El viernes, delante de 78 personas, expliqué cómo había sido mi segundo parto. Expliqué que yo no puedo parir.
Conté lo que recuerdo de él o lo que quería decir,… vaya, conté lo que salió. Lua tenía sueño y se quería dormir así que me levanté, la cogí en brazos y empecé con esta frase:
«Hoy es el primer día que cuento mi parto. Sí, el primer día. Porque cuando un parto va «bien» y estás contenta y feliz, todo el mundo te pregunta cómo ha ido y no te cansas nunca de explicar los detalles. Pero cuando tu parto no va como se esperaba, nadie te pregunta nada. Y de repente te das cuenta que tu parto no lo has contado nunca».
Yo quería parir en casa. Después de una primera cesárea que no sabía si había sido necesaria o no, quería/queríamos poner los medios para que si Lua podía y quería, naciera en casa. Pero no pudo ser.
Ni los más íntimos sabían nuestras intenciones; no tengo edad ni necesidad de dar explicaciones a nadie, la verdad, y lo llevamos en la más estricta intimidad.
Pero no pudo ser. Después de un trabajo de dilatación de dos días con una pausa de 12 horas en medio (que me permitió descansar y comer a gusto), mis fantásticas matronas a quien siempre me unirá un vínculo amoroso e invisible (Luci Alcaraz e Inma Marcos, de Néixer a Casa) me sugirieron ir al hospital porque Lua, no sabíamos por qué, no se encajaba.
Ella estaba bien, yo estaba bien, pero no bajaba. Yo, dilatada casi en completa y con unas contracciones con tanto motor como por haber parido esa noche 4 hijos en la piscina de partos instalada en casa, hice un grito que debían escuchar todos los vecinos: “¡¿Por qué?!».
No era un por qué a las comadronas. Un “¿por qué vamos al hospital?». No. Era un “¿por qué, vida, no me dejas parir, a mí, con las ganas que tengo, con lo que llego a aguantar de contracciones, dilatación, horas de trabajo de parto…? ¿Por qué, vida, no me dejas sentir qué es que tu hijo baje por el canal de parto? ¿Por qué no puedo saber qué es tener ganas de pujar? ¿por qué, vida, me haces volver a pasar por eso otra vez?» Porque en ese momento intuí (ahora me doy cuenta), que volvería a tener a mi segunda hija por cesárea en el hospital.
Todavía dentro de la piscina me levanté, desnuda y animal, y me abracé a mi hombre. Lloramos los dos.
Lloramos por el recorrido hecho hasta entonces, por el desgaste, por la emoción del momento, por lo bonito que había sido todo aquel trabajo de parto con las comadronas en casa, por lo que sabíamos que venía…
Lloramos por la intimidad que sabíamos que estábamos a punto de perder al entrar en el hospital. Llorábamos juntos. Llorábamos y seguramente abrazados, cogíamos fuerzas por lo que había de venir. Este es uno de esos momentos de la vida que nunca, por años que pasen, puedes olvidar.
El viernes, cuando contaba todo esto a parejas que ya habían parido y a otras que están por hacerlo, yo lloraba de nuevo. Hacía prácticamente 5 meses que no lloraba. A mí, el baño de oxcitocina que me proporciona la lactancia materna me provoca un efecto colateral y es que después no puedo llorar. Supongo que soy demasiado feliz y no me sale… No sé. Pero el viernes me vino esa emoción, esas lágrimas dulces de momento intenso que cuando lo recuerdas, se te eriza la piel.
Y les expliqué que yo no puedo parir. Que soy aquel 0, coma no se cuánto % de mujeres que su cuerpo no está fisiológicamente preparado para parir. «Un problema mecánico de la pelvis, óseo», me dijeron. Quién sabe. La cuestión es que mis hijas, su cabeza, no puede entrar en el canal del parto. Aunque, como Lua, su cabeza fuera pequeñita y lo intentara duro, mi pelvis no permite la entrada. No tanto por estrecha como por «diferente».
Tengo este triste honor. El de ser la excepción que se sale de la regla. De lo que yo estoy convencida: de que las mujeres estamos diseñadas y preparadas para parir. Casi todas. Yo no. Pero puedo decir, ahora sí (convencida absolutamente), que yo he tenido dos cesáreas necesarias. Dos cesáreas que me han permitido tener a mis hijas sanas y felices a mi lado.
Y el viernes, allí plantada delante de 78 personas que me escuchaban me di cuenta de otra cosa: que lo llevo bien. Que esa sensación de ser menos mujer, de ser «defectuosa» que tenía cuando grité fuerte aquel «¿Por qué?», ha desaparecido.
Sé que moriré sin saber qué es que un hijo salga por tu vagina y venga a ti húmedo y caliente, pero lo acepto. Lo acepto y no me siento menos. Acepto la realidad que me ha tocado vivir. Aprendo lo que la vida me ha hecho aprender con toda esta dolorosa experiencia.
