La culpa… jamás había tenido tan presente la culpa hasta que me quedé embarazada por primera vez. Quería hacerlo todo taaaaaaaan bien que todo era susceptible de hacerme sentir culpable de “algo”. Me dí cuenta al cabo de poco de tener a mi primera hija: todas mis amigas primerizas se sentían taaaaan culpables, como yo. La culpa era tan omnipresente que no paré hasta conocer todos sus rincones y por qués.
La culpa, como toda emoción, es válida y legítima, y viene a contarnos algo que tiene que ser visto.
Hacer el camino hacia una misma para darnos cuenta de qué esconde, es apasionante, a la vez que liberador. La juez que culpa a menudo la llevamos a cuestas todo el rato hacia una misma y también, y a veces sin querer, hacia nuestros hijos e hijas. Es taaaaaan necesario hablar, explorar y liberarnos de tanta culpa….
Artículo publicado en Instagram y Facebook el 2 de Noviembre de 2020