Embarazo: me transformo
Cada día que pasa me transformo un poco. Me doy cuenta de ello cuando me desnudo y entro en la ducha. Poco a poco, tengo que hacerlo con más cuidado porque la barriga me desequilibra. Me miro los pechos y aparte que hace tiempo que son grandes, las aureolas se han ido oscureciendo, preparándose para que Lua vea los pezones donde agarrarse bien presentes cuando salga de mí. En mi vientre todavía no se ha dibujado la línea alba pero ya es redonda y gorda y ya no puedo ni verme los pies. Hay días que me tira un poco la piel pero pocos, y noto a Lua perfectamente.