10.2.2011
Laia,
hoy te veía jugar con tus muñecas, simulando que les dabas el pecho y que después las hacías dormir y pensaba que si algún día eres madre, lo harás muy bien. Te miraba y tenía ganas de decirte que si pudiera, te quitaría todos los obstáculos que te puedas encontrar en el camino, pero entonces, supongo, que no encontrarías nunca ni las herramientas ni la fuerza para hacerlo un día tú sola. Que si pudiera, me cambiaría por ti cada vez que estás enferma, pero entonces, supongo, que no te harías nunca suficientemente fuerte para crecer y hacerte adulta. Que si pudiera, te eliminaría todos los disgustos que puedas sentir a lo largo de la vida, pero entonces, supongo, que no conseguirías aprender, entender, … ni tampoco podrías comparar y valorar los momentos de alegría y felicidad que también habrá en tu vida. Si pudiera, pactaría con quien fuera que me asegurara que tu vida será plena y que tú serás feliz. Pero no conozco a nadie aún con quien poder hacer este pacto.
Tengo la certeza de que me amas, más de lo que me puedo imaginar, y te lo agradezco de todo corazón. También tengo la certeza de que un día te distanciaràs un poco de mí, porque lo necesitarás también para hacer tu camino. Quiero que sepas que estoy contigo ahora, que tienes un año y medio, y que lo estaré siempre, tanto cuando te distancies, como cuando vuelvas a mí. Que me encontrarás cuando me busques, sea el momento que sea.
Pero lo más importante que quiero que sepas ahora es que cuando digo que estaré siempre, me refiero también a después de haberme ido. Aunque me muera en el ahora y el aquí, aunque no me veas con tus ojos y que no me puedas tocar, estaré, de alguna manera y velaré por ti. Velaré por ti y velaré por los tuyos. Porque los tuyos, también serán míos. Porque el vínculo que tenemos traspasa el espacio-tiempo y se perpetúa más allá de lo que nuestra estrecha mente puede llegar a concebir. Que no entendamos por qué ni cómo, no significa que no sea posible… Y Laia, créeme, estoy segura… es posible. Las madres no nos podemos alejar tan fácilmente de nuestros hijos. Haré lo posible para darte el confort y la confianza que necesitas para saber que estoy contigo.
Pero no tengo intención de irme, todavía. Lo que quiero y lo que pretendo es verte crecer, verte aprender, evolucionar, hacerte una mujer. Una mujer feliz que ame y que sea correspondida. Que vivas en el amor, que es esa cosa dulce que experimentamos tú y yo desde el día que supe que estaba embarazada. Sólo hace un par de años, de eso, y ya no puedo concebir mi vida sin ti. Simplemente, no puedo. Gracias, una vez más, por hacerme aprender tantas cosas y por enseñarme tanto cada día. Vivir a tu lado es un regalo que nunca habría pensado que sería merecedora de él. Tú y tu padre me hacéis feliz. Cada día.
Que la vida nos dé todo esto mucho tiempo más. Quiero ser una viejecita arrugada, cogida de la mano también arrugada de tu padre, viendo como miras a tus hijos con los mismos ojos de orgullo y ternura con los que nosotros te miraremos a ti.
Te quiero,
Mamá
6 respuestas
Hola Laia,
em permeto escriure’t directament esperant que la teva mare m’ho permeti i que un dia, quan siguis més gran, puguis llegir la carta que t’ha dedicat i la tinguis ben en compte. Cada paraula té un significat sincer i pur, un significat que només una mare pot donar a les paraules que diu al seu fill. I és que el vincle entre ella i tu no és comparable a res més. Què vol dir això? Que ho gaudeixis a cada moment que passeu juntes, quan parleu per telèfon o simplement quan pensis en ella.
Ella hi serà sempre per tu, quan la vegis i quan la tinguis més lluny. Hi serà quan prenguis decisions per tu mateixa, quan t’equivoquis, quan vulguis plorar i també quan vulguis riure. Però el més important és que valoris el que tens i que no tinguis por de fer-li saber que l’estimes. Si un dia ella no hi és, et sentiràs perduda, com si haguessis perdut el rumb i no sabessis cap a on anar. Però segur que aleshores, ordenant un calaix qualsevol, trobaràs una nota que et va escriure fa molt de temps, un botó de la seva jaqueta preferida o qualsevol altra cosa que et farà notar que la tens a prop. I és que les mares -com a mínim les que tu i jo tenim la sort de tenir- formen part de qui som, dels nostres somnis i de les nostres il·lusions. No marxen mai, no podem, no volen i nosaltres no ho permetríem.
Laia, gaudeix de la teva mare. Creu-me, val la pena.
Noe
solo tengo palabras de agradecimiento por este blog, expresas tan transparentemente lo que siento que no habria imaginado tanta claridad al expresar lo que siento yo por mi hija, simplemente lo siento dentro de mi. mi niña tiene 10 meses y la gente de mi alrededor incluyo cercana me tacha de (parece que solo tienes hijos tu) jejeje, para mi si verdad?o tambien me dicen(estas como una gata recien parida)pero con un tono algo mas desagradable,sobre todo cuando se quieren llevar a mi niña un rato por ahi y digo que NO, por que claro como le doy pecho tiene que estar conmigo, pero mi cabeza piensa en realidad que es (por que me da la gana , es mi hija)jeje pero eso no lo puedo decir a cualquiera, enhorabuena por este blog, me esta ayudando,me alegro de haber sido vendecida con la maternidad.bs.
Uff, preciosa, preciosa, preciosa.
Gracias. Qué bonito escribes.
Gracias guapa!!! 🙂
Que bonita esta carta para Laia, ¡Desde nuestra firma de Laia Alen nos encanta este tipo de contenido!
Gracias, me alegro.