16.9.2014
¿Cómo va el inicio escolar? Estos días tenemos que estar, si se puede, aún más atentos a nuestros hijos. Escuchar qué nos dicen pero sobre todo, qué NO nos dicen. Imaginemos que tenemos un hijo en etapa preverbal, o sea que todavía no nos puede explicar qué le pasa o qué le ha pasado en la guardería… ¿En qué fijarnos? ¿Qué nos dirá cómo llevar este cambio brutal para él como es ir a la guarde o al cole?
Pues si está activo o no, si ríe como siempre, si llora más, y sobre todo, si se enfada más. Y esto no vale sólo para hoy o mañana, estos primeros días de escuela. Yo creo que el periodo de adaptación en los más pequeños se alarga mucho en el tiempo (tal vez casi todo el trimestre) y hay niños que no empiezan a expresar su malestar hasta pasadas unas semanas. Por lo tanto, estemos tranquilos y al mismo tiempo atentos a las señales que nos den nuestros hijos.
Un buen momento para ver qué pasa es por las noches: cuando los acostamos, si están más tristes, si les cuesta más la separación… o a lo largo de la noche, si duermen peor, tienen pesadillas, se despiertan más, maman más…
Y una vez hayamos visto que expresan, ¿qué hacemos los padres? Pues acompañarlos. Teniendo la información que su cuerpo, sus gestos nos han dado, acompañar con paciencia y mucho amor. Estar más presentes, darles más contacto para que puedan coger más seguridad y buscar recursos… A veces un «amuleto» que ellos escojan (dependiendo de la edad que tengan, obviamente…), etc. O imaginando, trabajando todo lo que pasa a través del juego, por ejemplo.
Ayer Laia estaba muy contenta, había empezado el cole y se le puso bien. Pero se había levantado, de la emoción, a las 7 y media, hora impensable para ella. Al mediodía comió contenta y tranquila, pero yo ya la veía cansada. Y a la salida del cole por la tarde fuimos al parque con un amiguito suyo. No pensé que quizás era demasiado. Y sí, era demasiado. En el parque se enfadó y empezó a llorar y a sacar el cansancio, la emoción y quizás también el estrés del primer día de cole. Hicimos retirada del parque (no había sido buena idea), y fuimos a casa. Ella ya estaba tranquila pero pensé que una buena bañera le ayudaría. Y eso hicimos: bañera y juego. Estar por ella, jugar al dominó, cena juntas bien temprano, un cuento y hablar justo antes de dormirse. Hablar de los mejores momentos del día, de lo que más le había gustado y lo que menos. Y a dormir 12 horas. Le ha sentado muy bien y hoy se ha vuelto a despertar contenta… Hoy, nada de parque hasta que se acostumbre a levantarse tan temprano! Ya he aprendido la lección!
Y tú, ¿como viviste el primer día de colegio? ¿Y tu hijo? ¿Te preocupa no ver las señales que te pueda dar para saber cómo está?
2 respuestas
La meva petita va fer 15 dies de vacances a la llar i tot i que la tornada ha estat tranquil.la, si que les nits estan sent una mica més dures i la teta va que vola tota la nit. A més, l’han mossegat dos cops i de vegades s’enrabia una mica sense motiu aparent.
És molt important el llenguatge no verbal, sempre!
Una abraçada!
Hola Laura,
pobreta… a la nit necessita treure tot el viscut i que no pot explicar amb paraules. Però segur que tu hi ets, amorosa i entregada, per acompanyar-la. Una abraçada.