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Hasta el 6 de enero

Deja que me lo lleve

Seguro que tenéis la imagen de haber visto niños pequeños por la calle con algún juguete en la mano, o un muñeco, o una pelota… lo que sea, pero con algo en la mano, bien agarrado. Seguro que si tenéis niños pequeños cerca (propios, o de amigos, o familia) habéis visto alguna escena en que el niño pide llevarse algo; lo pide o lo coge directamente. Hay quien teme que su hijo acabe siendo un ladrón con esa manía de querer llevarse siempre algo de las casas donde va con sus padres por compromisos sociales o familiares… No sé qué acabará siendo aquel niño pero en todo caso, eso, el querer llevarse algo, no tendrá nada que ver.

Recuerdo la época en que Laia empezó a querer salir de casa con un objeto en la mano (o uno para cada una). A veces era un peluche pero también podía ser un lápiz de colores, un paraguas o un collar mío. En todo caso, siempre cosas que le gustaban, cosas que se identificaba, cosas que (eso lo vi más adelante), le daban cierta «seguridad». Yo no tenía ningún inconveniente en que saliera con estos objetos pero cuando llegábamos a casa de alguna amiga con hijos el tema se complicaba. A la hora de irse quería llevarse algo con lo que hubiera estado jugando ese rato; era como llevarse un recuerdo de aquella tarde de juego intenso con otros niños. Llegados a este punto, a menudo los padres obligamos a los niños a dejar lo que han cogido «porque eso no es tuyo», «tú en casa ya tienes juguetes», «ya vendremos otro día», «no puedes llevarte algo de cada casa»… Y yo me pregunto… ¿Y por qué no?

A los bebés y a los niños pequeños les cuesta desprenderse de las cosas; de las cosas y también de los momentos. Una tarde pasándoselo bomba con sus amigos es difícil que encuentren el momento de terminarla. No quieren irse, nunca tienen suficiente. Coger algún objeto es como alargar la tarde, es como volver a casa recordando lo bien que se lo han pasado… como si con el coche de juguete que se ha llevado hubiera un pedacito más de ese tiempo de juego y diversión. Como si no acabara todavía.

El juguete, evidentemente que no se lo tiene que quedar para siempre. Lo más probable es que una vez llegue a casa y pase un rato, lo deje arrinconado y ya no la necesite más. Pues bien, cuando volvamos a ver nuestra amiga, se lo devolvemos y listo. Es cierto que una vez entran en la etapa del «¡MIO!» quizás nuestro hijo quiere llevarse algo que el otro niño no quiere dejárselo. Pues ningún problema; no se lo podrá llevar. Respetemos también la voluntad del dueño del juguete, y entendamos la necesidad de los niños pequeños de llevar algo en la mano, de llegar a los lugares o irse con objetos que los hacen sentir seguros, o que los ayudan a prolongar los momentos en que han sido felices… En los encuentros semanales con las «NIÑAS» y sus hijos, siempre había intercambio de juguetes «toma, que se lo llevó el otro día», «Ah, y mira, esto es vuestro, que lo hemos tenido en casa 15 días»… Los niños contentos y las madres, también.

A veces hay niños que querrían y necesitan ir a la escuela con algo suyo, de casa, pero no los dejan. Normas estrictas. «Si todos los niños vinieran con juguetes suyos…» me pregunto… ¿qué pasaría? ¿Sería muy terrible? Lo desconozco, no trabajo en ninguna guardería y por eso dejo la pregunta al aire por si alguien puede decirme si esto es posible, si se hace, y en caso que no, por qué.

Actualmente nuestro problema es más bien la cantidad de cosas con las que quiere salir de casa. A veces coge el cochecito pequeño con, evidentemente, la muñeca dentro. Pero también un jersey, por si la muñeca tiene frío, y el paraguas, por si llueve (aunque haya un anticiclón como una catedral), y un cuento, porque «después querré que me lo expliques», y… Si lo que tenemos que hacer está cerca y podemos ir a pie, pues mira, me lleno de paciencia hasta que ella misma ve que no puede llevar tantas cosas. Entonces la ayudo con alguna. Si llevarse todo esto no es posible, simplemente porque vamos lejos o por la prisa que tenemos, pues tenemos aquella conversación de tira y afloja hasta que, finalmente dice: «vaaaale … mama. Pues sólo la muñeca «.

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Míriam Tirado

Consultora de crianza consciente y periodista especializada en maternidad, paternidad y crianza. Me dedico a ayudar a madres y padres a conectar con sus hijos/as.

