Crecer y volverse pequeño
Te estás haciendo mayor, Laia. Estás creciendo tan rápido, que a veces tengo la sensación de que el tiempo me da una bofetada y me hace dar cuenta de lo importante que es aprovecharlo. Todo va muy deprisa y tu crecimiento, también. No doy al alcance de apuntar las cosas nuevas que aprendes o que dices, y muchas quedan suspendidas en el aire mientras yo intento recordarlas para siempre a pesar de saber que muchas se me escapan y sólo algún día, de aquí muchos años, le diré a tu padre: «ahora he recordado aquel día que hizo aquello o que dijo lo otro…»