🎄 5% dto. en Cuentos y Libros · 30% dto. en Cursos Online 🎁
🎄 5% dto. en Cuentos y Libros
🎁 30% dto. en Cursos Online
Hasta el 6 de enero

¿Y el hermanito?

Laia pronto cumplirá tres años. Seguramente este es a menudo el tiempo «prudencial» en el que se producen la mayoría de nacimientos del «hermanit@»; entre los dos y tres años del mayor es cuando muchas parejas se embarcan en la nueva aventura y nace el pequeño. Es el tiempo en que, muy a menudo, una familia de tres se convierte en una familia de cuatro. Y eso lo estoy comprobando ahora más empíricamente que nunca. Sólo diré que casi el 90 por ciento de las parejas que conozco que parieron el primer hijo en la misma época más o menos que yo, ahora ya tienen dos.

Es inevitable encontrarme en medio de amigos atareados con el mayor y con el pequeño, amigas que cuentan cómo les ha ido el parto, otros que te anuncian que están esperando, otros que te dicen «¿sabes aquellos? Pues parieron el segundo el mes pasado». Y llego a casa y pienso: «Pues a mi no me apetece». Y me siento, debo confesarlo, un poco bicho raro. Todo el mundo me pregunta que cómo es que esperamos tanto, que con lo que me gustan los niños, ya podría tener otro… Y supongo que tienen razón. Poder, poder… supongo que podríamos.

Veo los ajetreos de unos y otros, ahora este a la escuela, ahora con el otro a dar teta, ahora cambio un pañal, ahora juego a cocinitas con el otro y… continua sin apetecerme! Lo único que me viene es el miedo de quedar desplazada, de ser la única, de ir a contra-corriente. Sé que esto que estoy diciendo es absurdo porque ni soy la única ni voy a contra-corriente… pero sí que hay un mar de fondo que me hace sentir esas cosas. Supongo que, salvando distancias, debe sentir algo parecido un soltero en una cena llena de parejas, o una pareja sin hijos en un encuentro familiar llena de niños de los demás, o un parado al que han despedido en una comida de antiguos compañeros de trabajo que aún lo tienen…

Y lo peor de todo es que incluso ha habido alguna vez en que me he sentido culpable de no tener las ganas de ir a por el segundo! En qué me he preguntado: ¿que no me gusta lo bastante tener una hija como para querer otra? ¿Que no me hace sentir suficientes cosas increíbles como para querer repetir? ¿Que no es lo suficientemente fantástico? Pero al cabo de un rato pienso fríamente, aparco la emoción y me doy cuenta de que sí. Que tener una hija es lo mejor que me ha pasado nunca, que el amor que le tengo es infinito (y en este blog he dado algunas, si no muchas, muestras de ello), pero que una cosa no tiene nada que ver con la otra. Que un día dijimos que buscaríamos el segundo sólo si sentíamos las ganas de hacerlo, no porque Laia tuviera un hermanito, ni alguien con quien jugar… No porque hubiéramos proyectado una familia de 4, no porque fuera el momento lógico de tener otro… Sino porque el corazón nos dijera lo que nos dijo la otra vez «Quiero un hij@».

Y hay otros dos aspectos que también afectan, supongo: la entrega (el tiempo de crianza «intensiva» yo todavía no lo he terminado del todo) y siento que quiero seguir yendo hacia fuera, des-fusionándome para poder después anhelar fusionarse de nuevo con otro hij@… y el entorno: estoy tan rodeada de bebés, de niños…, tengo desde hace tres años esta etapa tan presente en mi día a día con las madres que me consultan, con las amigas, etc… que es como si no se hubiera marchado nunca y por tanto, no puedo echarla de menos. Muchas madres sienten que quieren otro hijo cuando ven un bebé porque ya no recuerdan como era: yo los veo casi cada día.

Pero lo más importante de todo, no es nada de lo que he dicho en los párrafos anteriores: lo más importante es que hay un momento para hacer las cosas. Un momento que no sale de la lógica y mucho menos, de la razón. Un momento que ocurre, porque los astros lo prevén, o porque todo confluye, ¡qué sé yo! El momento suyo para venir a nosotros y el momento nuestro para sentir que ahora sí lo deseamos. Y lo que pasa, simplemente, es que este momento que, en parte, depende tan poco de nosotros… todavía no ha llegado.