Me toco la cicatriz, una marca que en realidad son dos (una encima de la otra) y me reconcilio conmigo, con mi cuerpo, con lo que soy, más allá de esta raya rojiza que me atraviesa por debajo de la franja del bikini. La miro, me la toco, y recuerdo aquellos días.
Unos días que no puedo definir como los más felices de mi vida porque no lo fueron. He tenido días con Laia y Lua infinitamente más felices que los de su nacimiento. Y eso no quiere decir que al verlas por primera vez, no haya sentido por ellas un amor profundo infinito que me atará a ellas incluso una vez muerta.
Creo que Lua ya se estaba a punto de dormir cuando dije a las parejas embarazadas que sigo pensando, a pesar de mi experiencia, que tener un parto respetado al máximo y poder dar una bienvenida exquisita al nuevo bebé es importantísimo. Porque es la primera impronta. Porque es lo que se merecen. Pero que si no puede ser como les gustaría, si la vida les tiene reservado otro plan, que piensen que siempre, todo, se puede reparar.
Que después del parto vienen 24 horas de hijo los 7 días de la semana, los 30 días del mes, los 365 días al año. Y, si los Dioses nos son favorables, vendrán muchos años más. Y que todo cuenta: la piel, el contacto, la leche, la escucha, la mirada, la acogida del llanto, la atención de las necesidades, y un largo etcétera.
Las experiencias, sensaciones, pensamientos y emociones que viví las horas del parto (infinitas), y los días posteriores son tantas, que evidentemente, con este escrito no será suficiente. Hoy he destapado la caja de pandora. De hecho, lo hice el viernes y me sentí preparada para empezar a hablar, escribir y revivir todo lo que pasó aquellos días de abril de 2014.
Si me queréis leer, si lo queréis saber, si me queréis acompañar mientras lo revivo, seréis bienvenidos.
Gracias.
63 respuestas
Uau!!! No tinc paraules Míriam! Només puc dir chapeau! Per ser aquesta dona tan valenta i capaç de reconciliar-te i acceptar els contratemps. Potser aquesta segona cessària t’ha ajudat a reconciliar-te amb la primera, però el més important és el que tu dius, després vénen milers d’experiències enriquidores i sanadores que està molt bé rebre-les i deixar-se acompanyar.
Una abraçada!
Gràcies Inski.
Suposo que és l’únic que podem fer quan les coses no van com volíem, acceptar-ho. Acceptar-ho i anar endavant. I aprendre! 🙂
Una abraçada!
Penso com Inski, i crec que tens molt camí fet, ho demostres amb aquesta acceptació Míriam. Jo recordo amb la cesària del meu fill gran que vaig trigar mooolt a acceptar-me, anys! I tot això que em vaig perdre de presència amb ell. Has estat ràpida i valenta, estàs sencera i completa, les teves dues filles, precioses elles, ho demostren!! Felicitats guapa!
Hola Maria,…
Guapa, moltes gràcies! Saps de què parlo… Amb la primera cesària vaig trigar temps a poder-me reconciliar amb la meva cicatriu; el cop va ser dur. Ara, sóc 5 anys més gran i ho veig «gairebé» tot, amb una altra perspectiva…
Els propers dies anireu veient com he arribat a aquest punt… EL que va venir després del part va ser tan dur que suposo que va posar tota la resta al seu lloc…
En fi. Gràcies pel teu comentari! I per tot! 🙂
Petons
Buah! Jo també porto 2 cessàrees i amb la segona, a diferència de la primera, potser per novata, si que m’he quedat amb l’extranya sensació de no haver estat capaç de parir… Amb el primer ho vaig acceptar molt bé i ràpid, però amb el segon vaig lluitar tant per parir… que em vaig quedar amb les ganes i mal sabor de boca… Estic feliç amb els meus dos petits!!! Però tinc l’espina clavada….
Míriam, no ens coneixem, però et llegeixo i ploro, ploro d,emoció perquè jo també vaig sentir aquesta ràbia contra la vida. Jo vaig tenir una primera cessària al 2010, per desinformació absoluta, crec que innecessària. Però sempre explico que sense aquella cessària, no seria la mare que soc ara. La Paula va enderrocar tot el que fins ara jo entenia que era la maternitat, va sacssejar el meu món, i el colecho, la lactància prolongada, la criança amb apego…van obrir-me una porta que fins ara desconeixia. Vam perdre un naixement respectat, no perdríem més. L’Ona va arribar el maig del 2013, vaig passar tot l’embaràs, buscant un lloc a on parir, q ens respectessin. Les pors em vam fer descartar el part a casa, i em vaig decidir per part hospitalari. 26 hores, dilatació completa i l’Ona no s’encaixava. Dolor intens, petita rotua posterior úter i una setmana més tard, m’operaven d’urgències perquè durant la cirurgia, m,havien punçat urèter esquerra. Quina crueltat! Estàvem a tocar i … Com tu, els naixements de les meves filles no van ser un moment de felicitat absoluta, plorava, tenia por, fred…Però no hi ha tempesta que esborri les imatges, de les seves cares, el primer cop que les vaig veure. Jo estic convençuda que he recorregut aquest camí perquè elles no l’hagin de recórrer. Si hagués tingut parts «només vaginals», no respectats, instrumentalitzats…potser, jo els hagués normalitzat i a elles, els hauria
trasmés com a tals. La vida ens va negar un naixement digne, respectat, però el que vindrà després, podem escriure-ho nosaltres. Una abraçada!