22 respuestas

  1. Estic totalment d’acord amb tu! Inclús els més grans tenen aquesta necessitat. Jo estic a P5 aquest any (tot i que sóc de secundària) i alucino amb les normes de l’escola de «no es pot portar res» (ni tan sols a p3 ni durant l’adaptació). Jo no els dic mai res, i solen dur quasi tots les butxaques plenes de petits tresors de casa. Però si els pilla alguna altra profe…queda requisat! Em sap un greu, pobrets!

    1. De debò? Està prohibit? I sota quin criteri? No sé quina política hi ha a l’escola de la Laia però si no hi pot dur res serà un drama, ja t’ho dic ara! Mai surt de casa sense alguna cosa «seva». I això de «requisar-los» el que duen… ho trobo… estem parlant d’escoles, oi? De nens petits, oi?
      En fi…

      Petons! I gràcies per la info.

  2. Pequico acaba de entrar en esa fase. Algunas veces quiere llevarse algún muñeco de casa cuando salimos, aunque de momento no pide llevarse nada de casas ajenas, aunque ahora, gracias a ti, si lo intenta, gracias a ti, no me pillará de susto ni le daré mucha importancia. Me parece muy certera tu reflexión. Un beso

    1. Hola, Mousikh… yo creo que es una etapa importante para ellos y que obligarlos a dejar las cosas o a no llevar nada encima no les ayuda…
      Besitos a Pequico.

  3. El Joel va a P2 últim any a l’escola bressol i aquí si deixen que porti el que vulgui. Cada mati arriba amb alguna cosa nova que ensenyar-li a la seva mestra, i ella( que el rep tots els dies amb una gran abraçada) li pregunta que es, perquè li agrada o simplement li diu » ostres una altre tren, t’agraden molt,oi?» ( es l’aficio que comparteix amb son pare i un dels seus tiets) al Joel li agrada molt portar tresors de casa a l’escola, i total pocs minuts després ja ho guarden a la motxilla perquè ha après que sino els seus tresors es perden.
    Tan dolent es que els nostres fills vulguin compartir amb les seves mestres i companys , les seves joguines, els seus petits somnis, en definitiva les seves petites il•lusions? Total hi passen moltes hores amb ells. L’any que ve començarà a la nova escola P3 i espero que no siguin molt exigents perquè el meu petit ho passara fatal. Amb tantes normes només fan que la gent i els nens es tornin antisocials.
    Una abraçada!

    1. Hola, Isa.
      Jo penso el mateix, com al setembre no ens permetin que dugui res a les mans o a les butxaques, tindrem un problema i no crec que ella ho encaixi gaire bé… Celebro que de moment, el teu fill no tingui problemes en aquest sentit.
      Petons

  4. Mi niña todos los días lleva algo a la guarde. Un libro, un juguete… una bayeta de cocina… algo con lo que ha estado jugando, y que no quiere dejar. Juega un ratito en el coche, y al llegar a la guarde lo guardamos en la mochila, con el abrigo. Así no hay problemas de que se pierda.
    Y con los amigos en casa, igual. Hacemos intercambio de libros, muñecos… ¿y qué más da? Yo hasta lo veo positivo, así tienen unos días un juguete «nuevo», que encima les recuerda a su amigo.

    1. Teresavet, veo que tu hija está de lleno en esa etapa… 😉 Que bien que no lo veáis como un problema esto del intercambio, del «ahora me lo llevo y ya te lo devolveré..» para ellos creo que es importante.
      Un abrazo.

  5. con mi hija mayor era un drama! porque ni en la guardería ni en el periodo de adaptación al colegio la dejaron llevar nada. Y como le encontraran algo… Requisado!

    Entiendo que tienen más niños y no pueden estar pendientes de los objetos que traen todos pero… durante la adaptación tampoco? creo que se pasan bastante!

    1. Haydee, yo creo que esta «norma» es para facilitar su trabajo, pero no tiene en cuenta la necesidad de los niñ@s en esta etapa de llevar algo que les da seguridad. Sobretodo cuando son tan pequeños… Y eso de requisarlo ya lo encuentro increïble…
      Gracias por explicarlo.

  6. Doncs la meva filla també vol agafar sempre alguna cosa i a la llar no els deixen dur res de casa.

    Jo li permeto, com no!!, però li dic que abans d’entrar a la llar ho hem de deixar al cotxe o al cotxet (si anem caminant) i ho accepta força bé.

    Potser una solució per alguna de vosaltres.

    Personalment hem sembla fantàstica aquesta capacitat que tenen de ser feliços amb qualsevol cosa. No trobeu?

    1. Eli, sí, és fantàstic, tot i que per ells signifiquen noves descobertes, objectes als quals han agafat molt apreci o de nous que acaben de conèixer. Celebro que la teva filla ho accepti tan bé això de deixar-los al cotxe, però n’hi ha que farien autèntics drames. Gràcies per compartir-ho.
      Petons.

