy embarazada q le hablen a la nena de los años q se va a llevar con su hermana, de los celos q la tendra… me parece tan desagradable no solo xq lo.hacen delante de mi, sino por lo q tu bien explicas, q los niños NO SON TONTOS! A ver si alguien lo lee y con las mayusculas se queda con la copla.
Tienes toda la razón, Angela… da mucha rabia cuando empiezan con el hermanito mayor, que si tendás que cuidarlo, que si él será el pequeñito y esto ya no lo podrás hacer porque tienes que ser el mayor y responsable…! En fin, supongo que es inevitable y que, otra vez, son cosas que se dicen sin pensar. Pero por favor… ¡que se piense más antes de hablar!
Ánimo con todos los comentarios que te faltan 😉
A mí me ha pasado que alguna mamá le ha dicho a mi hija: «¿y tú por qué no te quedas a comedor?, ¡¡con lo riquísima que está la comida y lo bien que se lo pasan todos jugando después en el patio!!». Comentario más que desafortunado: mi hija todos los días me dice que se quiere quedar a comedor, y yo todos los días le explico la suerte que tiene de poder comer en casa, dormir su siesta y disfrutar de su mami. Pero, bueno, la gente tiene que calmar su conciencia…Me parece estupendo que cada familia busque su forma de organizarse, no hay una única solución, pero yo no me meto a organizar la vida de nadie! y lo peor es lo que comentas aqui, el tonillo con el que se dirigen a los niños.
La gente somos así: queremos que todo el mundo haga lo mismo k nosotros porque sino nos sentimos mal porque nos abre la puerta del :»y yo, ¿Podría hacerlo de otra manera?» y a veces no estamos dispuestod a afrontar este tipo de preguntas… Encuentro de muy mal gusto el comentario de esa madre: le está diciendo a tu hija que comer con su madre es un rollo! para ofenderse, vamos!
Gracias por compartilo en este blog!
La gente estaría mucho más guapa con la boquita cerrada, si señor.
Encantada 😀
Sin duda, para decir según qué chorrada, mejor callar!
Crec que totes ho hem patit, això!!
Al principi també em molestava molt, ara intento passar una mica més… però hi ha dies que també en tinc un tip!
I, com dius, més ara que les nostres filles ja entenen les coses.
A mi depèn. Hi ha dies que somric i no dic res però d’altres (quan fa massa dies que em mossego la llengua) no ho puc evitar i salto. És que a vegades s’ha de parar els peus a la gent! Una abraçada, Onavis!
Lo peor que me han dicho al ver a mi peke llorar es «¿te pega mamá?». Ante ciertos comentarios como estos hay cortar por lo sano… Me da igual que me llamen borde!
Dios mio, vaya comentario! Este se lleva la palma, sin duda… Hay comentarios que se merecen una buena, clara y contundente respuesta. Y punto. Lamento que tuvieras que escucharlo. Un beso
Hola guapa!
qué razón tienes…a mi hija mayor la bombardearon durante mi embarazo con el rollito de «¿vas a querer a tu hermanita? ¿la vas a cuidar? ¡ay cuando nazca lo mal que lo vas a pasar!!» etc, etc. tanto que ella me decía «mamá ¡qué pesados! todos me dicen lo mismo!!» y lo mejor es que muchas veces lo decía delante de ellos jajajaj así que mira por donde, les dimos de su propia medicina. MI hija me dijo a mi lo que no se atrevía a decirles a ellos 🙂
Lo de no ir al cole, esta mañana sin ir más lejos me lo han dicho dos personas con mi hija pequeña de 22 meses….yo sonrío y no digo nada ¿para qué tengo que explicarle nada a un desconocido?
Un beso guapa!
Pues sabes qué me dicen a mi? «¿No te gustaría un hermanito? Tienes que decirles a tus padres que te hagan uno» y se quedan tan anchos!!! Y Laia se queda con cara de … «pues no sé si quiero uno, aún…» y no dice nada… Qué le vamos a hacer… A la gente le cuesta estar calladita! 😉 gracias por comentar en este blog.
Saps què et dic Míriam?
que amb això de ser mare, passa com ser periodista… tothoom en sap i tothom sap com s’ha de fer i resulta que tu no en tens ni idea! I tothom es creu en el dret d’explicar-te com has de fer la teva feina o com ha de criar la teva filla/es
Veig que totes estem més o menys igual… intentes ser educat fins que fa un parell de dies que et mossegues la llengua i aleshores en surt la resposta que tens ganes de donar. Jo, com algú altre que ha comentat, ja li poso imaginació i exageració… així deixo ben «aixafat» al del comentari graciós.
Ahir mateix: (en el més cas és un comentari recurrent que em fan): «Ai, quina gràcia, en tens dues d’iguales». Resposta: «Sí senyora, les venen a la Fira de Santa Llúcia i per postres m’han fet descompte!». Àpali!
I tu cuida’t molt! 😉
Núria
Buf, Núria… amb bessones deu ser la bomba, això dels comentaris! I aleshores són dues les que es deuen quedar amb aquella cara de «què li dic, mama? He de contestar?»… És una part molt pesada de la criança, trobo. I sí, tens tota la raó… en això de criar, tothom és un expert, oi?
Una abraçada!
Totalmente de acuerdo.
Si ya de siempre me ha molestado esos comentarios que le hacen a mi hija desde bien pequeña porque no se atreven a decírmelo a mí, no quiero pensar cuando, como dices, ya lo entienda todo. No pienso callarme por el bien de mi hija.
Un abrazo
Sí, no lo hagas, a ver si entre todos, podemos ir haciendo un poco de pedagogía en eso de los comentarios desafortunados y sobretodo, de los que se dirigen a un niño con el dardo puesto en la diana del adulto!