Hola Montse,
Buf, Déu ni do la teva experiència… que dur! Sens dubte, no hi ha ni un part igual, ni una experiència igual… Suposo que això que ens passa (sigui el que sigui), ens fa més forts i com a mínim, és una gran oportunitat d’aprenentatge, tu ho has dit!
En tot cas, ens fan diferents i amb cada part, amb cada maternitat, ens transformem! Gràcies per explicar i compartir una experiència tan íntima i dolorosa.
Una abraçada plena de comprensió.
Hola! Em van parlar del teu bloc i no vaig poder deixar de passar-me, el primer article que llegeixo i justament és el que vaig sentir en el naixement de la meva filla, cesarea a només 8h de provocar el part, lligar-me a la llitera, treure les ulleres i no donar-me a la meva filla fins a les 2 hores de néixer, només me la van ensenyar … quan me la van entregar em van dir que havia estat plorant 2h sense parar i just va ser agafar jo i callar, em coneixia! He plorat molt perquè no respectessin el pell a pell i tot el que vaig demanar però ara passats dos anys, entenc, que va ser així com la meva filla havia de néixer, espero que el següent beu si em respectin una mica tot el que demano que sigui cesarea. I com tu dius cal gaudir de tot que la vida dels nostres fills és per gaudir-la! Una abraçada!
Hola Elisabet,
Això de lligar els braços és tan terrible… i dius que fa només dos anys! Mare meva, quanta feina queda per fer… Si tornes a passar pel blog, dijous publicaré un altre article, sobre això de plorar… potser t’hi sents identificada… I el tema de les cesàries respectades, buf! És cert que cada vegada hi ha més hospitals que «intenten» que ho siguin, però vaja, guanyen de golejada els que no. En el meu cas, cap de les dues cesàries va ser «respectada». Potser en aquesta segona una mica més però sobretot perquè coneixia part de l’equip que m’atenia, i perquè vam fer una pressió brutal… però ni així no va ser com crec que haurien de ser les cesàries. Queda lluitar molt encara! Però estic segura que, tard o d’hora, ho aconseguirem.
Gràcies per explicar la teva experiència. Del compartir entre totes, aprenem totes. Una abraçada.
Benvinguda de nou Míriam! aquí seguim llegint tot el que comparteixes. Felicitats per la Lua…un post preciós que segur ajuda a moltes dones. Una abraçada!
Hola Lupe,
que bé que encara siguis per aquí, m’agrada retrobar-vos! 🙂
Una abraçada
Hola Miriam,
Quina alegria que et retrovis amb l’escriptura, és tota una sort pels que et volem llegir i no ho podies fer amb un post més maco, més profund, més íntim i més carregat de realitat. Què important és acceptar l’adversitat com a part de la felicitat!
Gràcies per compartir la teva experiència, estic convençuda que ajudarà a moltíssimes mares que, com tu, un dia van cridar «Per què?» a la vida.
Una abraçada,
Laura
Hola Laura,
gràcies per les teves paraules. Tan de bo ajudi a dones que en algun moment s’han sentit així… I jo crec, sobre això que dius d’acceptar l’adversitat, que és l’únic camí. Costa, sobretot amb adversitats molt més dures i doloroses que la meva (que són moltíssimes), però sincerament crec que és l’únic camí…
Una abraçada.
Míriam, jo hi era divendres quan vas explicar la teva experiència, em vas emocionar molt i tot i que crec que estic bé amb el meu «no-parto» em va ajudar moltíssim saber que no soc un «bicho raro» que no pot parir… Com tu dius, al moment penses «per què amb tot el que he fet i m’he preparar, no puc parir i d’altres a les que els hi dona tot igual en tres hores han pogut parir sense problema», però jo estic orgullosa de tot el que vaig lluitar no ens vam deixar fer i, espero, en el futur que les nostres filles puguin gaudir, si volen, d’un part com el que hauríem volgut per elles.
Gracies per compartir la teva experiència, ets una mama lleona i lluitadora.
Hola Isa!
Ai tan de bo… Tan de bo les nostres filles, quan vagin a parir, tinguin la informació actualitzada, el respecte que mereixen i no s’arruguin per lluitar pels seus drets i els dels seus fills…! I això dels part de dues hores… és la confirmació de què al món hi ha de tot! Aquells parts trenquen les estadístiques per curts, i els que són com el meu, per llargs 😉 La vida… té molts colors!
