A familiares y amigos
Estar embarazada por segunda vez tiene cosas muy buenas y una de ellas es que (a grandes rasgos) sabes un poco lo que te espera. Lo que te espera a ti y lo que les espera a los demás. Cada hijo es un mundo, y no tienen nada que ver unos y otros, es cierto. Pero hay algunas cosas que no cambian y como me conozco y como ya tengo la experiencia de la primera vez, he decidido escribir esta carta a familiares y amigos, ahora que todavía no estoy poseída (del todo) por las hormonas de la maternidad.