¿Hay que obligar a los niños a pedir perdón?
Seguro que muchas veces habréis oído alguien decir a sus hijos: «pídele perdón». Dicho así es una orden, una obligación y el niño sólo puede optar entre decirlo y por lo tanto hacer caso a sus padres o pasar de todo y llevarse una buena bronca. Pero aunque lo diga, no estaremos seguros de si lamenta lo que ha pasado, porque no ha salido de él/ella… No soy partidaria de decir a los niños que pidan perdón. Soy partidaria, en cambio, de que entiendan qué significa, y para que esto ocurra, tienen que ver que nosotros pedimos perdón. El perdón debe ser algo habitual en casa, en su entorno. Hay adultos que no piden nunca perdón, ni a su pareja, ni a quien sea que hayan podido ofender y mucho menos a los niños. Como si pedir perdón cuando hacemos algo mal, cuando nos equivocamos, aunque sea con la mejor de las intenciones, sea rebajarnos. Como si fuera una mancha en el expediente de nuestro propio orgullo.