Gràcies pel teu comentari Isa. Llàstima que divendres vaig conèixer a molt poques noies… m’hagués agradat saludar-vos!
Una abraçada
Hola Míriam!!! Sóc seguidora teva des de fa més de dos anys, i encara que ho faci sempre a l’ombra (gairebé mai t’escric comentaris) t’he de dir que m’encanta tot el que escrius i que t’admiro moltíssim. Moltes vegades em fas plorar ja que els teus escrits m’arriben molt endins i crec que ets una dona i una mare excepcional!
Mil gracies per compartir totes aquestes experiències tan íntimes!
Hola Àngela!
Gràcies, en primer lloc, per seguir-me des de fa tant temps! M’agrada compartir el meu camí… i que vosaltres comenteu i compartiu també el vostre. Gràcies.
Una abraçada
Bones Miriam!
He llegit la teva història i així que anava avançant, se m’anaven omplint els ulls de llàgrimes. La teva història és commovedora, però el que més m’ha impactat és que semblava que estiguessis redactant el meu part. També volia part natural (tot i que no fos a casa) i respectat, portava el meu pla de part i les idees molt clares, però l’Eudald tampoc es va acabar d’encaixar i jo no vaig acabar de dilatar el suficient, així que després de 35 hores, va acabar naixent per una cesària necessària. M’he sentit molt identificada amb moltes coses de les que deies, i el més fort de tot és que el meu fill també va néixer l’abril d’aquest any i que tu i jo tenim el mateix nom!
L’explicació del meu part encara ara em fa soltar alguna llàgrima, però cada cop ho porto millor, crec que es necessita passar un dol…
Hola Míriam i enhorabona per aquest Eudald!
Caram, quantes coincidències… 😉 Sí, cal passar un dol. Un dol del que (a vegades sense voler), havíem acabat imaginant que seria aquell part nostre. I en el procés de dol, sí, salten algunes llàgrimes…
Una abraçada i benvinguda A flor de pell!
és molt emocionant llegir el teu relat…tot just l’altre dia una amiga m’explicava això mateix…que per la forma de la seva pelvis només por parir per cessària. Ella ho va saber des del primer part…que bé que en el teu cas el segon t’hagi ajudat a reconciliar-te amb el primer. I qué bé tornar a llegir-te!
Hola Lai,
Ben bé el part de la Lua no és que em reconciliés amb el de la Laia. Ja hi estava. Simplement em va donar més informació. De què malgrat que no vaig dilatar més de 3 cm o 4, tan se val, no era aquesta la causa de la cesària. No era que jo no dilatés. I em va fer comprendre una mica tot plegat. Però sí, crec que ja abans d’embarassar-me de la Lua ja havia fet les paus amb el meu primer part. Per sort! 😉
Gràcies per les teves paraules. Gràcies a tu Lai i a totes per prendre-us el temps per expressar-vos aquí. M’agrada llegir-vos.
Una abraçada
Gracias, gracias, gracias.
🙂
Miriam,jo no puc escriure gaire després dellegir-te,només dir-te q jotambé sóc una d’aquestes i se lo q se sent
Hola Lorena i gràcies.
Petons
Miriam, gràcies!!!! Gràcies per ser una dona valenta, gràcies per continuar regalant a les dones (i parelles) les ganes de ser propietaries al màxim dels seus parts, gràcies per haber fet tot alló que podies fer per assolir el que volies, gràcies per ACCEPTAR que hi ha coses que no depenen de tu, i d’altres que si, gràcies per escriure i comparitr amb tothom i totdon les experiències íntimes doloroses i felices, i gràcies per deixar clar que el ser dona és una actitud, que es pot ser una meravellosa mare hagin vingut al mon com ho hagin fet els/les fills/filles i tantes altres coses.
Gràcies i felicitats
Hola Òscar,
Gràcies a tu per dir-me tantes coses maques! No sé si sóc valenta… suposo que quan prens la determinació de viure amb consciència, fer aquests processos d’acceptació és gairebé inevitable, després de fer el procés de dol que toca. Sobre obrir-me i exposar-me en un blog, és cert que a estones em sento despullada, perquè hi ha qui no veurà amb bons ulls el que sento, opino, explico, penso… perquè em poden jutjar i per infinitat de raons més. Però un dia vaig decidir que tot això no m’importava si amb el meu testimoni hi podia haver persones que se sentissin reconfortades o a qui els pogués ajudar. I així seguiré.
Gràcies per les teves paraules i sobretot, per les últimes frases.
Una abraçada
Miriam, que valiente, que lindo que compartas tamaña experiencia, yo fui mamá por primera vez con cesarea y espero y deseo mi segundo hijo pueda ser parido como dios manda. Entiendo lo que decis yo hace un año que tuve a mi hijo y todavia no me reconcilio con mi cesarea, creo yo innecesaria. Pero aceptar y reconciliarse son las palabras claves, más allá de todo ver a mi hijo sano y feliz es el regalo más grande de la vida. Que lindo que exista gente como vos y cuente su experiencia, yo hace poco descubrí que podía parir despues de una cesarea y se abrio un mundo inmenso ante mis ojos. Gracias y lo mejor para ti y tu hermosa familia.
