Crianza: se me escapa
Hay veces que se me escapa lo que te pasa, Laia. Hay veces que me debes ver desconcertada porque ante alguna acción tuya, me cuesta reaccionar, saber qué necesitas, encontrar el movimiento justo y la palabra adecuada. Hoy nos ha pasado. Hoy no he sabido qué te pasaba; estabas de mal humor, te has levantado con el pie izquierdo, que dirían algunos. Pero yo no sé si era mal humor, o si te pasaba algo más. He notado que buscabas enfadarte pero que como no encontrabas ningún motivo evidente para hacerlo, gemías sin saber hacia dónde tirar. Finalmente te he mirado y te he dicho: «¿qué te pasa? ¿estás enfadada? ¿tienes ganas de llorar?» Y me has dicho que no, pero has empezado a hacerlo cada vez más fuerte. Primero llorabas con tono de tristeza y luego con mucha rabia, enfadada por algo que yo no he conseguido descubrir.