Gracias por comentar.
Jo abans era de les que callava, sobretot amb la meva primera filla, però ha arribat un punt que contesto. De vegades no cal? Potser no, però tampoc cal que els diguin als nens segons quines coses quan te les poden dir a tu (si tant els molesta) o callar directament, que sí! Estarien molt més guapos 😉
Una abraçada!
A mi em violenta a vegades la situació que es crea… i em sap greu posar-me aleshores «galleta», però no ho puc evitar i sempre penso que potser el meu comentari pot fer que en una propera ocasió, s’ho pensin dues vegades abans de dir qualsevol bestiesa…
Un petó, Ester.
A mi també em molesta molt, a part del consells o judicis no demanats em fa molta ràbia que li diguin a ella. «Tan mayor y todavía tomas teta?» Aquesta la sento gairebé a diari i ara no diu res, però si de cop comença a pensar que està malament pendre pit tan gran… La gent hauria d’aprendre a tancar una mica la boca. Una abraçada!
Ui, Marta, els comentaris sobre la teta són terribles! En vaig fer un post no fa massa i més encara quan fa més de 2 anys que dónes el pit! «no et fa vergonya tan gran i mamant encara?», «encara fas teta?», «Vols dir que surt algu a cosa?» i comentaris de l’estil. Jo li dic «mama tranquil.la Laia»… Però em sap greu que donin a entendre que mamar és una cosa dolenta, bruta… En fi, paciència a dojo! Gràcies pel comentari, guapa!
Nada más que agregar!!! Coincido totalmente que la gente se ve más bonita con la boca cerradita!!! Creo que voy a sacarle varias copias a este post para tenerlo a la mano y regalárselo a todo el que comience con este temida… Gracias Miriam!!!
Jajajaja… Y te las llevas dentro del bolso! 😉 un beso
Exactamente!!!
LLegue a tu blog por recomendacion de Zary y me encanta! Un gusto leerte 🙂 Y coincido con ella, yo tambien lo imprimiria y lo repartiria por vaaariosss ladoss…. jejeje! Empezando por mi suegra, que se la pasa diciendole a mi beba las cositas que no tiene ovarios para decirme a mi 😛
Gracias Bren por tus palabras… ui, la suegra… Gran Tema! Jajajaja… Sí, supongo k es la manera de llegsr a ti sin tener que mirarte a la cara y decirte lo mismo, ¿Verdad? Paciencia… Un beso y bienvenida!
Ufff!! Sóc mamà primerissa i pensava que era la única que se sentia així. Quina ràbia fan! Jo callo i espero que el meu bebé de 7 mesos els contesti. Especialment en casos com el de la meva sogra: ‘¿quieres venir conmigo?’ i li repeteix com deu vegades mentre ell la mira amb cara de no entendre res. Si el vol agafar que me’l demani. No??? Jo, com li diu a ell, m’espero a que el petit contesti si vol anar o no amb la seva àvia ;-)) jejejeje Enhorabona pel blog!
Hola, Alexandra i benvinguda al blog. I no pateixis, ben aviat deixarà claríssim, amb gestos, amb els braços, amb tot, si vol o no vol anar amb la teva sogra. Ara, per parlar, encara falta, o sigui que potser algun dia l’hauràs de defensar contestant per ell… no ho descartis 😉
Una abraçada i molta sort amb la criança!
AIsss una altre vegada totalment d’acord amb tu! però això està a l’ordre del dia eh?
no hi ha vegada que algú no li comenti res al Joan, jo a vegades no m’he pogut estar i contesto jo per ell.
El Joan ho entén tot però encara no parla gaire, bé a la seva manera però poquet…. i potser hauria de callar però a vegades n’estic una mica farta de que et jutgin
I de la teta ja no dic res! perquè aquí si que no em callo!!! ajajajaja es que Deu ni dó el que hem d’aguantar sense haver demanat res!!!
Aisss santa paciència!
Felicitats Miriam! espero posar-me al dia ja amb el teu blog!!!!
Un petó!!!
Hola, Pilar! I bentornada 😉 Hem de tenir molta paciència perquè no podrem acabar mai (diria) amb aquestes maneres de fer tan instal.lades. Tenir fills és el més normal del món i tothom es creu amb el dret de dir-te (o millor dir, de dir-nos a través dels nostres fills) si ho fem o no ho fem bé! És el que hi ha, què hi farem!
Una abraçada.
Pues si Miriam! Pobrecillos, lo que les toca oir. A mi pobre niña entre la abuela y su cuidadora la tiene morada a punta de decirle que pronto será la hermana mayor y que ya no es una bebé… COmo si no tuviera suficiente mi niña con lo que se le vien. La última ocasión, cuando la escuché a la cuidadora, le dije que ya no se lo dijese más, en un tono cortante. no me importa, la madre soy yo y por eso mismo decido como criarla.
A propósito de esto, recuerdo que lei en un blog que mientras la nena de 24 meses iba tomando teta en el tren (relactación de una madre adoprtiva, hazte una idea de lo que les costó), se acerca una señora y le dice a la niña: «Que no estas ya muy grande para tomar teta?» a lo que la pequeñita se suelta del pecho yu muy seria le dice «NO» 🙂
Claro que sí, la niña lo tenía clarito! Sí, pobrecitos, a veces tienen que escuchar cada cosa… y el rollo ese de que ahora vas a ser la mayor, que vas a tener que portarte bien, que vas a tener que ayudar a mamá… es tan cansino! Parece que quieran que odien a su hermano antes de conocerlo, metiéndole tantas órdenes encima… En fin. Que les dejen respirar, por favor!
Un beso, Gabriela, y paciencia! 🙂