26.11.2013
Queridas Laia y Lua,
Hoy me es imposible no escribiros a las dos. Hoy me he dado cuenta con más fuerza que nunca hasta qué punto os amo. Tu Laia estás enferma. Nada grave, pero tienes tos y fiebre y ya sabes que verte enferma no me ha gustado nunca. Tu Lua estás en mi barriga, creciendo y acompañándome mientras cuido a tu hermana. Estamos juntas, las tres. Esta noche pasada no hemos dormido nada bien y todo ello hace que esté más decaída. Con ganas de llorar y con ganas de escribiros.
Para deciros que os amo tanto que a veces, cuando una o otra no estáis bien, incluso duele. Por suerte a ti Lua aún no te he visto enferma pero sé que un día pasará y lo estarás, (aunque sea un simple resfriado), porque es ley de vida y sí, todos los padres sufrimos. Más o menos, depende de cómo estéis, de cómo lo llevamos, de cómo os vemos… Pero sufrimos. Supongo que en parte, es inevitable.
Y hoy, mientras acompañábamos a Laia en su enfermedad, te he sentido a ti Lua tan presente con nosotras que he pensado «ahora tengo dos hijas y de la misma manera que el amor se multiplica y se expande, también aumenta el dolor cuando una de las dos no esté bien». Porque os amo más allá de mí, más allá de todo.
Hoy ha sido, quizás, el primer día que he sentido la fuerza de las tres, de nosotras tres juntas.
Tu Laia estabas en el sofá, a mi lado medio adormecida y yo aprovechaba para enviar un mail con el portátil. De repente y sin venir a cuento porque no hemos hablado nunca todavía de ello, saltas y me dices «Mamá, Lua nacerá por tu vulva. Seguro, segurísimo» y cuando he preguntado que cómo lo sabías has dicho «me lo ha dicho ella». Yo he sonreído y no he añadido nada más. ¿Qué más podía decir?
He cerrado el ordenador y me he llenado del goce de la vida, del placer de teneros a las dos a mi lado. De la alegría de vuestra presencia. De amaros tanto, y de poderos disfrutar tanto cuando estáis pletóricas y con energía, como poder estar a vuestro lado cuando atravesáis la enfermedad. Poderos acompañar y poderos transmitir hasta qué punto os amo.
Leeréis esto y diréis «sí, claro, mamá nos ama», pero no sabréis de verdad de qué manera hasta que no estéis embarazadas vosotras. Hasta que no parís a vuestros hijos, hasta que no los criéis. Entonces sabréis hasta qué punto os amo. Un día tendréis un flash y pensaréis «ah… es así como me quiere mamá, exactamente así». Y sentiréis, de repente, como mi amor por vosotras llega al lugar más profundo. Llenaros de él tanto como me lleno yo cada día gozándoos.
Un comentario
Hola! A mi m’ha passat això que dius: ara que sóc mare sé realment fins on m’arriba a estimar la meva! I sembla que ser mare jo també fa que les dues ens haguem unit d’una manera més forta i com en una altra dimensió!
Ara que, les teves filles quan llegeixin aquests escrits s’emocionaran de l’amor que s’hi desprèn!!!