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Ellos también

El hombre padre

9.2.2012

Cuando yo nací, mi padre no pudo entrar en la sala de partos y tuvo que esperarse fuera, como hacían casi todos los hombres en aquella época. En el nacimiento de mi madre, quien acompañó mi abuela en todo el trabajo de parto fue su hermana. Mi abuelo estaba trabajando, en el campo, y fue hacia el hospital con el tractor cuando le avisaron que mi madre ya nacía.

A veces hablamos de la preparación al parto, del parto consciente, de los grupos de crianza, etc, como si hubieran existido toda la vida y la realidad es que estamos hablando de cosas muy nuevas. Hace 20 y pico de años, cuando mi madre empezó a impartir sessiones de preparación al parto, no asistía ningún hombre. Con el tiempo, algunos empezaban a aparecer acompañando a sus mujeres y ahora os aseguro que no falta ninguno. Actualmente, muchísimos hombres van a las visitas al ginecólogo, a la comadrona, a sesiones de crianza y donde haga falta porque son parte implicada en la llegada del nuevo hij@, porque son y se hacen responsables de lo que está pasando, porque quieren disfrutar del bebé, porque se sienten padres y son felices de serlo.

Más de una vez, sin embargo, algún padre me ha confesado sentirse desorientado, perdido, sin saber muy bien cuál es el papel que le corresponde… Entonces le pregunto por su padre. Casi siempre hay la misma historia: no hay referentes. No hace mucho los padres no estaban, no estaban nunca. Los padres, los hombres, no participaban de la crianza de los hijos, estaban muy pocas horas en casa, y se ocupaban de «otras» cosas (Hoy en día también pasa en algunas casas). Recuerdo muy concretamente un día que un hombre me reconoció triste y con cierta vergüenza, no haberlo hecho demasiado bien con su hijo. «No he sabido hacer de padre porque, entre otras cosas, el mío nunca lo hizo, y mi abuelo tampoco le hizo de padre a él…» y seguramente podríamos ir tirando del hilo e ir encontrando en cada generación, la misma historia.

Y los hombres, muchos de ellos sin referentes, sin tener integrado en cada célula la participación activa del padre en cada etapa de su vida más temprana, un buen día se convierten también ellos, en padres. Puede que se sientan muy seguros y de manera espontánea, sin pasar por el filtro de la mente, sepan qué tienen que hacer o qué se espera de ellos, y vayan disfrutando y tomando parte de la gestación, del parto, de la crianza de los hijos como si lo hubieran hecho toda la vida. O puede que se sientan desorientados, sin saber hacia dónde tirar, como si el camino que deben seguir no acabara de estar definido… con el añadido del sentimiento de culpa que a menudo va asociado, como si sentirse yendo a tientas quisiera decir que no aman lo suficiente el hijo que esperan.

Yo sólo puedo decir que me quito el sombrero ante todos los hombres-padres que han ido dando pasos de gigante, dejando atrás aquel tiempo en que el papel del padre era más bien inexistente y, cuando aparecía, lo hacía desde la autoridad y del «aquí mando yo». Me quito el sombrero ante los valientes que reivindicaron poder entrar en las salas de parto, ante los valientes que piden un día y otro poder estar presentes en la cesárea de su mujer, ante los que sin vergüenza asisten a las clases de preparación al parto, ante los que buscan ayuda cuando se ven perdidos en la crianza de los hijos. Me quito el sombrero ante todos los hombres que hacen de verdad de padres y que están ahí. Que también crían a sus hijos, que también les ayudan a crecer, que se hacen responsables y que, al mismo tiempo, aprenden (a veces también a tientas) a acompañar a sus mujeres en unas etapas (el embarazo y el puerperio) que pueden no ser apacibles a veces.

Nuestros hijos tendrán mucha suerte, tendrán medio camino hecho porque tendrán referentes. Referentes de padre. Y nuestros nietos, bisnietos,… saldrán beneficiados de ello.

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Míriam Tirado

Consultora de crianza consciente y periodista especializada en maternidad, paternidad y crianza. Me dedico a ayudar a madres y padres a conectar con sus hijos/as.

