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A los que estáis esperando

9.12.2011

Cuando alguna mujer me dice que está embarazada, no lo puedo evitar, siento una ilusión enorme. Desde que soy madre, y por lo tanto, desde que he pasado por un embarazo, lo que siento cuando me dicen «estamos esperando» es gozo. Una palabra que quizá se utiliza poco porque al menos, en catalán (que es “joia”), tal vez suena cursi, antigua. Pero es que es lo que siento, una gozo inmenso que dentro de ese vientre de aquella mujer que me habla, se esté gestando una criatura. Y eso no sólo me pasa cuando se trata de una amiga (que entonces aparte de gozo siento una alegría inmensa que expreso en forma de besos, abrazos y una sonrisa de oreja a oreja que casi me mantiene intacto hasta que me voy a dormir), sino también cuando quien me lo dice es alguien que apenas conozco. El otro día, un chico me dijo que dentro de poco nacerá su hijo y me puse muy contenta. Me contuve un poco en las formas porque la poca confianza me impedía mostrar lo que sentía entonces, pero por ganas, le habría dicho un montón de cosas. De hecho, por ganas les diría a todos un montón de cosas…

Porque en el fondo, cuando alguien me dice «estamos esperando», no puedo evitar pensar en cuando yo decía lo mismo y me recorría el cuerpo esa alegría inmensa, aquellas ganas de gritar a los cuatro vientos que era feliz porque tenía un hijo en el vientre… Porque no puedo evitar recordar la cara que pusieron mis abuelos cuando les dijimos que se habían convertido en bisabuelos, o la cara de mi padre, que recuerdo tan bien, como pensando: «¡Cómo has crecido!… ¡Ya eres madre!», o los gritos de alegría y abrazos en casa de los suegros, o las lágrimas de emoción de la amiga, o las ganas que creciera la barriga rápido, rápido, porque quería ser una mujer embarazada.

Cuando me dicen «estamos esperando» me muero de ganas de decirles lo importante que es este tiempo que viven, como madre que gesta, como padre que también de alguna manera gesta, como pareja que necesita disfrutarse y terminar de construir un nido con cimientos sólidos…, como seres que, también de alguna manera, cambiarán la piel (como las serpientes) y a partir del día que vean y abracen su hijo serán ya otros. Me muero de ganas de que entiendan lo importante que es traer alguien al mundo y amarlo, y respetarlo, y a la vez, lo importante que es entendernos a nosotros mismos para luego, poder acompañar todo lo que tiene que venir después del parto. Poder acompañar a su hijo en el llanto, o en la alegría y también en la frustración, en el descubrimiento del mundo y en el juego, pero también en la enfermedad…

Cuando una mujer me dice que está embarazada, por ganas le tocaría en seguida la barriga para decir a aquel bebé intrauterino: «Bienvenido, bebé… deseo de todo corazón que seas feliz», porque creo profundamente que el gran cambio que podemos aportar como personas a este mundo que a veces va al revés, es a través del amor, del amor a esos que gestamos, que dentro de unos años, gestarán ellos también quizás de la misma manera, con AMOR del grande y en mayúsculas… Por ganas, les diría a los que «esperan» que tiene la oportunidad de aprender cada día con su hijo, que pueden crecer un poco más con cada obstáculo que aparezca, que el parto no es el final de nada, sino que hace que todo suceda y empiece de nuevo. Que tener hijos es la oportunidad ideal para aprender a vivir el presente, el ahora y el aquí, y darnos cuenta que en el fondo, no hay gran cosa más que tenernos cerca, para poder tejer el vínculo que hará que más adelante, podamos o no ser felices.

Os diría que apreciéis cada instante, cada momento porque todos pasan demasiado rápido. Que no os preocupéis antes de tiempo por nada y que si algo os preocupa demasiado, id a la raíz para ver de dónde viene eso que no os permite ir a ninguna parte. Una vez desenredéis el hilo, podréis seguir disfrutando de cada momento junto a este bebé que luego se convertirá en niñ@, y que irá creciendo y un buen día será adolescente y quizás no querrá estar cerca de vosotros… pero volverá más adelante mayor y libre y, si se puede, más vinculado todavía a vosotros, para deciros, algún día: «estamos esperando». Y entonces entenderéis la cara que pusieron la gente que os amaba cuando les dijisteis que estábais gestando.

