20.11.2013
Esta medianoche he recibido un mail de mi madre. Nací hoy hace 37 años, y este escrito que me ha enviado, será muy seguramente (junto con el precioso dibujo de Laia), el mejor regalo del día. Me ha gustado tanto, que lo comparto:
«Esta noche, quisiera volver al hospital de San Andreu, treinta y siete años atrás. Quisiera volver de nuevo a esa habitación pequeña y siniestra. Quisiera pintarla de colores vivos, en un «plis plas», mientras respiro las contracciones que vendrían cada vez más seguidas.
Quisiera disfrutar de los últimos momentos de sentirte dentro, despedirme de mi cuerpo redondo y prepararte una fiesta entre contracción y contracción, recortando confeti.Quisiera saborear el dolor, agradecida por su estancia. Sin queja porque estoy a punto de vivir la cosa más maravillosa que me haya podido pasar. Quisiera esperar la madrugada entera y contenta. Sentir tu avance decidido y entregarme sin pesar.
Quisiera parirte consciente y atrevida. Saboreando cada momento porque es maravillosamente único e irrepetible.
Quisiera acompañar tu cabecita en su salida y acoger tu cuerpo menudo y húmedo entre mis brazos. Y no vería a nadie ni escucharía ninguna voz, sólo tu sonido en mi pecho. Y de mí saldrían las palabras más dulces para la niña más preciosa. Detendría el tiempo y sabríamos por fin, a qué sabe la felicidad cuando estalla.
Quisiera volver allí, ahora mismo. Y nada de lo que fue tendría importancia. Seríamos felices en la pequeña habitación pintada de colores y risas!
Te quiero como no te puedes imaginar!… O sí… tienes una hija y otra en camino…
¡Felicidades hija mía!
MAMÁ»
3 respuestas
Ara entenc d’on neix aquesta sensibilitat teva…
Feliços 37!
Míriam,
Mil gràcies per compartir amb nosaltres moments i sentiments tan íntims. Cada dilluns espero el teu escrit. El llegeixo amb delit, com si l’haguessis escrit només per mi. I sé que m’emocionarà i tocarà alguna o moltes fibres sensibles. La carta de la teva mare és un regal a la vida, gràcies per publicar-la.
Una abraçada,
Laura
Qué escrito tan hermoso. Lo viví mientras leia cada palabra en mi mente. Gracias por compartirlo con nosotros. Un abrazo cargado de mucha luz