  7. Nosotros todavía no hemos entrado en esa fase. Pero me parece muy lógico cómo lo has planteado. A veces nos preocupa tanto que los otros padres nos miren mal o se molesten por la conducta normal de nuestros hijos.
    Creo que con papás de confianza esto se podría hacer perfectamente.
    Un abrazo

    1. Sí, has tocado creo una de las claves; el «qué dirán»! Qué pensará la gente si un niño sale con un paraguas un día que hace un sol espléndido, o qué pensará la gente si una niña quiere llevarse un peluche de casa de una amiga… Para que no piensen que les dejamos hacer «lo que quieren y se salen con la suya» muchos optan por negar a los niños algo que para ellos forma parte simplemente de una etapa. Yo no he visto nunca un chico de 15 años salir de casa con un peluche… 😉
      Besos.

  8. Nosaltres també hem passat per aquesta fase i la veritat és que tant a la llar d’infants com a l’escola mai m’han posat cap problema si els nens portaven alguna cosa, és més ho trobaven força normal.
    El que si me’n recordo és que una dia quan l’Oriol feia P3 la profe em va dir que no es podien portar més coses perquè una mare se li havia queixat de que el seu nen havia portat un cotxet de casa i s’havia trencat.
    Clar, jo em poso en la pell dels mestres i abans d’aguantar segons que es preferible que no portin res….
    Quan un nen/a porta una joguina a l’escola crec que tots hem d’acceptar, els nens també, que la joguina en qüestió es pot trencar o perdre…

    1. I tant! Òstres Anna de debò que passen coses així? Em sembla que l’any que ve al.lucinaré… quina por! 😉 M’imagino la cara de la mestra, pobra! I què passa si un cotxe es trenca? És una cosa que pot passar quan es fa servir, no? No acabo d’entendre aquesta obsessió de molts adults perquè els nens no trenquin, no s’embrutin, no facin, no es moguin, no s’estirin a terra, no vagin descalços… Algun dia n’he de fer un post d’això 😉
      Petons Anna i gràcies per explicar aquestes anècdotes escolars que em donen altres punts de vista.

  9. Hola!
    Hi ha mestres de tot, però hi ha mestres que, com reflexiona l’Anna en el seu comentar, han optat per «evitar-se problemes» amb els pares. A l’hora de la veritat els «problemes» els tenen amb els nens i nenes que, com bé expliques Míriam, tenen la necessitat natural de portar un tros de casa a l’escola i d’altres d’emportar-se un tros d’escola a casa (hi ha molts nens que s’amaguen joguines que els hi agraden a les butxaques…) perquè els agrada.
    Crec que han d’acceptar que es poden trencar o perdre…però ells assumeixen aquest repte.
    Des que sóc mare entenc molt més aquesta necessitat i m’ha ajudat a respectar-la en els alumnes de l’escola.
    Per cert,l’altre dia la Laia es va deixar la Poo, al final…
    Lali

    1. Hola, Lali.
      Sí… al final va quedar a casa teva 😉 Que bé que hagis comentat avui, perquè tu ho vius a diari a l’escola. Entenc que alguns mestres deuen acabar fins al capdamunt de comentaris desafortunats de pares com els que comentava l’Anna i finalment opten per aquest «normes estrictes», encara que això només els eviti la discussió amb els pares i no pas amb els nens, com tu has dit.
      Gràcies. Petons!

  10. La bruja suele querer sacar alguna cosa a la calle y así luego puede aparecer de todo en mi bolso pero de momento de otras casas no. Recuerdo que hace años mi primo siempre que venía a nuestra casa se tenía que ir con algo aunque fuera una porquería y mi madre encantada porque así «hacía limpieza» como dices no creo que pase nada porque lo hagan.

    1. Jajajaja… ves, es una forma positiva de verlo, la de tu madre! Tampoco es que TODOS los niñ@s lo hagan y en la misma intensidad. Cada niñ@ es un mundo y hay algunos que se conformaran no llevándose nada y otros que se enfadarán mucho si no pueden alargar un trocito de la tarda llevándose un juguete con el que se lo han pasado en grande…
      Un abrazo y gracias por compartir.

  11. Sara siempre sale con algo y cuando vamos a donde algún amiguito o a donde el pediatra, siempre se enamora de algo… Yo siempre la dejo salir con lo que quiere. Claro 1 o 2 cosas… lo cierto es que no le veo problema. Mi marido prefiere que no saque nada, en su cabecita cuadriculada y ordenada no quiere que Sara pierda ni ensucie nada. La verdad no lo había visto de esa forma. Gracias por mostrarme la situación con otros ojos.

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