4.7.2012
A veces tengo la sensación de que en los tiempos que corren, cada día hay más gente que cree que no hay motivos para celebrar nada, porque «todo está fatal», porque «todo es una mierda», porque «la gente lo pasa mal», porque «la cosa está difícil», porque «quién sabe qué pasará», porque «estamos rodeados de ladrones», porque… Y a mí me pasa justo lo contrario, que cada día tengo más ganas de celebrar cosas, y de compartir y agradecer la infinidad de personas y cosas buenas que me rodean!
Porque como madre, me siento responsable (más que nunca) de lo que digo y siento. Porque tengo la responsabilidad de no transmitir miedo, angustia o pesimismo a nuestra hija. Es nuestro trabajo que no se piense que nuestra felicidad o tristeza depende de lo que hay fuera. Porque si le transmitimos eso, tal vez ella siempre piense que lo que le pasa es culpa de los demás e integrará que ella no puede hacer nada para evitarlo o para cambiarlo.Un mismo hecho, adverso o no, tiene varias caras y todo depende de por donde lo mires. Una misma situación puede tener diversas realidades y tú escoges cuál quieres llevarte a casa.
Y eso no es nada difícil de entender. Hay personas a quienes les pasa exactamente lo mismo (y aquí os podéis imaginar cualquier desgracia, enfermedad, circunstancia laboral, etc) pero cada una la encaja a su manera… y esto demuestra una cosa: es elección nuestra decidir si queremos sufrir a diario y con todo o no.
Y yo elijo que no, que no quiero angustiarme, que no quiero sufrir, que quiero seguir pintando de colores mi realidad cotidiana, que quiero que mi hija me vea feliz mañana, tarde y noche, que quiero que nadie me fastidie el día. A la vez, sé que escoger este camino me implica un grado de responsabilidad importante porque tengo que estar alerta y no dejarme llevar. Escoger pintarme una realidad bien chula y atractiva, celebrar, agradecer y ser feliz, me implica estar centrada y atenta y, al menor despiste, volver a resituarme rápido, porque esa realidad no acabe teñida de blanco y negro.
Por eso hoy os digo que tenemos que celebrar en primer lugar, que tenemos hijos. Celebrar que los amamos y que nos aman más de lo que nunca nos podremos llegar a imaginar. Celebrar que están vivos, que están aquí y que aprendemos con ellos día sí y día también. Celebrar que un día nos escogieron para madres/padres y que tenemos el privilegio de poder ver cómo crecen y corren, y empiezan a hablar, y empiezan a enfadarse y un día quieren irse a dormir a casa del amigo y otro irán de campamentos, y otro de concierto, y otro (¡si!) vendrán a casa con novi@ y más allá… se irán.
Celebrar que estamos vivos, que somos adultos responsables, con nuestras virtudes y miserias, pero que luchamos, que vivimos, que todavía tenemos ganas de jugar a pelota, y de ir a la playa a hacer castillos de arena, que todavía nos gusta jugar a peluqueras con el pelo largo de nuestros hijos. Tenemos muchos motivos más para celebrar todavía… Que no nos morimos de hambre, que no tenemos que recorrer 80 kilómetros a pie y descalzas para llegar a algún lugar con un médico para que atienda nuestro hij@ con un virus que desconocemos.
Podemos celebrar que ya no somos los que éramos, que cambiamos cada día, que nos hacemos mayores y (tal vez, ¡quién sabe!) un poco más sabios. Celebrar que nuestros hijos nos han hecho cambiar el punto de vista y hemos crecido juntos, también nosotros como padres. Un día no sabíamos nada y ahora, aunque todavía llevamos la L en el cristal de atrás de la ma(pa)ternidad, ya tenemos un montón de situaciones controladas…
Aunque nos quieran hacer creer lo contrario, aunque nos quieran más tristes que nunca, deprimidos que nunca y sumisos que nunca… pensad que todavía os quedan un montón de motivos para ser felices, un montón de motivos para celebrar, y un montón de colores (plastidecors, dacs, puntas finas, lápices de toda la vida, rotuladores y acuarelas) para pintar una realidad libre de sólo blancos y negros!
5 respuestas
M’ha encantat!
Jo aquest matí celebrava i agraïa al fill que porto al ventre la seva arribada, la seva tria, la nostra aventura i el nostre viatge!
Totalment d’acord amb tu! Nosaltres triem com volem veure les coses que ens passen i els nostres fills es mereixen que les hi expliquem que la vida val la pena i és bonica!!
Una abraçada
Sí!!! Molt bonica… i més des que la podem viure amb ells 🙂
A celebrar doncs!!!
Petons!
Molt bonic. Entès, em resituo.
Gràcies
Raquel,
Sabia que t’aniria bé! A celebrar… que en tenim molts motius!!! 🙂
Petons
Coincido totalmente.. yo también tengo cada día más motivos para celebrar!!