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Míriam Tirado

Consultora de crianza consciente y periodista especializada en maternidad, paternidad y crianza. Me dedico a ayudar a madres y padres a conectar con sus hijos/as.

27 respuestas

  1. Oh!me ha encantado!
    Siento estas palabras por lo vivido, y tambien por lo que estoy viviendo, porque me siento como primeriza en muchos aspectos (me imagino q tambien sera normal) ya que dicen que no hay dos partos iguales, dos embarazos iguales y mucho menos dos niños iguales.
    Es un momento sumamente especial y feliz que nadie te puede arrebatar y que como bien dices contagia de frlicudad y amor.
    Solo me queda esperar unas semanitas y podre acariciar a este tesoro, con miedos pero esperando que salga todo bien.
    Muchas gracias por este post tan bonito, en el que hoy siento que se dirige mas q nunca a mi.

    1. Si!!! Claro!!! También está dedicado a ti, con todo mi corazón… Esta etapa es maravillosa y más aún cuando se vive con conciencia, aprendiendo, gozando…. Que disfrutes de esta maravilla que es engendrar vida y que ahora mismo sólo tu eres capaz de dar TODO lo que necesita tu bebé. Disfruta de esta fusión emocional y física, y sé feliz. Si tu lo eres, el bebé también. Un abrazo grande, muy grande para que quepáis los 2!

  2. Miriam, tu post me ha llenado de ternura y de recuerdos.
    Todo eso que cuentas (y algo mas) me decía la gente que me ama cuando estaba esperando… Sólo ahora consigo entenderlo!
    Abrazos carpe diem 😉

  3. Jo també els diria moltes coses, però callo per no ser pesada. Si fins i tot veig una mare amb un nadó plorant al carrer i li diria ‘no has provat de fer tal o qual cosa?’. Callo perquè és el que toca, però per ganes compartiria tot el que he estat aprenent. De fet, un dia, treballant des del despatx, vaig sentir el nen de la veïna que plorava. Plorava molt i molt i fort. Ella era novella i vaig pensar que potser els passava alguna cosa, que potser el nen plorava i la mare no era capaç de consolar-lo per nervis, per la tensió que duia a dins, com em passava a mi. No me’n vaig poder estar i hi vaig anar. I em vaig quedar de pedra. Em va obrir, vestida en xandall i amb una tovallola al coll. Estava fent bicicleta i deixava el nen plorar perquè no s’acostumés a que l’agafessin. Bufa, una cosa que jo no hauria fet mai, deixar plorar el meu fill sense intentar consolar-lo. Però qui era jo per dir-li que no em semblava bé. Em vaig limitar a dir-li que jo seria incapaç de deixar plorar així el meu fill i me’n vaig tornar a treballar, més tranquil·la però amb el neguit d’aquell nen que buscava consol i no el tenia perquè no es ‘malacostumés’.
    Per cert, Míriam, aquest Joan i Rosa són el Joan i Rosa que jo també conec? Els del nostre ram professional?

    1. Montse, quina pena més gran m’ha fet el nen que plorava… Quina llàstima tant desconsol…
      Sí, són els que tu també coneixes 🙂 fa o no fa posar contenta quan saps d’algú que està esperant? 🙂
      Una abraçada, Montse!

  4. Ostres, exactament el què jo sento; a vegades fins i tot, em sembla estar més il-lusionda que la pròpia embarassada o embarassat, exagero? En fi, suposo que és degut a que jo ho he viscut amb tot l’AMOR possible, i quan algú em diu «estem esperant» no puc evitar recordar el què jo vaig sentir i viure. I tot el què vé després. Completament segura de que és la millor experiència que viuré mai. Potser ser àvia serà algo semblant?

