¿Por qué repito?
Hoy explicaba a una persona que en el mundo de la crianza de los hijos, ( y digo «crianza» entendiendo que termina cuando ellos ya son muuuuy mayores), todo son etapas. Lo que te preocupa ahora no te preocupa dentro de medio año, porque cambia todo. Tu hijo, los procesos por los que pasa, cambiamos nosotros, todo evoluciona, y llegan siempre cosas nuevas. Nuevos retos, nuevos obstáculos, nuevas ilusiones y nuevos malos momentos. Tener cierta perspectiva al respecto ayuda a, cuando estás inmersa en una etapa difícil, ampliar la mirada y pensar que pasará, que esto no se quedará para siempre. Digamos que el mal momento no lo cura, pero pone distancia y ayuda mucho saber que pasará y que vendrán cosas nuevas, que así es la vida. Ayuda a aceptar el momento y a estar más presente con lo que toca vivir intentando aprender el máximo.