La película
Gina hacía una hora que intentaba que Paula durmiera. Estaban dentro de la habitación de matrimonio, aún dormía con ellos. Primero la había paseado un buen rato porque últimamente, por la noche, estaba como más nerviosa y hacía falta, antes que nada, relajarla. Hacía tiempo que la bañaban a mediodía y no por la noche: a Paula el agua la excitaba y lejos de calmarla, la despertaba aún más! Después de pasearla un buen rato, habían ido a la cama, todo a oscuras, y había empezado a darle el pecho. Paula era de las que mama de mil y una posturas diferentes, de las que no para de moverse. Gina está segura de que de mayor trabajará en el circo ¡y será contorsionista!