Cuando tenemos más de un hijo sabemos que hay muchas necesidades que cubrir y a veces nos es más fácil hacerlo todo con los dos, o los tres, todos en “pack”.
Es importante saber que darles momentos de exclusividad es la medicina para los celos entre hermanos/as y la rivalidad. No como algo esporádico o como premio, sino como algo integrado y natural cada día. Ratitos con uno, ratitos con otro…
Lo sé, a veces no es fácil o no es posible porque estamos un solo adulto con más de un hijo. En ese caso, podemos tenerlo presente y aplicarlo el fin de semana con la colaboración de pareja, familiares o amigos…
La exclusividad es un bálsamo para ellos y para nuestra calidad de conexión. Pruébalo y observa los beneficios que os aportan a todos. ¿Tú lo consigues? ¿Cómo lo haces?