Vamos a por el 2017. Todo el mundo sabe que el año, cuando tienes hijos, no empieza el 1 de enero sino cuando vuelven al cole, cuando todo vuelve a la rutina 😉
Ese momento en el que dejamos atrás las comilonas navideñas, en que nos apetecen los caldos vegetales, las ensaladas y la fruta para depurar tanta caloría ingerida en Navidad, y en que empezamos a quitar la decoración navideña, ya de lleno en el 2017.
La Navidad ha terminado, un año más. Siempre llega y siempre termina, y cada una de ellas me trae un aprendizaje nuevo. Este año ha sido intenso y muy bonito. Empezamos con las niñas con gripe y anulando 3 comidas familiares, ni más ni menos.
Al principio pena, pensando que nos perdíamos la Navidad. Al cabo de unas horas aceptación: no perdíamos nada, ganábamos descanso que era justo lo que los 4 necesitábamos. Descanso y horas juntos.
Cuando el padre de las niñas trabaja en el sector del comercio la Navidad es agotadora. Porque desaparece la mayor parte de horas del día, festivos incluidos y porque una servidora pasa horas y horas sola con las niñas.
Es agotador. Y a la vez, una gran oportunidad para aprender un montón de cosas que si no se produjera esta situación, no podría experimentar.
Durante la gripe de las niñas hubo un día que las paredes de casa se me caían encima. Llevaba 3 días sin salir y estaba agobiada. Parecía una mamá amargada. Necesitaba salir y cundo pude, lo hice. Me fui a andar de prisa, necesitaba despejarme.
«Así no», me dije. Tenía que aceptar lo que sucedía y la situación que vivía y cambiar de actitud respecto a mi presente. Y lo conseguí. Airearme, tomar conciencia, decidir cambiar. Me di, yo misma, una «colleja» y volví a casa siendo otra.
Después hemos vivido unos días maravillosos juntas. Qué diferencia ver tu realidad con buenos ojos… lo cambia todo! Hemos vivido sin reloj, hemos remoloneado en la cama cual leones en la sabana, hemos reído un montón, bailado, hecho cabañas y jugado a todo y más.
¡Qué suerte haberme dado cuenta que necesitaba salir ese día!
Y ahora toca volver a la rutina y empezar, con ganas, el 2017 en toda su magnitud. Hoy les he dicho que mañana quitaríamos la decoración de Navidad. ¿Yaaaa?, han contestado… 🙂 «Al menos esperemos a la tarde», me ha pedido la mayor como quien pide una prorroga…
O sea que por la tarde quitaremos el árbol, y la nieve que cuelga del techo del comedor (lo tenéis en Instagram), y el belén medio desmontado por la peque que tenemos en la entrada.
Entraremos de nuevo en la rutina. Yo también, con mi trabajo, mis posts, mis videos y mis charlas… con ganas de traeros contenidos que os ayuden. Me lo he pasado muy bien estos días y a la vez, estoy deseosa de entrar, de lleno en este 2017.
O sea que ya sabes: mañana, nuevo post, el martes, nuevo video y el miércoles, nuevo directo en Facebook! Let’s go!! 🙂
Y a ti, ¿te apetece volver a la rutina?
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4 respuestas
Ya te echabamoa de menos 🙂
Qué bien, me alegro! Pues ya estoy aquí 😉 Y vuelvo a tope! Un abrazo 😉
Dissate t’esperem a la xerrada!!!
Sí!!! 🙂