35 respuestas

  1. Cuando me incorporé al trabajar despues de apurar todos los permisos que pude y tres meses de asusntos propios que también pude disfrutar, nuestra hija tenía tan solo 7 meses y medio. Mi trabajo consiste en hacer 24 horas de guardia seguidas a 180 km de mi casa, con lo cual pasé de estar con mi nena las 24 horas del día a estar alrededor de 30 horas seguidas separada de ella, yo le daba (y le sigo dando, con 17 meses)el pecho, me fui a trabajar ese primer día y se quedó con su padre, sin teta, sin haber tomado otra leche que no fuera la materna y sin haber probado nunca un biberón, unos días antes de mi primer día de trabajo me dediqué a extraerme toda la leche que pude y los dejé solos, papá e hija,…,ahora lo pienso y no sé cómo pudieron arreglárselas sin mi tan pequeña como era, solo puedo decir que nuestra experiencia demuestra que por supuesto existe el instinto paternal…Felicidades a todos los papás y en especial al de mi hija! Un saludo Miriam.

    1. Uau… qué separación más larga! El primer día debió de ser duro para todos… Pero tu hij@ tenía a su padre acompañándola; con un padre empático, amoroso que sabe acompañar es mucho más fácil soportar la ausencia materna. Sin duda. Un beso.

      1. Ahora nuestra peque tiene 17 meses y yo sigo con el mismo trabajo, cada 5 días hago una guardia de 24 horas que se convierten en 30 mas o menos con los desplazamientos de ida y vuelta, e incluso hay veces que se alarga hasta las 38 horas seguidas porque tengo que quedarme al día siguiente también, y cuando llego allí están los dos esperándome…, ella se engancha a mi para que le de el pecho, y él pasa a un segundo plano, porque a veces no puedo ni darle un beso ya que la peque necesita toda mi atención, pero él lo comprende y nos deja porque sabe que ambas lo necesitamos…, que puedo decir mas, me he emocionado y todo, muchas gracias por tus post Miriam, siempre me hacen reflexionar y sentir cosas, un abrazo!!

  2. Esta entrada se la enseñaré a mi marido para que la lea, ya que yo soy una de esas afortunada de tener a un hombre-padre siempre a mi lado.

    Tardamos 10 años en decidirnos a tener a nuestra pequeña, y TODO siempre ha sido entre los dos, siempre juntos, decidir cuando, «buscar los días fértiles», ir a la matrona por los resultados del test de embarazo, a todas las consultas, analíticas, preparación al parto (a pesar de ser el ÚNICO hombre de la sala) todas las semanas íbamos juntos, a pesar del corte que le daba, pero ahí estaba, informándose al máximo de todo lo que pudiera, activando el «modo esponja» para poder ayudarme en lo que necesitara. Calculando calculadora en mano las contracciones para decidir cuando ir al hospital, no dejándome sola ni un momento allí, dándome ánimos y relajándome, hasta que no le dejaron entrar a la zona de dilatación… ahí lo pase mal, francamente mal, sola y sin él a mi lado… al cabo de X horas lo dejaron entrar y todo se iluminó, ahora sí podía parir a nuestra hija, sí con él a mi lado dándome fuerzas y energías! Rugiendo como un león cuando intentaron hacerme una episotomia, a pesar de yo con mis pocas fuerzas, después de casi 12 horas de parto, les estaba diciendo que NO, que no quería cortes, me ignoraban, pero él estaba junto a mí para defenderme.
    Y ahí también estaba él, viendo en 1ª persona salir a nuestra hija, acariciándola cuando la pusieron en mi pecho y llorando juntos de felicidad, cuando por fin estábamos los tres juntos.
    Él ha sido el primero que SIEMPRE me ha escuchado, por muy loca que fuera mi nueva «locura»: colecho? lactancia a demanda hasta que la peque quiera? fulares? crianza con apego? homeschooling? parto en casa? algo más cariño?
    Nos hemos informado juntos y juntos tomamos las decisiones.

