Segundo embarazo: sobre miedo y confianza
Hacía muchos días que tenía ganas de escribirte. Hace muchos meses que estoy saboreando esto de tener, en el exterior, sólo una hija. Porque sé que se acaba. Pronto estarás tú y también estará Lua y tendré que atenderos a las dos, de demostraros cómo os amo a las dos, de jugar con las dos, de acogeros a las dos… Sé que te apetece tener una hermana y a la vez también sé que una parte la ves con cierto recelo porque no sabes hasta qué punto cambiarán nuestras vidas. Te pasa lo mismo que a mí. Yo también tengo ganas y por mucho que intento imaginarlo, por mucho que me lo han contado, no sé cómo será ser cuatro en casa. No sé cómo voy a saber gestionar la demanda, el post-parto, y todas esas cosas…