¿Qué tal, qué te ha parecido?
La crianza de un hijo, algo que te enseña con el tiempo, es que a la que te has adaptado a algo, cambia. Todo está en continuo cambio y a veces, a los padres, nos cuesta aceptarlo y acostumbrarnos a este fluir con nuestros hijos. Nos gusta tenerlo todo bastante o lo máximo posible, controlado y con hijos es difícil, la verdad. Porque a la que controlas una cosa, se des-controla otra, y así. Y tenemos que aprender surfear en este va y viene de la crianza…
¿Has visto mi bailecito? (jajajaja) Pues más o menos así pero con más adelantos que atrasos. Pero tenemos que estar acostumbrados también a los pasos hacia atrás.
Los niños necesitan sentir que pueden tirar hacia atrás y que no pasa nada, que seguimos ahí, apoyando y nutriéndoles para que puedan llenarse y avanzar una vez estén listos para hacerlo.
Pero, ¡ay los miedos!, ¡ay, las prisas!… El miedo nos hace, a menudo, dejar de respetar sus ritmos… dejar de escucharlos… El miedo nos vence a veces y ya no sabemos si nos estamos equivocando en algo, si nuestro hijo es raro, etc. Los ejemplos que he puesto en el video creo que son bastante gráficos y típicos.
Por cierto, para que no tengas miedos con la etapa de control de esfínteres y la llamada «Operación Pañal», he preparado con mucho cariño esta charla online que daré el miércoles 11 de mayo. Serán casi 2 horas hablando del tema, respondiendo vuestras dudas, etc. Si no puedes estar en directo, no hay problema porque luego vas a recibir la grabación. PUEDES INSCRIBIRTE AQUÍ.
Es importante observar cómo están nuestros hijos, por qué procesos están pasando, por qué ha dado esos pasitos atrás, qué hay que le preocupa… para poder acompañarlo lo mejor posible, sin meterle prisas ni presiones. De esta forma nos sentirá disponibles, que se puede confiar en nosotros porque estamos por lo que necesita y siente… Y sí, a veces nos entran los yuyus porque pensamos en el SIEMPRE y el NUNCA. Pues bueno, respiremos hondo y desterremos estas dos palabras de nuestra mente, que lo único que hacen es meternos miedo en el cuerpo. Respiremos y fijémonos en nuestro hijo. Conectémonos con él, con sus necesidades, con su momento… y sabremos seguramente cómo acompañarlo.
Y si algo que hace nos preocupa porque no sabemos si puede ser normal, busquemos ayuda profesional antes de agobiarle y acabar toda la familia enfadada y nerviosa.
Que un día van a crecer, y van a saber (SEGURO), hacerlo todo. Paciencia. Tiempo. Confianza. Amor. Todo llega.
Y tú, ¿has sentido ese miedo al nunca y al siempre alguna vez?
Si quieres profundizar en el miedo, tuyo y de tus hijos… si quieres liberarlos de la carga de tus miedos… si quieres ayudarle a gestionar su miedo… apúntate al Programa online de 6 meses «Acompañamiento de emociones propias y de los hijos».