    Sin lugar a dudas si de algo estoy convencida es que NUNCA hubiera podido encontrar un hombre más a mi medida, me siento tan orgullosa de el como marido y de padre que no lo puedo expresar en palabras y mientras escribo esto recuerdo esos momentos y me emociono.

    Ojala todas las mujeres pudiéramos tener un hombre-padre así, el mundo iría mucho mejor, de eso no me cabe duda.

    1. Alexia, que homenaje tan precioso has hecho a tu marido. Seguro que le gustará leerlo. Celebro que hagáis tan buen equipo, que te sientas acompañada, entendida, apoyada en todo por él… Y celebro que también él haya encontrado su lugar en eso tan «nuevo» de «paternar».
      Felicidades y enhorabuena a los 3.

  3. Quina sort que tenim algunes d’haver tingut un home-pare al costat en aquests moments. Gràcies a aquesta nova actitud, els meus dos fills, quan van néixer, tots dos per cesària, es van trobar la pell del seu pare per donar-los escalfor enlloc d’un focus vermell. Sempre recordaré quan jo vaig acabar de tenir el segon fill. Al meu costat, mentre em recuperava de l’anestèsia i abans no em pugessin a planta, hi havia una altra noia a qui també li havien fet la cesària. Va venir a veure-la el seu home. Parlaven de com era de maco el seu fill, que hi havia els avis i tothom, que ningú s’havia volgut perdre aquell gran esdeveniment. La mare pregunta on és el nen. I ell va i li respon que està allà, sota un llumet vermell que el manté calentonet. I quina llàstima, vaig pensar jo. Tanta gent estimada a la vora i cap abraçada ni pell coneguda al costat. Per sort, les coses estan canviant.

    1. Sí, estan canviant. Potser no tant com ens agradaria, potser no tan ràpid com voldríem però cada vegada hi ha més homes conscients de com n’és d’important el seu paper, compromesos amb la gestació, el part i la criança dels seus fills… Molts ja no estan absents i senten que són etapes que també els corresponen a ells. I això és fantàstic.
      Una abraçada.

  4. bufff, quin post més maco!
    és evident que em vaig enamorar del meu home per ser com és, però és clar, mai podràs saber com serà com a pare (encara que ho intueixes) fins que no ho ets, com tampoc saps com seràs com a mare…

    Ara ho puc dir. Tinc molta sort de tenir el company de viatge que tinc. Em sembla obvi, però a vegades miro al meu voltant i veig que no és tant normal, que encara ara, molts pares se n’escapoleixen, no comparteixen i no formen part d’aquest viatge meravellós.

    Quan jo vaig acabar la meva baixa de maternitat, ell va poder compactar i durant 4 mesos va ser el referent de les petites, quedant-se a casa. Va ser ell qui va viure majoritàriament les papilles i així, les nenes no van haver d’anar a la guarderia amb 5 mesos. Però és que ara ell és el referent als matins. Jo no hi sóc, així que les petites es lleven, vesteixen i esmorzen amb el seu pare.

    Totes les figures són importants, però penso que n’hi ha dues de ben vitals.

    un petó
    Núria

    1. Sens dubte, Núria. Dues d’importantíssimes. I tens raó quan dius que no tots els homes pares són o actuen així. N’hi ha molts que continuen absents. Però molts d’altres no i d’aquests cada dia n’hi ha més. O sigui que estem d’enhorabona 😉
      Felicitats!

  5. Y yo que te digo Miriam? :)) …gracias por ayudarnos a hacer ruido y por la comprensión de donde venimos y de la dificultad máxima para el hombre que quiere estar comprometido y presente.

    Y si parece que las cosas cambian, aunque yo no tuve esa sensación hace cuatro años cuando nació nuestro Nicolás…de ahí que en el blog hablemos tanto de nuestro rol, de los «perros verdes» como sabes que me han llamado, en alguna ocasión.

