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Hasta el 6 de enero
El embarazo no es un trámite

El embarazo no es un trámite

7.3.2012

Ayer, mientras estaba en una tienda, la dependienta le dice a una mujer embarazada de 7 meses: «¿qué, se te hace pesado, ¿no?» Presuponiendo algo que quién sabe si era cierto. Era una mujer guapa, alta, con un gran abrigo que le tapaba casi todo el cuerpo. Hacía buena cara y la barriga se intuía, pero no se veía. «Sí, muy pesado» dijo ella. Me sorprendió esa respuesta. Por el aspecto que tenía hubiera dicho que estaba estupenda y feliz. Dijo que le quedaban dos meses para parir y que se le hacía muuuy largo. «Pero ¿estás bien?» le preguntó la dependienta… «Sí, muy bien, pero el médico me ha dicho que haga vida tranquila». Me sorprendió que lo expresara como un problema a la vez que pensé: «chapeaux por el médico». La mujer de la tienda, que vi que tenía la idea del embarazo como algo agobiante, demasiado largo y en cierta medida, pesado y no por el peso de la barriga ni de la criatura, continuó: «es que a nadie le gusta tener que parar». «No, a nadie», contestó la mujer embarazada. «¡Menos mal que no tienes mucho barriga!», «¿No? Normal…» «Mira, mejor». Fueron las últimas frases que intercambiaron antes de decir: «¿El siguiente?» Y que me tocara a mí.

El rato después estuve reflexionando sobre aquella conversación y no tanto por lo que habían dicho sino porque aquellas frases, aquel sentimiento del embarazo como un trámite pesado que hay que superar para conseguir nuestro hij@, me pareció que eran bastante extendidas. Entiendo que no guste un embarazo en que te encuentras mal y todo son inconvenientes y malas noticias. Pero este no era el caso. Lo que pasaba y pasa en muchas ocasiones, es que el peso de la barriga, algunas molestias que sentimos como dolor de espalda, o tiranteces, etc… nos obligan a ir un poco más despacio. A comenzar a ralentizar el ritmo. A veces la señal es más preocupante como pérdidas a medio embarazo y entonces se tiene que hacer reposo absoluto. Pero sea como sea, gestar una criatura, incluso cuando nos encontramos perfectamente, nos hace ir un poco más despacio. Con una curva lumbar más pronunciada que de costumbre, con las piernas más abiertas… Y nos conecta con el hecho de ir frenando, ralentizando el ajetreo diario o a veces, pararlo del todo.

«Haz vida tranquil.la» le dijo el médico, y aquello suponía un inconveniente. Si parar, gestar simplemente, nos es un problema debemos preguntarnos por qué. El mundo cada vez va más rápido, las personas cada vez tenemos menos tiempo para parar, reflexionar, descansar, dar a nuestro cuerpo el tiempo que necesita para recuperarse del estrés, o de un esfuerzo, o de un altibajo. Vamos de aquí para allí sin ánimo de preguntarnos ni por qué. Porque en el fondo, la cuestión es no parar, no parar nunca. Porque parar… quizás da miedo. Miedo de darnos cuenta que lo que nos encontramos una vez parados no nos gusta. Si paramos podemos sentir, y quizás entonces lo que sentimos es angustia, ansiedad, tristeza, dolor o soledad. Por eso no tenemos ningunas ganas de parar ni siquiera cuando estamos embarazadas, ni siquiera cuando nos obliga a ello un médico… Porque a veces sólo cuando nos detenemos nos damos cuenta de que NO sabemos estar quietas. Y… ¿qué podemos hacer? ¿Como resolvemos algo que no tenemos ni idea de por dónde empezar a resolverlo? Lo más fácil es, sin duda, volver a ponernos en marcha para no parar, no parar, no parar, no parar….

Mientras tanto… dentro de ese vientre hay un bebé que va creciendo y que se va llenando de la velocidad y de la calma de aquella madre. De sus ritmos, de su escucha o de la ausencia de esta, integrando si es bienvenido o si en cambio, estorba. Sintiendo que quizás debería nacer antes porque es eso, a veces, lo que la madre espera, porque tiene prisa, mucha prisa… Integrando que quizás no tiene, ya de entrada, el permiso para estar, simplemente, haciendo lo único que tiene que hacer; llenarse de esta gestación, ir creciendo, irse preparando para el viaje hacia un mundo desconocido hasta el día que él/ella decida.

¿Y si paramos, un momento para decirle…: «estoy tranquila, te doy el tiempo y la calma que necesitas. Me doy el tiempo y la calma que necesito yo para gestarte y para prepararme para parir y criarte.»? Y si no podemos estar en paz con la quietud, con la» vida tranquila «, busquemos ayuda. Entendamos qué nos impide disfrutar del momento, de un momento que no se repetirá, que es único y que lo más probable es que hayamos buscado. Quizás entendiéndolo podremos empezar a escucharnos y podremos empezar a estar presentes en cada momento, tanto cuando hay velocidad como cuando hay calma. Es un favor que nos haremos a nosotras pero también, evidentemente, un favor que estaremos haciendo a nuestros hij@s.

