“Pero, ¿cómo eres tan optimista?” me han preguntado bastante últimamente. Quienes me seguís de hace años sabéis que esto lo llevo en la sangre: mi abuela, mi madre, la mujer de mi padre… todas son optimistas 🔝 y de ellas he aprendido muchísimo.
Pero, dejadme que os pregunte yo ahora ¿es que hay otra opción que aporte valor? Digamos que, si eres pesimista… ¿de qué sirve? ¿Qué aporta? ¿En qué ayuda en nuestro día a día y especialmente en nuestra maternidad/paternidad?
Respondo: en NADA. El pesimismo amedrenta, asusta, bloquea, culpabiliza, impide la acción, limita, perjudica, etc. Entonces, ¿por qué no escoger la otra opción? 😉
Y no es ser naïf o un flipao de la vida, sino ser resiliente: aprovechar cada mal trago de la vida, cada bache, cada mal día, cada “me cago en”, para crecer, para ir más allá y preguntarnos ¿puedo aprender algo de esto que ha pasado? Ni que sea para que no vuelva a suceder, por ejemplo… 💪🏼
Pero quizás me lees ahora y te sientes mal porque crees que eres pesimista y que eso no se puede cambiar. Vale. Bueno, pues yo te digo que sí se puede.
Primero: pregúntate por qué actúas siempre desde el pesimismo. A quién te recuerdas. Quién viviste de pequeño/a así. ¿Tu madre? ¿Tu padre? ¿Tu abuela?
Y sigue: ¿cómo te sentías ante sus miedos y pesimismo permanente? ¿Qué ideas, qué creencias basadas en el pesimismo, el drama, el nohaycamino, sostienes todavía hoy? Primero identifícalo, compréndelo. Luego, avanza y pregúntate: si cambio mi forma de pensar, ¿cómo me siento?
Tu hijo se despierta mucho por las noches. Puedes pensar que esto es un horror y no terminará nunca, o que es una etapa larga que pasará seguro. Medita cada pensamiento que te he descrito: con cuál te sientes mejor? Pues quédate con ese, siempre quédate con la idea, pensamiento que aporte valor a tu momento presente. Que ayude.
Imagina que se trata de una persona: ¿te quedas al lado de la tóxica o de la que te hace sentir bien, es agradable y te aporta calidad al momento? Pues con un pensamiento haz lo mismo. Puedes escoger. Está bien escoger. Y puedes cambiar, también está bien hacerlo. Primero por ti, claro. Segundo por los que te rodean, especialmente tus hijos ❤
Un comentario
Gracias!! Leerte siempre me ayuda muchísimo! Ojalá algún día tenga todo tan claro como tú..