    Desgraciadamente a mi me dijeron que no podia acudir al curso de preparación al parto( y no de muy buen modo) por falta de sitio…que en todo caso de pie, en las sesiones de limpieza del cordon y primeros pañales…pero todo el curso era inviable…así empezó mi andadura, que paso por implorar a la puerta del quirófano que me dejaran entrar a ver nacer a mi niño…

    El resto ya lo conoces, porque me consta que me has leído.

    Felicidades por el post. Un fuerte abrazo y nos seguimos leyendo

    Por cierto, este es el tema del que hablaremos en la jornada obstare en tu tierra.. 🙂

    1. Alejandro, siento mucho que no entendieran lo importante que era que quisieras formar parte, que quisieras ESTAR i SER parte. Qué poca sensibilidad… Sí, hay que hacer ruido, hay que valorar el paso de gigante que hacen muchos hombres padres en comparación con una o dos generaciones atrás. Es cierto que vamos despacio, pero cada paso importa. Todos y cada uno de los pasos adelante importan.
      Nos leemos y nos vemos en marzo. Un beso.

      1. Bueno al final estuve en el curso porque del que te cuento nos fuimos. Era gratuito y tal, pero nos buscamos otro lugar!, eso si pagando…en todo caso, a las dos cesareas no me dejaron entrar y además me echaron (aunque no me deje) de la habitación donde la torturaron una noche con la inducción.

        Y un gran voz respecto a nuestro papel, la teneis vosotras nuestras parejas.

        Como dice Sir Lauren, en esto foros iniciales de la paternidad, ginecólogo, pruebas, preparación al parto y parto, incluso en clases de estimulación temprana, o estas solo como hombre o ves muy poquitos. Y resulta paradógico pero a veces son esas mujeres que tienen un NOpadre en casa, un macho alfa patrocinador, las te hacen sentir todo el desprecio.

        Aquí dicen amigas que comentan de sentirse agradecidas por las parejas que tienen…tambien hay que preguntarse las que están más solas que la una en la crianza, que probablemente son mayoría. Y a veces el modelo que algunos estamos ofreciendo molesta de forma inconsciente. El mensaje: «Es posible, la crianza es cosa de dos, se puede», es mucho mas dificil de aceptar si no lo vivo en carne propia. Socialmente funcionamos así. «No me digas que se puede, si yo no estoy pudiendo»..

        Así que muy bueno que vosotras hableis de todo esto…

        Besos y la seguimos
        Alenjandro

  6. Buenas,

    Me asombra mucho la actitud de mucha gente sobre la paternidad, hay gente que comentarios y posts como estos le sorprenden, no entienden por que un hombre tiene que poder entrar a una sala de partos, ir a un curso de educación al partos, colaborar en la crianza de sus hijos desde el nacimiento, y asi tantas cosas más…

    Yo tengo la suerte de poder haber asistido con mi pareja desde la primera cita para recoger los resultados del analisis que decía que estabamos embarazados, hasta ir a las clases de preparación al parto o educación para la maternidad (y paternidad), en las cuales no entiendo que a un padre le digan que no puede ir, ya que en ellas le explican que puede hacer para ayudar a su pareja en estos momentos, en el embarazo y en el parto y luego en el primer tiempo de vida de sus pequeños…

    Aun hay mucho camino por andar, yo en las clases a las que voy aun veo pocos hombres, (unas 30 mujeres y solo 5 hombres había en la primera), y en mis visitas a la matrona acompañando a mi pareja, solo vi a un hombre, y era el padre de una señora….

    Aún hay muchas barreras por derribar, sobre todo sociológicas, y en ello estamos.

    Un abrazo para esas madres en sus embarazos y esos padres que se implican.

    1. Qué suerte tienen tu mujer y tu hij@. Celebro que vivas la paternidad con esta presencia, con estas ganas y esta responsabilidad desde la felicidad de saberte padre. Es cierto que queda mucho por hacer, los ejemplos que has explicado lo demuestran. Pero poco a poco… soy optimista. Me gusta pensar en los padres como tú y creo que cada vez vais a ser más. Eso espero.
      Gracias por comentar y bienvenido al blog.