Facebook
Twitter
Pinterest
LinkedIn
Picture of Míriam Tirado

Míriam Tirado

Consultora de crianza consciente y periodista especializada en maternidad, paternidad y crianza. Me dedico a ayudar a madres y padres a conectar con sus hijos/as.

10 respuestas

  1. Míriam, per entregar-te com ho has fet amb el primer és imprescindible tenir-ne ganes. El Santi i jo teníem clar que en volíem dos, però durant una temporada també vaig tenir el convenciment que amb l’Adrià sol ja estava bê i que n’hi havia prou. Estava entregada a ell en cos i ànima i creia que no Tenia capacitat per entregar-me més. Però de sobte, un dia, això canvia. Tens ganes de criar de nou i descobreixes la màgia de la gran capacitat d’amor i d’entrega que hi ha dins nostre. I fer de mare de nou amb l’experiència d’un primer fill és un luxe, tota una experiència de seguretat i tranquil.litat. Si t’han d’arribar les ganes ho faran. Res s’ha de fer perquè toca o perquè l’entorn t’hi empeny i encara menys tenir un fill. Un petó

    1. Hola, Montse!

      Totalment d’acord. Això ho vaig tenir claríssim; si ha de venir un altre fill, es mereix també ser pensat, desitjat i esperat tant com ella. O almenys, així ho sento jo. Però ara mateix… el moment no ha arribat. Aquell clic del qual parles, aquell «dia» en què alguna cosa canvia. Qui sap… Si arriba, ho sabreu 😉

      Petons

  2. Creo que tanto tener un hijo como dos, tres o cuatro, tiene que ser una decisión única y exclusivamente de la pareja. No debes dejarte influir por los comentarios externos. Al fin y al cabo esos comentarios no te ayudarán cuando te encuentres atrapada en una vida que realmente tu no hayas decidido. Míralo de otro modo. Yo veo a amigas mías que sólo tienen uno, porque así lo han decidido, y están la mar de felices. Empiezan a poder hacer más cosas los tres juntos, son más autónomos. Me alegro mucho por ellos con total sinceridad y a la vez estoy satisfecha de mi propia decisión de tener dos hijos. Cada uno sabe mejor que nadie que es lo que quiere y para nada debemos sentirnos culpables por no pensar lo mismo que los demás.

    1. Hola, Sandra.

      Sí, es lo que me pasa a mi. Yo soy súper feliz tal y como estamos ahora y a la vez, me alegro muchísimo que mis amigas también lo sean con dos, y algunas con tres! Yo siento que ahora mismo y después de mucho tiempo de parón y de ir «hacia adentro», disfruto mucho con mi vida «hacia fuera». Tengo la sensación que tengo que disfrutar mucho de haber traspasado el puerperio antes de meterme en otro. Y es lo que estoy haciendo.
      Gracias guapa, por tus palabras!

      Besos.

  3. Cadascu porta una velocitat en aquesta vida i té unes expectatives. Si no ha arribat el moment, o no arriba, no passa absolutament res. Potser el dia de demà, veus un nadó pel carrer o la teva filla t’ho demana i tornes a caure en el parany… potser tens suficient amb la Laia i no necessites més fills.
    Cadascu fa plans a la seva manera i és típic tenir buscar la parelleta. Jo puc dir que la meva idea de maternitat ha anat canviant amb el temps, i sempre penso en que no vull un fill únic, però potser demà també canvio d’opinió!
    M’agradat la teva reflexió… És important tenir temps i moltes ganes!
    Petons guapa!

    1. Hola, batmami.

      Per mi el temps és imprescindible, perquè si no tinc temps per cuidar-lo prefereixo no tenir-lo… i les ganes també. Sense ganes tot es fa feixuc, ja res és un plaer,… I suposo que per llençar-me a tenir-ne dos estem esperant a tenir-ne moltes més, i més, i més… per gaudir de tot el procés tant com hem fet amb la Laia.

      Petons.

  4. Els meus fills es porten quasi bé 4 anys (per pocs dies no hi arriba) i vaig estar més de 2 anys amb la pregunta constant: i el germanet? que no en voleu més???

