La importancia de la base
A nosotros nos gusta mucho esquiar. Es un deporte que empecé a practicar gracias a mi compañero, que me hizo amar su pasión y las sensaciones tan espectaculares que se pueden llegar a sentir cuando deslizas montaña abajo por encima de la nieve. Recuerdo que yo, inexperta como era en el tema, cada octubre o noviembre, cuando veía que ya había caído la primera nevada le decía «ya podemos ir a esquiar» y él me respondía «todavía no. No hay suficiente base». Y por tanto, teníamos que esperar.