Me niego a que todo tenga que ser blanco o negro, también la vuelta al cole. No, no lo es. Nada en la crianza de los hijos ni en la maternidad o paternidad, lo es.
Es cansado tener que sentirse que o estás en un bando o estás en otro, sea de lo que sea que trate el tema.
El otro día en Facebook colgué este dibujo, y pregunté que si teníais ganas de que volvieran al cole y por qué… porque siempre, en cada respuesta, hay mil por qués, y cuando los lees todos, los entiendes todos…
Ahora os voy a contar los míos.
No, no voy a saltar de alegría el primer día de cole, ni por asomo. Y también he tenido días este verano para hacerme el harakiri varias veces, gestionando emociones todo el santo día y lidiando con tener que trabajar yo, pero ellas de vacaciones. Sí, también ha habido días difíciles pero aún así, no voy a dar una fiesta el primer día de cole.
Porque hay cosas que me gustan de cuando la mayor va al cole: se levanta sola, sin tener que despertarla con lo cual, está más descansada y de mejor humor. No tenemos que correr todo el día para recogerla, ni tener la comida lista, ni apretarla para cenar y acostarse porque tiene que ir a dormir más temprano…
En verano es todo más relajado, se respetan más sus ritmos, sus necesidades básicas,… y a ratos, todo parece fácil. Además podemos improvisar, hacer cosas distintas, estar más en la calle que en casa y gozar de un montón de cosas que trae el verano…
No estoy deseando que el día llegue porque sé que habrá nervios, esos nervios que a ratos lo hacen volar todo por los aires. Me acuerdo de mis vueltas al cole: me encantaba ir pero me ponía de los nervios hasta que no empezaba, ¡debía ser tremendo estar conmigo esos días!
Peeeeerrrrooooo…
A ratos añoro la rutina de que a las 21h estén durmiendo y tengamos ese rato de tranquilidad adulta en casa. A ratos añoro el frío y que oscurezca más temprano, y poder viajar “hacia adentro” y tener esos espacios de estar en casa en otoño.
A ratos añoro esa felicidad con la que vuelve del cole porque ha hecho no sé qué con las amigas, o ha aprendido A o B y se siente muy feliz por ello.
No tengo prisa porque empiece el cole porque estamos bien así, pero tampoco me disgusta tenerlo a la vuelta de la esquina.
Nada es blanco o negro. No somos malas madres/malos padres por tener ganas de rutina ni tampoco por querer seguir estando de “vacaciones”.
Cada uno tenemos nuestras circunstancias, nuestras necesidades, nuestros ritmos, nuestros gustos.
Sí, porque también va de gustos la cosa: si te gusta el calor, el verano, la luz hasta altas horas… o si te gusta el frío, el invierno, la oscuridad a las 6 de la tarde.
Y de niños: no es lo mismo lidiar con 1 que con 3, o con 1 de tranquilo que con 1 que lo es menos.
Y de entorno: no es lo mismo pasarte el verano sin tribu, que hacerlo rodeada de familiares y amigos con quien compartir actividades, tiempo y niños.
Para algunos la vuelta al cole será liberadora y no les juzgo: es normal si se sienten abrumados, yo estaría igual.
Para otros será un drama y no les juzgo porque quizás saben que tendrán a su hijo llorando toda la mañana en el cole y no les hace ni puñetera gracia. Yo estaría igual.
No somos tan distintos unos y otros…
No frivolicemos la vuelta al cole: esconde tantas cosas, tantos recuerdos (buenos y malos), tantas emociones (actuales y antiguas), que reducirlo a una batalla entre los que están contentos y los que no es, aparte de inútil, muy poco conciliador.
Y lo que nos falta es lo contrario: mucha conciliación, entre la vida laboral y familiar, y entre unos y otros.
Feliz vuelta al cole! 😉
Un comentario
Estoy totalmente de acuerdo contigo, cuando me dicen que están deseando que empieze el cole y yo les digo que yo no, me miran con cara de extraterrestre! !! Esta año estoy disfrutando de mi nueva maternidad y de mi hijo de 5 años, todo el verano juntitos haciendo cosas que cuando trabajas son imposibles. ..no quiero que esto acabee!!!!