    1. Dinma, jo a vegades també he sentit que estic més contenta que els propis «embarassats» però és normal, suposo, perquè només pots entendre la verdadera dimensió de ser mare o pare quan ja el tens als braços i t’adones que, si calgués, moriries per ell/a. Jo tampoc ho veig amb la mateixa profunditat ara que quan estava de 2 mesos. És un procés que va «in crescendo»! Una abraçada

  5. Míriam, és quan et llegeixo posts com aquest que m’adono que t’has fet gran…
    Gran en la teva capacitat d’estimar i de commoure’t amb l’essencial de la vida. Gran en el que de veritat importa.
    Aquí és quan una mare, ja pot descansar…

    1. Buf, mama… M’has fet emocionar! Et pots creure que tinc llàgrimes als ulls?! Gràcies per aquestes paraules tan precioses… Ara t’abraçaria… Si puc dir i fer tot això és gràcies a tu, que m’has acompanyat sempre en el meu camí cap al que sóc ara. No tinc por de res si em dónes la mà. Tan de bo la Laia senti el mateix algun dia. T’estimo!

  6. Hola!! Quina il·lusió m’ha fet llegit justament avui aquest post. Justament avui surto de comptes!! En tenim tantes tantes ganes de ser pares!!De poder-li donar tot el què tenim a dins!! Em costa que les paraules surtin (tal com deies en un post)és tant el què sentim!! Com diu la teva mare hem de disfrutar també en aquesta espera.

    Molts ptns

    1. Uauuuuu! Sortiu de comptes! Quin temps més especial, emotiu, preciós, únic i irrepetible… Gaudiu-lo intensament, sabent que el que us espera és encara molt millor. Molta, molta sort!!!

  7. Doncs sí, estem esperant. Esperem ser pares el proper mes de maig. I mirem de gaudir amb il·lusió aquesta espera apassionant. Diríem que estem serens, vivint l’embaràs pas a pas, en cada moment el que toca. Ja hem superat els primers mesos i els petits temors que l’embaràs no es consolidi. I darrerament estem assaborint amb intensitat aquests instants màgics de comunicar la notícia als que estimem. I alhora ens informem, escoltem, ens deixem aconsellar, rumiem noms… I malgrat que quedi lluny encara, comencem a imaginar com serà el moment en què toquem la maneta o fem el primer petó al nostre fill o filla. Mirem d’assumir que sí, que serem pares (una paraula que ens xoca, encara, aplicada a nosaltres mateixos). Ens sorprenem l’un a l’altre estant als núvols i ens demanem «què rumies» sabent que tots dos rumiem el mateix. Riem per dintre, perquè senzillament estem contents. O dissimulem tot i veure clar que al futur avi primerenc se li humitegen els ulls cada vegada que parlem del futur nét.
    Estem esperant, sí. Amb la mateixa joia de què parles, Míriam. Amb ganes que els dies i les setmanes passin de pressa. Hem a après a comptar per setmanes. No veiem l’hora d’anar a la propera visita al metge i poder escoltar aquest cor que batega fort. Comprovem amb il·lusió com el ventre comença a créixer i, si hi pensem bé, arribem a la conclusió que això de la vida és un miracle. Al capdavall, ens preparem per allò més bonic que es pot fer: donar vida i ajudar a créixer una persona. Moltes gràcies per acompanyar-nos en aquest camí apassionant. Un petó,

    Rosa i Joan

    1. Per favor Rosa i Joan, quin comentari més preciós!!! He notat tota la il·lusió en cada paraula vostra i això em fa molt feliç! Ho esteu vivint plenament i alhora, pas a pas, i és fantàstic. I gràcies a vosaltres, per deixar-me acompanyar-vos! Una abraçada enorme als 2!!!

  8. A mí me pasa exactamente lo mismo. Me emociono mucho y a veces me voy de la lengua expresando ciertos sentimientos que no todo el mundo recoge de la misma manera.
    Recuerdo una vez que una amiga me dijo que estaba embarazada, ¡me emocioné más de lo que ella misma estaba!. Con el paso del tiempo me he dado cuenta de que somos muy pero que muy diferentes en lo que a la maternidad se refiere y me ha decepcionado mucho como madre. Sé que es duro decirlo pero veo ciertas actitudes en ella que no me parecen «naturales» y propias de una madre y me da pena no poder compartir con ella esos sentimientos.