Hola Natalia,
Gracias por compartir, por tomarte la molestia de escribir tu experiencia. Claro que después de una cesárea se puede parir vaginalmente. De hecho, en la gran mayoría de casos se puede! Ojalá lo vivas algún día. Te lo deseo de todo corazón.
Un abrazo
Hola Míriam!
Et llegeixo i et segueixo i amb aquest post m’he sentit totalment identificada. També vaig tenir una primera cessària (innecessària?) i vaig decidir que el segon seria millor. Pero no vaig tenir sort i crec, que com tú, formo part d’aquell petit percentatge que no podem parir.
El primer part el vaig viure com una experiència traumàtica perquè el nen va tenir patiment fetal i ha tingut conseqüències després, una petita alteració neurològica sense importància que ens ha unit i ens ha fet més fort a mi i al seu pare. Suposo que aquesta por va ser la «culpable» de que el segon part acabés sent també una cessària. I va ser aleshores, després del segon part, quan vaig decidir fer un punt i apart. Deixar de sentir-me culpable, la natura ho havia volgut així i tampoc no sabré mai què es parir de forma natural. Però tinc dos fills que són el millor regal de la vida, el millor de mi.
Segueix Míriam, m’encanta llegir-te!
Hola Ruth,
Gràcies per les teves paraules, pels teus ànims i per compartir aquí la teva experiència. Que dur això que expliques… i aquest sentiment de culpa… que bé que l’hagis pogut fer fora! Ho celebro, de veritat. No, no sabrem què és parir de forma natural, ens ha tocat això. Però podem saber què és criar amb amor les 24 hores del dia i això ens omple.
Una abraçada
Hola, Míriam!
Fa temps que et vaig llegint, però aquest post m’havia passat per alt i ara em ve com anell al dit. Em sembla que jo també formo part de l’excepció. Estic a dia i mig de la meva segona cesària programada, però encara amb una mica d’esperança de no arribar-hi o de poder tornar cap a casa.
Quan vaig decidir buscar el meu primer fill, em vaig dedicar a informar-me amb ganes de tot el procés (concepció, embaràs, part, puerperi, lactància,…), i mentre aprenia com es desenvolupava un part, em vaig enamorar del part natural. Era el que volia per al meu fill i per a mi, viure aquella experiència vital única. Però el nen no estava ben col·locat i entre uns i altres no em van deixar l’opció de posar-me de part i vaig tenir el meu fill sense saber ni què era una contracció, allò que jo tenia tantes ganes d’experimentar. No ho vaig dur gaire bé durant una bona temporada. Ara, tres anys després, a punt de les 40 setmanes, tampoc tinc el petit ben col·locat, millor que el gran però no prou per dir que està «com toca», i de moment m’han tornat a programar una cesària per no córrer riscos. Fins a l’últim moment mantinc l’esperança, però ja m’han dit que deu haver-hi alguna cosa fisiològica, encara no se sap què, que els impedeix col·locar-se del tot bé. Per part meva, em turmenta acabar un embaràs sense notar que s’acaba. No em sento ni menys dona ni menys mare, en absolut, però com a persona sí que sento una certa frustració, o fracàs, potser. Ara intento agafar forces per insistir a posar-me de part (els arguments dels metges a vegades poden influenciar massa), però sobretot per passar un bon postpart.
Moltes gràcies per explicar les teves experiències; serveix de molt!
Hola Laia,
T’entenc, no és gens fàcil acceptar… i tens raó, seria fantàstic que, com a mínim, et deixessin posar de part: que fos el teu fill el que donés la senyal de voler sortir, de què està preparat. Sentir contraccions, aquelles sensacions corporals que et diuen «ja ve». Et desitjo molt sort, molta connexió amb el teu fill i que tingueu, tots dos, un bon viatge. Una abraçada
Hola Miriam,
Al leer tu artículo no me he podido sentir más identificada. Yo también he tenido a mis dos hijos por cesárea, con dos días de con contracciones, entre periodo de prodromo y parto. Llegando hasta el final, totalmente dilatada, pero no encajaron ninguno de los dos. Todos los sentimientos que has descrito, son los que he sentido y siento. Y, por frustrada que me haya podido sentir, he llegado a ver que lo importante es tener a mis dos hijos sanos y disfrutarlos cada día.
Gracias por tu artículo.
Pues veo que hemos vivido una situación muy parecida. Celebro que le hayas podido dar la vuelta. Un abrazo!
Yo tampoco pude Miriam, ninguna de las dos veces, lo intenté con todas mis ganas…pero mi pelvis tampoco puso de su parte. La segunda de hecho venía con rotura de útero. Termine en cesarea, triste y sin que dejaran entrar a mi marido ninguna de las dos veces. Lloro siempre que recuerdo aquella sensación de soledad.
