Adolescencia

10 de febrero 2011

Ya sé que ahora, que tengo una hija de un año y medio, hablar de adolescencia queda «precipitado». Pero es que estos últimos días he pensado en ello mucho, muchísimo. Estamos en esa fase (los que sois padres creo que me entenderéis a la perfección) en que si tienes que ir hacia la derecha, tu hija quiere ir hacia la izquierda. en que cuando hablas por teléfono, ella también quiere hacerlo y reclama el aparato como si le fuera la vida. Una fase en que cada cambio de pañal se acaba convirtiendo en un tira y afloja que te hace llegar tarde a cualquier cita … Y tienes que respirar hondo porque sabes que es normal, que esta etapa tiene que pasar. Para que los niños pequeños llega un día que descubren que quieren ir a su aire, que no les gusta que les digan lo que tienen que hacer, vaya, sobre todo, no les gusta que los contradigan. Autoafirmación. Descubrimiento del yo. Búsqueda de límites. Y un montón de cosas más que están por llegar …

Y cuando estoy en una negociación de estas de pronto, me viene como un «flash» y pienso … «qué pereza que me da la adolescencia» (con perdón de los adolescentes). Sé que también es una etapa (a veces un poco espinosa, por qué negarlo), y que tiene que pasar, y que es normal el enfrentamiento, y que también … pasará. Pero qué queréis que os diga … me da pereza. Mucha pereza. Espero que cuando llegue la hora, esta pereza, ya haya pasado y sea también, sólo una etapa!