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Míriam Tirado

Consultora de crianza consciente y periodista especializada en maternidad, paternidad y crianza. Me dedico a ayudar a madres y padres a conectar con sus hijos/as.

20 respuestas

  1. Estic molt d’acord amb tu! Jo vaig haver de fer repòs obligat durant els primers 3 mesos d’embaràs. I els dos primers ni tan sols podia pujar escales i vam haver d’adaptar la casa i tot perquè pugués fer vida en una sola planta. Recordo haver-ho viscut molt malament al principi, però després va ser un regal, vaig poder gaudir de la nova vida que es creava en mi, sentir-lo, connectar-hi, reflexionar, llegir… va ser un temps preciós! (un cop confirmat que tot anava bé, que fins aleshores vaig patir molt..). I crec que aquests mesos de repòs em van fer prendre la resta d’embaràs amb moltíssima calma, anava a pas de tortuga per tot! I em va ajudar molt aquest ritme tranquil que havia agafat per poder estar present durant el part i postpart…!
    (ostres, quin rotllo que t’he deixat anar!)
    Una abraçada!

    1. No és cap rotllo, Mireia, m’encanta saber com va anar i com ho vas viure… Gràcies per compartir-ho. I enhorabona per haver-li pogut donar la volta i haver-ne pogut gaudir. Una abraçada.

  2. Pues como siempre coincido contigo, para mi el embarazo es un estado de reconexión conmigo misma, de re- conocimiento, de escuchar a mi y a mi pequeño, un estado de plenitud y nunca mejor dicho. En mi primer embarazo dejé de trabajar a los 5 meses y disfruté tantísimo esos meses de descanso, de conectar con Mar y conmigo…
    Esta vez está siendo muy diferente, no consigo conectarme y sé que es cuestión de tiempo, de parar, de respirar, de no pensar, de dejar que todo fluya y sentir esos dos corazones que laten en mi interior…
    Definitivamente el embarazo no es un trámite, igual que no lo es el parto, ni lo es la lactancia, conllevan mucho más que el simple hecho de gestar, parir o alimentar.
    Ojalá viviéramos estas cosas de forma más consciente.
    Un abrazo!

    1. Hola, Ira.
      Estoy absolutamente convencida que acabarás venciendo lo que te impide conectarte al bebé que crece en ti. Estoy segura que podrás gozar también de este embarazo, de sentirte también en plenitud i de estar conectada a ti, a tu bebé y a Mar a la vez.
      Aprenderás, seguro, de esta dificultad que sientes ahora en conectarte. Nada es en vano.
      Un abrazo.

  3. Buena reflexión. Durante el embarazo es todo como un torbellino de acontecimientos, opiniones, dudas, sensaciones que a menudo dejan de lado el verdadero sentido de todo. Yo creo que fui muy consciente de mi primer embarazo pero sobretodo del segundo cuando pensé que muy probablemente sería la última vez que viviría algo tan sumamente extraordinario. Deberíamos verlo como un momento impresionante en nuestras vidas y no como una espera agónica

    1. Qué bien que pudieras gozar así de los dos… Seguro que te ha quedado muy buen recuerdo de esos meses. Pero sí, yo creo que hay muchos casos en que el embarazo se vive como una etapa pesada, agónica (como tu dices) y que tiene que acabar cuanto antes.
      Un beso.

  4. Para mi fueron 9 meses maravillosos y eso que cumplí el 20 de agosto en Sevilla!! Pero desde el primer dia que supe que estaba embarazada hasta que parí disfrute muchisimo de ese estado, conecte muchisimo con el bebé y descubrí una parte de mí que me encantó. Jamás me habia sentido asi de plena y de feliz… para mi no fue un trámite sino algo muy muy especial. Un besito

    1. ¡Qué bien, María! Me alegro muchísimo… es verdad que si podemos abandonarnos a ello, puede ser una experiencia preciosa, donde aprendemos muchísimo de nosotras mismas y de nuestro bebé.
      Un beso.

  5. quanta raó! jo tampoc crec que sigui un tràmit, però tal com deixes llegir entrelínies, potser actualment tot ho vivim com un tràmit, ràpid i corrents, per trist que sigui. Jo em moro de ganes d’agafar-me ja la baixa (una baixa)tot i que encara estic només de 24 setmanes. Però ho necessito, perque no puc, ni vull, aguantar aquest ritme!! Vull tenir el temps per escoltar-me, i sentir-me, i descansar amb les mans a la panxa, i haver pogut descansar i estar «amb mi» suficient per llavors poder dedicar-me al meu fill gran. Necessito posar el «pause» a la vida per poder viure-la i gaudir-la més i millor amb mi mateixa i amb els meus: amb mi mateixa, perque com diuen més amunt, potser serà el meu últim embaràs, i el vull disfrutar; i amb els meus, sobretot amb el meu fill gran (2 anys) pq ara és quan puc dedicar-li temps només per ell, i quan neixi el seu germà no ho sé com anirà. S’ha d’aprofitar, i disfrutar, si es pot, d’algo tan misteri`´os i especial com és un embaràs…

    1. Buf, Clarise… aquesta sensació de voler parar i encara no poder ha de ser molt desagradable. Tenint, a més, un altre fill que reclama i amb qui vols aprofitar tot el temps… Desitjo que a poc a poc vagis poden anar baixant de revolucions, que et puguis agafar la baixa i puguis acabar de gaudir d’aquesta gestació.
      Molta força. Un petó.