Sí, esa soledad ahí en ese espacio tan, tan frío es terrible. Sé de lo que hablas. Un abrazo, Ana.
Hola Miriam,
Tus palabras me han reconfortado tanto! La importancia de aprender a amar las cosas tal y como vienen aunque eso suponga no cumplir sueños o espectativas.
En mi caso tras un embarazo estupendo, a las 32 semanas se me “rompió” la aorta, así de repente. Tuvieron que sacar a mi bebé por cesárea para poder operarme de urgencia. Todo salió bien. Lo conocí cuando ya tenía una semana de vida, no pude dar el pecho y me tuvieron que extraer el útero por complicaciones en la intervención (era eso o morir). Y esto sin entrar en detalles…
Como ves también en mi caso he tenido que renunciar a la fuerza a muchos sueños. Para mi era natural y normal el tener un embarazo a termino, parir, sentir a mi bebé encima de mi, alimentarlo, estar con él sus primeros días y tener varios hijos. Todo se esfumó sin más, me resultó muy muy duro todo aquello pero hoy, como tu, puedo contarlo y ver la felicidad que vino después de aquello.
Gracias por tu post!
Madre mía, qué duro lo que te tocó vivir… Y qué suerte que estés aquí para contarlo. Me alegro muchísimo. Un abrazo muy fuerte.
Gràcies Míriam per posar paraules a una emoció fosca i trista que tenia fet un nus dins del meu cor. JO TAMPOC PUC PARIR. La primera VS ser cesària per més que vaig intentar que no ho fos. Vaig fer mil postures de ioga, moxibustió… i es va adavantar 1 mes quan vaig trencar aigües. Tot era confús i fred i estrany i vaig estar molt de temps sentint-me trencada. No mare. El segon tampoc es va girar, aquí ja vaig intuir que el “problema” era el meu cos. 2 dies abans de la cesària programada vaig començar amb contraccions. Porto la doble però única cicatriu i com tu, m’he reconciliat una mica. Vaig viure la meva segona cesària a un hospital diferent i més acollidor. Al poder sentir al menys les contraccions vaig poder perdonar-me i viure-ho amb més alegria. Jo també vaig néixer per cesària i penso que si no em perdono aquesta motxilla passarà a la meva filla i no ho vull. Gràcies per les teves paraules.
Poc a poc… recordar-ho, plorar-ho va molt bé per anar-ho assimilant i acceptant. Una abraçada ben forta.
Hola,miriam!! Te sigo aunque no suelo escribir,pero al leerte me he sentido muy identificada,dos partos de unas 16 horas los dos,y cuando stoy d 8 o 9,se para xq el bebe baja pero no se encaja y vuelve a subir…x lo tanto,dos cesareas,y sin saberme dar una explicación. Ahora q te leo,quizás mi pelvis tb sea diferente.
Gracias x compartir tu experiencia,
Cris
Lo siento… Un abrazo y gracias por contarlo aquí.
Querida Míriam,
Cuantas emociones me has removido.
No estas sola, yo también formó parte de este pequeño grupo que no puede parir o eso me dijeron en mi primer embarazo, debido a un problema de la pelvis en que el hueso púbico no permite que el bebé baje por el canal de parto.
Es doloroso y triste cuando ves que no hay otra salida a la cesárea, que todas tus ilusiones de parir se desvanecen… Ahora, 4 años después, embarazada del segundo, estoy más preparada mentalmente a lo que pueda pasar, y aunque guardo una pequeña esperanza de poder parir vaginalmente, se que es prácticamente imposible y entiendo que a veces las cesáreas son necesarias para que nuestros hijos lleguen a nacer sanos.
Gracias por compartir tu historia, una se siente menos sola al saber que no soy la única.
Gracias por tu maravillosa labor y ayudar a tantas familias.
Un abrazo enorme
Gracias guapa! Un abrazo.
Hola Míriam. Te leo y lloro, y vuelvo a sentir ese vacío en mi interior. Hace 4 meses y medio nació mi pequeña Eira, la que me tiene enamorada y por la que doy gracias al universo cada día. Pero como tú, mi parto no fue un momento de los más felices. Mi plan de parto no se respetó para nada, y tras muchas horas de trabajo de parto y 4horas y 1/2 de pujos, se dieron cuenta que mi bebé estaba encajada en la pelvis, y lo que supuestamente era la cabeza saliendo, en realidad era un abultamiento de su cabecita por llevar muchas horas en esa posición. Cuando escuché la palabra cesárea entré en pánico, negación, enfado… no podía creer que después de todo lo pasado, mi bebé me iba a ser arrancada y no parida por mi… y además, sin sentir a mi pareja conmigo. no lo he aceptado aún. Son muchas las emociones que siento, y muy contrariadas, y espero poder llegar a la aceptación y reconocimiento de todo ello, y que no me produzca dolor. Gracias por contar tu experiencia y ayudarnos a sanar.
