Cuando tenemos un bebé, las primeras semanas y meses de crianza pasan a una velocidad vertiginosa. Todo se acumula: la felicidad, el amor por este bebé que cada vez interactúa más, el aprendizaje en esto de ser madres/padres… Pero también las noches de despertares, las horas de bebé en brazos o en el fular, la entrega ininterrumpida, etc. y el cansancio. El cansancio, que para mí es el peor enemigo de la crianza feliz. Porque cuando vamos cansados lo vemos todo negro, nos cuesta pensar con claridad, nos hablamos de cualquier manera, no tenemos ni ánimo de estar un rato con la pareja por la noche porque nos quedamos dormidos a la primera de cambio.
Dejadme compartir con vosotros algunas cosas que creo que hay que tener en cuenta para un puerperio y una crianza feliz.
– DESCANSAR: ¿Cuándo? me preguntaréis. Pues cuando duerma nuestro hijo. Si se duerme temprano, podéis acostaros también y si se duerme tarde pero hace siestas (aunque sean cortitas), tumbémonos e intentemos dormir también. Descansemos tanto como nos sea posible. Ya sé que hay lavadoras que poner, y mil y una cosas que «no» pueden esperar. Pero creedme, sí pueden. Nuestro descanso es importante, mucho.
– DEJEMOS QUE NOS AYUDEN: ¿A qué? Pues a poner la lavadora que no puede esperar, a hacernos la comida o ir a hacer la compra. Si tenemos abuelos disponibles, hermanos, amigas, etc, pidamos lo que necesitamos si creemos que estarán abiertos a nuestras demandas.
– ALIMENTÉMONOS BIEN: Ya sé que tenemos poco tiempo de comer bien porque a veces estamos durmiendo a nuestro hijo a la teta. Ya lo sé. Y ya sé que muchas veces abrimos la nevera y nos da un palo terrible ponernos a cocinar. Lo sé porque me ha pasado muchísimas veces pero es importante, más que nunca, alimentarnos bien. La alimentación es un pilar fundamental de la salud y necesitamos estar sanas para disfrutar de esto tan extraordinario que es ver crecer nuestro hijo. Nos puede ayudar planificar las comidas de la semana o ponernos a cocinar los dos el domingo y dejar un montón de platos preparados para la semana, para sugerir algunas ideas. Hagamos lo que más nos convenga pero comamos bien. Todos.
– ORGANICÉMONOS: Esta etapa tan movida, con tan poco tiempo y llena de cosas que hacer requiere organización. Si no, nos perdemos en el caos. En el caos de una casa absolutamente desordenada y patas arriba, en el caos mental de un montón de gestiones para hacer que nos atropellan,… Hagamos listas, sincronicemos relojes con la pareja, hagamos lo que convenga para poder organizar un poco más el día a día. Sino, el caos nos deja ko y nos hace sentir fatal.
– DEJEMOS DE HACER COSAS POR COMPROMISO: Es cansado, no nos aporta nada (o casi) y sentir que das cuando no quieres dar o cuando no puedes dar porque estás demasiado cansada, es agotador y quema. Ahora necesitamos estar centradas, conectadas, tranquilas y descansadas para poder cuidar de la mejor manera posible y si no paramos de hacer cosas que no nos apetecen por aquello de «lo esperan de mí» acabaremos enfadadas y agotadas. Y esto me lleva al siguiente punto:
– RESPETÉMONOS Y QUERÁMONOS: Para respetar y cuidar como se merecen todos los bebés del mundo, necesitamos respetarnos y amarnos. No, no es prescindible. Es básico y respetarnos quiere decir esto: respetar mi necesidad de alimentarme bien, mi necesidad de descanso cuando el bebé me lo permite… Si nuestro hijo crece viendo que nos respetamos y nos queremos, él hará lo mismo. Lo imitan todo, esto también. Tratémonos amorosamente, dejemos de culpabilizarnos cuando algo no es como nos gustaría, dejemos de machacarnos creyendo que no hacemos nada bien.
– RODEÉMONOS DE GENTE QUE NOS RESPETEN Y NOS AMEN: Olvidémonos de las relaciones donde sientes que te chupan la energía. Huyamos. Ahora (ni nunca, de hecho), nos podemos permitir estar rodeados de personas que no nos tratan como nos merecemos o que esperan que los cuides, o que los saques de su caos vital mientras te chupan la poca energía que te queda al final del día. Lo siento, huyamos.
– MOVÁMONOS: Caminemos, que nos toque el aire, colguémonos el bebé y salgamos a caminar por el bosque, hagamos hipopresivos, hagamos ejercicios de Kegel, recuperemos aquella bicicleta estática abandonada en el garaje… lo que sea, pero moveámonos. Nuestro cuerpo necesita un poco de movimiento, sino, se entumece y nos duele todo. Hagamos cosas amables con el cuerpo, no nos pongamos a machacar en un gimnasio porque quizás todavía no es hora de eso. Respetemos el cuerpo que hace poco tiempo que acaba de parir, dejemos que vaya volviendo a su lugar.
– BUSQUEMOS MOMENTOS DE CALMA INTERIOR: cada uno sabe como la encuentra. Hay quien necesita ir a ver el mar, otros pasear por la montaña, otros meditar un rato o tomar un chocolate caliente. Lo que sea, pero necesitamos estos momentos de calma para centrarnos y seguir adelante.
– HAGAMOS EL AMOR: Sí, ayuda. Ayuda a volvernos a encontrar en ese espacio íntimo con la pareja donde nutrirse mutuamente, amarnos y llenarnos. Disfrutar de estar juntos también en el tacto y en el placer, compartir la oxcitocina juntos y celebrar también así, el gozo de ser una familia!
– BUSQUEMOS AYUDA PROFESIONAL: En caso de que las sombras sean mucho mayores que la luz, en caso de que sintamos que no nos dejan criar en paz, que nos tiñen de gris el momento presente, busquemos ayuda. Nos irá bien encontrar un espacio donde poder verter lo que nos pasa y donde nos puedan echar una mano.
Estas son sólo algunas de las cosas que considero importantes a tener en cuenta en esta etapa que muchas, como yo (con una bebé de 10 meses), estamos viviendo. Porque nuestro hijo (el primero, el segundo, el tercero…), sólo lo criaremos una vez. Gocémos de ello!
6 respuestas
Precioso todo lo que escribes….enhorabuena!!
Gracias Eva!
Besos
Jo, has conseguido emocionarme!!! Qué cosas tan bonitas y tan ciertas. Yo debo empezar a mimarme un poco más porque hay semanas que llega el finde y estoy terriblemente agotada, por hacer esas cosas que «no pueden esperar»
Un abrazo y muchas gracias por estos artículos taaaaan lindos. Me encantas
Pues cúidate: primero por ti pero también por los tuyos. Un abrazo
Hola, necesito algo de ayuda profesional, me recomiendas algún sitio donde pueda ir? Como bien dices, hay sombras que no me dejan ver bien, y con la pareja, aunque intentamos ayudarnos, me siento a veces incomprendida y sola. Soy de Barcelona, el Clot.
Gracias de antemano.
Te contesto por privado, Beatriz. Un abrazo