Carta de un hijo a su madre
Hijas, a veces me gusta imaginar qué nos diríais, los niñ@s de vuestra edad, si pudierais: si tuvierais las herramientas, el lenguaje
Empecé el blog en febrero de 2011, en este apartado encontraras más de mil posts sobre crianza consciente, reflexiones, consejos y mucho más para ayudarte a vivir una maternidad y paternidad plena, consciente y feliz. En mi canal de YouTube encontrarás más de 200 vídeos que te ayudaran a poner perspectiva y humor a tu día a día.
Usa el buscador para encontrar lo que necesitas.
Hijas, a veces me gusta imaginar qué nos diríais, los niñ@s de vuestra edad, si pudierais: si tuvierais las herramientas, el lenguaje
23 de junio del 2012 La blogosfera maternal y paternal ha creado una iniciativa para que todos compartamos nuestras experiencias
18.6.2012 Respirar, cerrar los ojos y parar. Parar un momento, para reencontrarme. Parar para darme cuenta que no soy mi
Ayer, sin saber por qué, empecé a cantar «I’m singing in the rain». Laia me preguntó: «¿qué cantas?» y le
31.5.2012 Cuando trabajaba en televisión, me tocó hacer un reportaje sobre personas desaparecidas. Entrevisté a varios familiares de desaparecidos y
A mí me dicen que soy una persona extrovertida, pero hay veces que soy todo lo contrario, sobre todo si
Hoy os voy a hablar sobre algo que creo que es importante y que a veces pasamos por alto: la
28.5.2012 Parejas embarazadas que me leéis, personas que quizás algún día tendréis hij@s, madres y padres con bebés de meses
26.5.2012 Al principio había escrito «¿Sabes respirar?» pero claro, todo el mundo sabe porque sino, no estaríamos aquí, pero la
Hay veces que se me escapa lo que te pasa, Laia. Hay veces que me debes ver desconcertada porque ante alguna acción tuya, me cuesta reaccionar, saber qué necesitas, encontrar el movimiento justo y la palabra adecuada. Hoy nos ha pasado. Hoy no he sabido qué te pasaba; estabas de mal humor, te has levantado con el pie izquierdo, que dirían algunos. Pero yo no sé si era mal humor, o si te pasaba algo más. He notado que buscabas enfadarte pero que como no encontrabas ningún motivo evidente para hacerlo, gemías sin saber hacia dónde tirar. Finalmente te he mirado y te he dicho: «¿qué te pasa? ¿estás enfadada? ¿tienes ganas de llorar?» Y me has dicho que no, pero has empezado a hacerlo cada vez más fuerte. Primero llorabas con tono de tristeza y luego con mucha rabia, enfadada por algo que yo no he conseguido descubrir.