  6. Estic molt d’acord amb tu! Alguna gent dóna per fet que tinc ganes que passi tot ràpid. I sí, clar que tinc ganes de veure la cara del meu fill, però ja arribarà! Ara disfruto de la gestació, potser més que en el meu primer embaràs, ja que en certa manera intueixo que aquest serà l’últim cop que estic embarassada. A més, em trobo molt bé! L’embaràs un tràmit? Que va! Però si és una festa!

    1. Hola, guapa!
      Que bé que ho puguis viure així… me n’alegro moltíssim! I suposo que saber que potser serà l’última vegada que passes per aquesta experiència fa que l’assaboreixis una mica més… Que n’acabis de gaudir. Una abraçada!!!

  7. Totalment d’acord amb tu, Míriam!!!!
    Serà per que jo vaig tenir un segon embaràs tan complicat i vaig patir tan que quan veig algú que es troba be, que pot fer vida normal i que es queixa quan l’únic que ha de fer és baixar el ritme per poder gaudir de la seva gestació em fa una RÀBIA!!!!!!
    Portem un ritme de vida que ens fa anar tan ràpid que hem perdut la capacitat de gaudir d’allò que ens està passant en el moment en què ens passa.

    1. Sí, diguem que el ritme de tot plegat no ajuda a apretar el «reset» i donar-nos el temps que necessitem. No és fàcil, a vegades…
      Una abraçada, Anna!

  8. Completament d’acord! El meu primer embaràs el vaig viure al revés que aquesta noia. Cap metge em va «deixar parar» i la feina era tan al límit i estressant que quan el cap de setmana podia descansar, em sentia super culpable de no fer-ho més entre setmana. Per això el segon embaràs el vaig voler viure 100%, vaig agafar la baixa el darrer trimestre, vaig apuntar-me a classes de ioga pre-part, vaig escriure un blog, vaig fer moltes sessions de musicoteràpia amb la panxolina, vaig connectar-hi molt i ho vaig viure com un procés preciós amb un meravellós premi al final.

    Visca els embarassos conscients! Atreviu-vos a parar!

    1. Òstres, quina diferència, oi? M’alegro moltíssim que en poguessis gaudir així i que te’n poguessis omplir d’aquesta manera. Segur que se us va posar la mar de bé!
      Una abraçada

  9. Estoy de acuerdo, el embarazo debería disfrutarse de un modo pausado como un período de preparación. El problema es cuando es la situación, la vida la que no te deja parar. Y a mí me encanta parar, aunque no esté embarazada (soy de natural perezosa). Me encantaría disfrutar de este embarazo tranquilita y descansada, introspectiva en plan flowerpower, como disfruté el primero. Pero tengo que trabajar y ocuparme de un niño de 1 año (tengo mucha ayuda, eso sí). Por eso, cuando te ves obligado a madrugar para ir a trabajar después de una noche mala…y después tienes que atender 100% a tu hijo, cogerlo en brazos, tirarte al suelo con él, consolarlo, dormirlo…entonces sí se te hace cuesta arriba estar embarazada.

    1. Hola, mama novata!
      Uauuuu… embarazada y con un niño de un año… Te entiendo perfectamente, lo que cuentas en tu comentario. Es simple; no puedes parar y es normal. A veces hay, somo dices, situaciones en que no es posible. O quizás posible pero a pequeños ratitos, que ojalá podáis disfrutar al máximo.
      Mucha fuerza. Gracias por explicar tu punto de vista… ha enriquecido el debate. Besos.

  10. En mi caso fue algo incómodo, muchas veces doloroso (tuve contracciones desde los 4 meses) y pesado, pero igualmente maravilloso. Con todas esas dudas y miedos, pero también disfrutando cada movimiento, conectando con mi bebé y tocándome la barriga a cada rato. Lo recuerdo como algo tranquilo y reposado, contrariamente a mi entorno, que dicen que estaba tirando a inaguantable, jajajaja

  11. Para mí el embarazo no fue nada más lejos de un trámite, fue una etapa de mi vida que viví con gran intensidad y emoción y en la que me dediqué tiempo a mi misma para cuidarme, relajarme, conectarme con mi bebé y disfrutar de todo lo que me estaba pasando. Era la viva imagen de una embarazada feliz.

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