No es nada fácil… pero poco a poco podrás ir situando todo lo sucedido. Un abrazo muy fuerte.
Aquí me tienes llorando como para un abrazo húmedo! He podido parir y aún así siento por momentos que el dolor me desconecto de mi hija que el terror se apoderó de mí que quería hacerlo en casa y tuve que salir a la clínica por un poco de anestesia … cuanto he aprendido de esto, cuanto sigo aprendiendo y cuanto me enriquece tu trabajo y tus compartires Miri querida
Me alegro Natacha. Sí, a veces el miedo nos des-conecta, porque no lo teníamos previsto y no siempre es fácil adaptarse a un «cambio de planes». Un abrazo!
Bravo!
M’he emocionat.
Jo a banda de tenir aquest «problema ossi a la pelvis» despres de passar 12 hores de part i esta totalment dilatada…tambe vaig acabar amb cessaria necessaria.
Despres de passar per 3 FIV, sent les 2 primeres embarassos que van acabar a les 8 i a les 12 setmanes de gestasio.
Jo sabia que a mes a mes no tindria mes oportunitats
15 anys despres soc feliç. Desde el minut 0 agraint tots els moments que al final son experiencies i agarint cada minut la filla q estic gaudint cada dia.
Petonets guapa! Un honor seguir-te i llegir-te tot i que la meva es gran em fas recordar moltes coses.
Hola Bonica!
Gràcies per ser valenta i explicar la teva historia! Les teves paraules arriben al cor! Jo sóc mama del Guillem i després de 8h de dilatació no s’encaixava ni baixava i va nèixer per césarea. Però en tot moment vaig teneir un part molt respectat i tinc un bon record
Ara torno està embarassada i intentaré tenir un part natural! Si com tu expliques la Vida té per mi preparat un altre camí l’aceptaré!
Un altre cop gràcies per les teves paraules són de gran ajuda. Una abraçada
Molta sort en aquest nou viatge, que sigui el part que somies. Una abraçada!
Hola Miriam,
Yo creo que no somos máquinas diseñadas para parir, lo siento pero es mi pensamiento, ni somos menos madres, siento mucho tu experiencia pero no la comparto pq no la siento. Yo tuve una cesárea pero por ello no m torturo. Y menos mal q la tuve pq mi hija sufría cada vez más. Hay que ser feliz con nuestro cuerpo y sino podemos parir no pasa nada, no somos raras!! Un abrazo
Vides paral·leles tu i jo Míriam… dues nenes, dues cesareas necessàries. Molta culpa al principi pero al final m’adono que aquestes cesareas eren el vehicle per tenir les meves filles… 50 anys enrere hauria mort possiblement jo i/o elles. Així que celebro tots els dies que la ciència estigues al nostre costat. La Bruna i la Sança estan perfectes… van pasar les dos dels 4 kilos quan van néixer. Som gent gran a casa! La primera cesarea va ser mes traumàtica per mi perquè va ser tot mes atropellat, moltes hores intentant parir… sense contraccions! En cap embaràs vaig sentir ninguna! Cero. Cosa que va ser molt frustrant per mi. Et queda un buit… extrany… la segona veient com va anar la primera tot i ser amb un quiròfan el meu marit estava allà present… va ser ràpid i ens varen deixar molta mes intimitat … i ja fa un any que va néixer la segona… i esta guapíssima i dormim tots juntets, i celebrem cada dia tenir-les amb nosaltres!
Hola Miriam,
Que increíble historia, me llevaste al día que nació mi hijo. Pase 28 horas en labor de parto y me pasó exactamente lo mismo. Pase los 9 meses preparándome para tener un parto natural, soy Profe de yoga, todos me animaban diciendo tu parto va a ser incluso súper rápido, va a ser maravilloso. Mi mamá nos tuvo a nosotros 4 por parto natural súper rápido. Estaba segura de que iba a tener el mejor parto natural. No podía esperar a ver a mi pequeño. Pero después de 28 horas no encajaba, no había pasó, la forma de mi cadera no lo permitía. Fue duro aceptarlo, pero quería ya tenerlo en brazos. Mi doctor me hizo una cesárea muy respetada en una sala de quirófano donde todos respetaron, y me dieron mucha paz. Ni bien nació mi hijo lo pusieron en mi pecho, solo sentirlo me hizo olvidar que no puedo parir. Tuve una cesárea pero rodeada de mucho amor y paz.
Me encanta leer tus posts siempre!!
Gràcies, gràcies, moltíssimes gràcies!
