Las palabras
El viernes hizo 1 año que dieron el alta a Lua de la Unidad de Neonatología donde estuvo ingresada una semana justo después de nacer. Ese día, uno de los emocionalmente más intensos de los últimos tiempos, me quedará grabado en la memoria porque suponía el punto y final a una semana de infierno. Cuando, hace un tiempo, miraba el calendario y veía que se acercaba el mes de abril sentía dos sentimientos contradictorios; por un lado ilusión por el primer año de Lua y por el otro, cierto miedo a lo que pudiera removerse con todo ello. No sabía si lo vivido estaba digerido, bien asentado o simplemente, aparcado. Y todos sabemos que el primer umpleaños de un hijo es intenso y removido.