    I quan intentava explicar que jo sempre havia volgut que se’n portessin de 4 en endavant encara em deien que m’equivocava, que era més «pràctic» posar-t’hi de seguida..

    Però és que jo no he tingut fills per anar al gra i ser pràctics… jo vull disfrutar-los!

    I si vaig començar abans dels 4 anys va ser perquè el meu home ja se n’hi estaven passant les ganes de tornar a començar. Però no m’arrepenteixo gens d’haver esperat.

    Quan he tornat a començar amb el petit, el gran (tot i que sovint hi ha qui oblida que continua sent petit) ja era més autònom, ja li raonaves bé les coses, ell mateix ja desitjava un germanet en totes les seves forces. No s’ha sentit tan desplaçat,crec jo, que si s’hagués trobat amb un peque quan ell hagués tingut tan sols 2 anyets.

    He disfrutat en exclusiva 4 anys del gran, amb molta dedicació (encara més durant el segon embaràs ja que el tercer trimestre vaig agafar la baixa i vam passar hores i hores junts).

    I ara he pogut volcar-me molt en el petit (el gran, ja amb 5 anys, queda amb amics, surt a jugar al carrer, es distreu sol a l’estudi…) però també he conservat els meus espais exclusius pel gran, sobretot els migdies, quan el petit dorm i jo intento no fer res més que estar per ell i per mi.

    Cadascú ha de trobar el seu moment, crec jo, i sigui quan sigui, si s’escau, si et guies pel cor, serà el moment adequat.

    Un petonàs!

    1. Núria…

      moltes gràcies per explicar la teva experiència! Va bé veure que no sóc l’única que no té cap pressa… A vegades hi ha qui et fa sentir com un bitxo raro! Com si el fet de no tenir-los seguits fos pecat! O com si el fet de tenir un fill i no dos també ho fos!
      M’ha agradat molt el que has explicat!

      Una abraçada

  5. Ostres Míriam, fa molts dies que no et llegia i m’he estic posant una mica al dia.
    Com ja saps jo tinc un nen i una nena que es porten dos anyets, però se’n porten dos com se’n podrien portar quatre, es a dir, quan arriba el moment, arriba i sents aquelles ganes infinites de tornar a tenir un fill, no per donar-li un germanet a l’altre, no perquè és el que toca sinó simplement perquè ho sents.
    La meva parella i jo haviem decidit esperar a tenir el segon per poder gaudir del primer i retrobar la calma necessària per afrontar un altre embaràs i una altra criatura i de sobte, un dia, estava banyant-lo i em van venir unes ganes immenses de tenir-ne un altre, és un sentiment inexplicable. L’Oriol només tenia un any i poc…
    Quan arribi el moment, arribarà.

  6. Hola Míriam!!! Doncs els meus es porten gairebé 6 anys!! Doncs imagina’t el temps que feia que sentíem el : pobre Èric, tot sol. Necessita un germanet… Doncs jo crec que l’Èric ha sigut molt feliç gaudint dels seus pares només per ell, i ara que ja és més gran també ho serà compartint als pares amb la seva germana, a qui s’estima amb bogeria…. I ara que ja tinc el segon encara hi ha gent que ens critica per haver esperat tant… Nosaltres hem fet el que hem volgut com hem volgut, i la gent no té perquè posar-s’hi…. No canviaria per res aquests 6 anys que he dedicat al meu fill, i els que vindran ara per dedicar-me a la meva filla. L’Èric necessita moltes atencions, però ja és molt autònom i em deixa i M’ajuda a estar per la petita i jo, doncs jo vaig molt més desestressada que si es portessin poc. Gràcies pel teu escrit!!!!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Información básica sobre Protección de Datos

  • Responsable: MIRIAM TIRADO TORRAS
  • Objetivo: Publicar el comentario en relación a la noticia.
  • Legitimización: Consentimiento del interesado.
  • Dirección: No se prevén cesiones, excepto por obligación legal o requerimiento judicial.
  • Derechos: Acceso, rectificación, supresión, oposición, limitación, portabilidad, revocación del consentimiento. Si considera que el tratamiento de sus datos no se ajusta a la normativa, puede acudir a la Autoridad de Control (www.aepd.es).
  • Más información: https://www.miriamtirado.com/politica-de-privacidad/