Porque nos debemos sentir mal por ser cesareadas?, Cuando algo sale mal no pensemos en lo que no salió como esperábamos sino en que pudo ser peor. En mi caso mi hija se hubiera muerto en mi vientre si se demoraban 2 minutos mas en intervenirme, una cesárea, anestesia general. No fue lindo, fue prematura no tuve baby shower, no la vi apenas salio de mi, no la pude tocar hasta después de 10 días de nacida, pero la vida de mi hija se salvó, la pude perder, pudo ser peor pero doy gracias a Dios, a los médicos y a la vida porque ella esta aquí y eso es lo mas importante, dejemos de llorar por lo que no fue y veamos a nuestros hijitos, lo que tenemos ahora, porque esa cesárea valió la pena, esas cicatrices nos dicen que el camino fue difícil pero nos enseña a valorar cada momento, cada risa, cada abrazo, cada desvelo, ese milagro de la vida cada vez que la veo, un regalo.
Hola Miriam ,
Jo també em vaig preparar molt al 1 embaràs (2010) per part natural , el meu gine va respectar la meva decisió fins el final pero quan a la setmana 41 em va informar » esperava que et possessis de part pq sé q és el q vols pero la teva pelvis no t’ho permetrà i pots tenir un part de risc i que el bebé pateixi » . Aquelles paraules em van caure com una gerra d’aigua freda , » he fet tant per arribar aixó???» .
Així que vaig anar a demanar una segon opinió i va ser el mateix » pasaràs moltes hores de part i acabaràs amb cessàrea segur «.
Va ser un dol que vaig haver de passar , pero va ser una cessària molt respectada , amb la meva parella al costat tota l’estona , fent pell amb pell , sent donant del cordó umbilical…. y una comadrona d’olé !!
Amb el tercer embaràs , ( el segon vaig patir un abort espontani amb 3 ,5 mesos) , va ser tbé una respectadíssima cessària on els professionals ja ens coneixíem dels 3 embarassos.
Que bonic, encara ploro, pero per desgracia..jo encara ni puc parlar de la meva cessàrea ni puc tampoc tocar la meva cicatriu, fa tres anys i encara dic que jo no he parit. I ara amb 41 anys no m’inportaria tornar a ser mare pero..el meu marit es planta amb 1
Suposo que algún dia podré parlar sense que m’afecti, perque mes de 24 hores i no dilataba res de res, part porvocat per falta de líquid…
Hola, jo tinc el mateix problema que tu, la meva àvia tb el tenia, però la diferència és que a mi no em preucupava com fos el meu part, si podia parir vaginal bé i si era per cesàrea tb! Per mi el més important és que ni el nen ni jo patíssim i tot surtís bé! Amb el primer fill rm vaig possr de part sola i vam provar a veure si sortia, però ja es va veure que no, i al cap de 4 hores ja em van fer la cesàrea, i amb el segon ja va ser programat! A mi em sap greu quan veig noies molt afectades perquè no poden parir, ho entenc perquè hi ha persones que voldrien tenir l’experiència natural, però és una llàstima que quan no podem hagi de ser tant dramàtic! He sentit coses com que els nens que han nascut per cesàrea han sortit per un forat-ferida! Si us plau!
Claro que quiero leerte, porque también me sana, sana mi ser. Cada ves que lo recuerdo y lo hablo es menos ya el dolor, aunque me marco de eso no hay duda, mi segundo fue un tanto mejor, gracias por contar tu experiencia y permitirnos a través de ella sanar. Siempre te leo desde el otro lado del charco! Ecuador! Un abrazo fuerte
Míriam brutal este post!! Quiero que sepas que estoy super identificada contigo, yo también soy de ese 0, tras 15h de parto con Thor vieron que no salía por mis huesos y cesaría, a los 18 meses llegaba Yuna por cesárea programada. Por suerte todos estamos bien, pero como mujer me queda ese sabor agridulce de no saber que es un parto vaginal y ese dolor cuando te menosprecian por no haberlo tenido cuando ojalá hubiera podido y con lo mal que se pasa en la recuperación.
Gracias por este post me ha encantado sentir que no estoy sola en estos sentimientos pero a la vez me ha dolido ver lo que sentiste.
Hola Mirian, te sigo hace tiempo y me encantas, sabes por qué? por la tranquilidad que transmites es tus escritos, en tus intervenciones, toda tú.
Mis niños ya son más mayores, de 12 y casi 9 años, pero así y todo, tus consejos se pueden aplicar, y no sólo a los niños, sino para mí, para quitar importancia a las cosas que verdaderamente no las tienen y ver otros puntos de vista.
Mi segundo, es un terremoto, desde que nacio , es niño de alta demanda, nos vuelve loco, pero intento cada día entenderle y poco a poco, aunque es muy difícil, ….pero bueno, el tema del post es otro.
Sólo quería comentar, que yo también soy ese tanto por ciento de mujeres que no pueden parir, tengo el hueso sacro recto, y como a ti, los niños no se encajan y no pueden rotar para salir, así que me han tocado también dos cesarias, y la primera al mes de fallecer mi madre, y es una sensación de resignación total, de sentirte sola, de dejar que hagan en tu cuerpo y nada más.