5.7.2011
A mí, la revolución en el mundo de la fotografía y la posterior aparición de la fotografía digital me ha perjudicado mucho. Antes, cuando tenías que poner el carrete, llevarlo a revelar y pagar el montón de fotos que, muchas, habían quedado fatal, cuando te disponías a tirar fotos te lo pensabas más de una vez. Porque si no valía mucho la pena, directamente no la hacías y ya está. Pero, ahora, con las cámaras digitales se ha abierto la veda y puedes sacar fotos a diestro y siniestro sin que haya consecuencias. No tienes que pagar, las vuelcas en el ordenador y listos, y además, si te quedan horrorosas, las borras y punto. Ningún problema. Hasta aquí parece que esto no tenga que ser ninguna tragedia y muy probablemente por la mayoría de mortales no lo es. Pero estoy convencida de que para muchos mortales con hijos, sí.
¿Por qué? Pues porque desde el preciso instante en que nace esa criatura todo el mundo le empieza a sacar fotos, tú la primera. Son tan monos y tu lo ves tan y tan precioso, el más guapo por supuesto de la planta del hospital, y cuando sales, el más guapo, por supuesto, del barrio, de la ciudad, del país, del continente y mundo entero, que no puedes parar de hacerle fotos. Estoy convencida de que si nacieran sabiendo hablar dirían: «¿Podríais parar de sacarme fotos?». Cuando mi hija nació no quería molestarla con el flash, pero a la que había suficiente luz, entonces me apoderaba de la cámara y le hacía unas «sesiones» para flipar. Nunca pensé que esto me supondría, a la larga (y no tan larga), tener el ordenador ultra lleno de fotografías de mi hija que claro, si sólo están en el ordenador no tiene ninguna gracia. Quiero decir que las fotos se hacen para verlas y si se quedan «sólo» allí, pues no las ves ni tú, ni tu hija, ni nadie. No pensé que habría que hacer algo con aquellos millones de fotos de Laia. Y claro, cada vez me daba más pereza hacer algo con ellas; mirarlas, elegirlas, hacer un álbum (evidentemente también digital…). Cuando tenía 1 mes pensé: «Haré un álbum de sus primeros seis meses», y cuando cumplió seis dije: «Lo haré cuando tenga un año». Ahora tiene dos y debo confesar que todavía no he hecho ningún álbum. ¿Soy mala madre?
No es que no quiera, ni es que no tenga material lo bastante bueno para hacerlo, ¡lo juro! Tengo fotos preciosas, y de hecho, podría hacer 10 de álbumes de los primeros dos años de vida de nuestra hija pero no sé por dónde empezar. Mi problema es que hay tantas, tantas, tantas, que me da miedo ponerme delante del ordenador. Es terrible, lo sé, porque cuanto más tiempo pase, más fotos habrá. ¡Qué fácil que lo tenían nuestros padres! Yo, en una caja de zapatos de niño pequeño tengo todas las fotos de cuando yo era pequeña. Tengo esta caja y un álbum con fotos medio descoloridas y pegadas con cola a las páginas ya un poco amarillentas. Y este álbum me encanta, porque es el único, porque es importante. Y la caja de zapatos roja es mi tesoro. Tardaría un cuarto de hora en poner todas esas fotos en un álbum, y allí no hay sólo mi primer año de vida sino toda mi infancia y parte de la adolescencia! Insisto, que fácil que lo tenían nuestros padres…
Pero no es el único problema que tengo con la fotografía digital. Como desde que tuve a Laia me medio-trastoqué y no paré de sacar fotos, me he dado cuenta de que salgo en muy pocas. En el 60 por ciento de fotos sale ella sola, en el otro 30 por ciento salen ella y su padre, y yo sólo salgo en un 10 por ciento, y la mayoría de veces después de haber dicho: «¡Eh , que yo no tengo ninguna foto con Laia aquí! «o cosas por el estilo. Fue horroroso el día que me di cuenta de que sólo tenía un par de fotos dándole el pecho cuando era pequeña! Me di cuenta de lo poco que me había fotografiado con ella… Sin duda, tengo muuuuuchas más fotos que cualquier padre o madre de hace 20 años con sus hijos, pero para mi gusto, ¡no suficientes! 😉
Lo peor es que cuando nació Laia mi padre me regaló una cámara de vídeo, por aquello de filmar sus primeros pasos y esas cosas. Imagináos, tengo un montón de vídeos para editar, allí, volcados en el ordenador. No he hecho ni un álbum de fotos ni he editado ni un solo video. Como ponerme a hacerlo si hay 300, por lo menos?! Sé que no es ninguna tragedia pero cada vez que conecto el ordenador pienso: «¡¡¡Mierda, tienes que hacerlo algún día !!!».
7 respuestas
Es el eterno dilema de la era digital: seleccionar. Y cuando se trata de nuestros propios hijos, perdemos la objetividad 😛 Yo tengo hechos un par de albumes, aunque mi mayor tiene 4 años.. así que algún día te pondrás y seleccionarás, seguro, pero luego se vuelve a acumular el trabajo.
Lo mejor de todo es que luego les encanta mirarse, así que es un buen regalo «diferente» para la peque de cara al cumple o cualquier otra fecha especial.
Abril cuMple 1 año en agosto, ya he comprado un bono de 2000 fotos en mypix y ahora voy a encargar los álbumes a ver subrayas vacaciones consigo hacer el pedido!!! Tengo un montón de fotos!! Además me pasa que lo que me gusta es tenerlas en papel, me parece mas guay para verlas. Un besazo
Vale, lo sé, tengo que hacerlo. Me habéis convencido… A ver si en agosto, que Laia cumple 2 años, puedo regalarle un súper álbum. Buf… ¿de dónde voy a sacar el tiempo? Fácil respuesta: de la noche, claro! 😉 Un beso y gracias por comentar!
Jajajaja a mi me pasa lo mismo! así que no te voy a dar consejos, jeje solo en lo que llevan de vacaciones tendrán como cien fotos, pero luego organizar todo eso ya es otro asunto, además mi problema es de selección, me gustan todas!
Va Míriam, ànims que tu pots. Tot és qüestió de prioritats, un dia de tant en tant enlloc de fregar organitzes les fotos. A més, prova el fotoprix, jo l’altre dia en dues hores vaig tenir tot l’àlbum de les vacances fet i enviat a la botiga. Unes 100 fotos en 40 pàgines, i a més molt barat 18 € aprox. Ànims!!!
Me pasa exactamente igual. ahora que va cumplir el año ya le dije a mi esposo que nos tenemos que poner juicioso a armarle el albúm, que además fue un hermoso regalo de la abuela. sin importar cuantas fotos tengo, yo le sigo tomando en promedio 4 o 5 al día, te imaginas? Amo tomarle foto y en este caso prefiero pecar por exceso que por defecto.
Jo vaig perdre la mare fa cinc anys, quan la meva filla tenia un any i mig, tinc moltissimes fotos i videos de la nena, pero poquetes de la meva mare amb la nena, fins i tot als videos la meva mare no surt com a maxim se li sent la veu. Des d’aleshores faig fotos de grup a totes de trobades i si algu s’enfada pq li faig fotos l’envio a la …., o sento, hi ha moment irrecuperables i les imatges ens ajuden a despertar els records.