Yo no puedo parir
El viernes, delante de 78 personas, expliqué cómo había sido mi segundo parto. Conté lo que recuerdo de él o lo que quería decir,… vaya, conté lo que salió. Lua tenía sueño y se quería dormir así que me levanté, la cogí en brazos y empecé con esta frase: «Hoy es el primer día que cuento mi parto. Sí, el primer día. Porque cuando un parto va «bien» y estás contenta y feliz, todo el mundo te pregunta cómo ha ido y no te cansas nunca de explicar los detalles. Pero cuando tu parto no va como se esperaba, nadie te pregunta nada. Y de repente te das cuenta que tu parto no lo has contado nunca».