Cuando tu hijo te dice: ¡No te quiero!
El otro día por la tarde Laia se enfadó conmigo. Quería volver a mirar dibujos y le dije que no, que ya había visto la tele y que ya era suficiente. Podíamos pintar, jugar a teatro, jugar a lo que ella quisiera… pero no mirar dibujos. Empezó a llorar y de repente gritó «¡no te quiero!». Era la primera vez que decía algo así y debo confesar, con la mano en el corazón, que no me afectó en absoluto. Vi claramente que era su rabia la que hablaba y no me enganché a aquellas palabras.