    Cuando el otro día una amiga común nos dijo a las dos que pronto tendría un bebé, yo, como siempre, me emocioné hasta el extremo y esta otra amiga (la no maternal) sólo acertó a decirle: «te compadezco. Se acabó el dormir para tí». Me dejó de piedra…

    1. Buf, Silvia, qué pena la respuesta de tu amiga… Qué desconectada está o parece estar… Entiendo lo que sientes… Ojalá las madres que gestan pudieran sentir felicidad al saberse embarazadas, y ojalá todos los niños pudieran sentirse deseados y bienvenidos!
      Gracias por tu comentario. Un beso

  9. El comentari de la teva mare, a mi, també m’ha emocionat!! Jo també espero sentir-me com la teva mare el dia que els meus dos tresors siguin grans. I sé que aquest fruit només es recull amb AMOR vertader.

    1. I jo, jo també ho espero Eli, deu ser fantàstic i alhora, suposo que sí, que et deus quedar… tranquil, en pau. Segur que ho sentiràs algun dia! Petó.

  10. M’agradat molt, des de el punt de vista «dels que estem esperant un altre» tot es veu diferent però amb un mateix fons. Diferent per que ja ho has viscut i n’hi ha més afegits i pensaments que canvien des de el teu punt de vista. Ja no només per tenir-lo al pit i als braços, la mare i jo, sino perque hi ha una nova reacció, la petita (que en aquell moment deixarà de ser-ho, ara serà la gran!!) haurà d’aportar el seu granetde sorra a la situació, perque t’engoixa que tot durti be, però que la gran també ho estigui i perque encara que només vulguis pensar en el moment del part en la mare i en el nouvingut, dintre del teu cap hi ha una gran que deu estar a casa jugant a donar el pit a les seves nines.

    1. Paco, tens tota la raó!!! Amb un segon, imagino que hi ha tot de coses que agafen altres matisos… coses que preocupaven abans, ara ja no i al revés. I sí, part de l’atenció es dirigeix en com portarà la «gran» la nova situació, com s’hi adaptarà… és el que més estimeu i no voleu que ho passi malament… em sembla que us passa a tots, oi?!
      Gràcies per donar aquest altre punt de vista al post! Una abraçada a tota la família 😉

  11. Estic esperant ! 😀 (ara voldria veure la teva cara que encara no conec 🙂 )

    Encara no és del tot oficial, a la feina no ho saben, i la majoria d’amics tampoc. Estic de 12 setmanes, i necessito que demà al metge em diguin que segueix allà, que el cor li batega, que tot va bé…
    Serà el segon ! el germanet/a del Martí que tot just acaba de fer 2 anys… i la veritat, és que l’emoció, el sentiment, és gairebé igual que quan esperàvem al Martí 🙂 amb l’avantatge de tenir tot el coneixement i experiència que ara tenim.
    Tinc ganes que tot vagi bé, que ell/a estigui bé, i que la panxa creixi ! (com tu dius)… i poder-ho anar cridant pel món, deixant de banda el que pugui dir/pensar el meu cap a la feina,… exclamar als quatre vents que som feliços.
    M’alegro de poder-ho compartir amb tu, i amb les lectores que tens 🙂
    una abraçada

    1. Clarisse, quina alegria!!! Somriure d’orella a orella tinc ara mateix a la cara!!! Que bé… Que ho sentis amb la mateixa il.lusió que amb el Martí, que estiguis tan feliç!!! Me n’alegro moltíssim… Un altre fill desitjat i estimat des de l’inici és una bona notícia pel món sencer!!!
      Et desitjo el millor… Que demà el cor bategui amb força tot dien-te «Mama, sóc aquí!» gaudeix del sagrat que és aquest moment. En vaig fer un post «SAGRAT» a l’espai d’embaràs i sigues feliç perquè el teu bebè també en serà. Quina fantàstica manera de venir a la vida, no?
      Ja ens aniràs explicant com va tot plegat. Gràcies per donar-nos la notícia «A Flor De Pell»!!!!!!Una abraçada enorme!!!

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