      1. Muchas gracias a ti por tu respuesta y por transmitir estas ideas desde tu blog, yo también espero que cada vez más padres se impliquen y sea porque comprendan que sus hijos solo serán pequeños una vez y vivir eso es algo que no se debería perder.

        Un abrazo y gracias ^_^

  7. Afortunadamente cada vez hay más padres conscientes de su papel (sobre todo por la bloggosfera) y me alegro mucho, cuando pienso en esos padres que no quieren involucrarse en la crianza de sus hijos desde el primer momento lo único que siento es pena porque se están perdiendo algo maravilloso y sobre todo no están dejando disfrutar a sus pequeños de una figura tan importante como es él.
    Ánimo chicos, hay que hacerse ver más!!

    1. Mousikh: Gracias a ti. Celebro que tengas al lado a un hombre padre con quien conectas y todo es fácil. Besos.

      Paco: A tu, per llegir-me! 😉


      La mama de una bruja:
      Sí tienes razón. Yo también creo que, por suerte, cada vez son más. Que no pare esta ascensión de padres que se responsabilizan, que toman parte, que quieren, que acompañan y viven su paternidad con plenitud.


      Zary:
      Gracias guapa!

  8. Gracias por tus palabras. Soy papá hace un añito y medio. Y trabajo e investigo sobre masculinidades. Me encuentro frecuentemente con esto que dices de «no hay referentes». Y, sin embargo, veo a diario a papás paseando con sus peques, en brazos, comprando, cambiando pañales… Claro está que las mamás siguen ahí delante, marcando el paso (con esos «superpoderes» que nos cuentas…); pero también está bien abrir la mirada y «ver» a los papás que lo intentan, a veces en solitario. Felicidades por tu sensibilidad y tu compromiso, aprendo mucho leyéndote.

    1. Hola, Eduardo.
      Estoy totalmente de acuerdo. Por suerte, cada vez hay más; un ejemplo claro es en las sesiones de preparto que contaba. Y no van arrastrados por sus mujeres, van encantados de la vida y a veces, son los que preguntan más! 😉 Por eso quería dar valor a estos pasos tan importantes que hacen tantos hombres cada día. Vuestros hijos también os necesitan! Enhorabuena por tu paternidad, seguro que la estás gozando un montón. Bienvenido al blog y gracias por tus palabras!

  9. Las reflexiones que haces me llevan a pensar en la historia de los hombres de mi familia. En mi padre, en mi abuelo… y me da tanta cosa pensar en todo lo que se ha perdido mi abuelo con su hijo (mi padre)… y ahí están las relaciones que despues se despliegan de esa escasa vivencia entre un hijo y un padre. Gracias a que el mundo sigue y va cambiando, tengo que decir que he tenido un padre, que pese a su experiencia, ha estado conmigo, me ha cuidado (a su manera, pues nunca intento compararlo con mi madre), se ha preocupado por acompañarme en todos los momentos buenos y malos en mi vida… y Sí, aunque yo soy una mujer, tengo un PADRE… y él es mi referente masculino…
    Ahora, estoy casada con un hombre maravilloso. He tenido la SUERTE de encontralo (pues es suerte, de verdad). Tenemos un hijo de 18 meses al que adoramos, al que cuidamos, al criamos juntos… nunca me hubiera imaginado tener a alguien tan cerca y con quien poder compartir la experiencia de ser mamá. Seguró que mi hijo vivirá con naturalidad su relacion con su padre, pues este cuando está con el nene lo está en cuerpo y alma.
    Gracias por estas palabras… me han hecho reflexionar… y lo comparto.
    Salu2!!

    1. Ester…
      Muchas gracias por tu comentario. Es bueno mirar atrás y ver cómo han sido los hombres de nuestra familia, qué papel han desempeñado en nuestra crianza, etc. Qué bien que hayas tenido a un padre que (aún con pocos referentes) te ha criado, ha participado, ha estado para tí. Y celebro muchísimo que tengas al lado a un hombre como el que has descrito. Enhorabuena.
      Besos.

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